Rectificar no es de sabios.
A casi nadie le gusta rectificar, sobre todo si ha repetido sus errores una y otra vez.
A algunos científicos les ocurre, y se aferran a sus tonteorías como a un clavo ardiendo.
Por ejemplo,
cuando los "expertos" tienen que reconocer que ciertas regiones del planeta no están experimentando un calentamiento sino un enfriamiento, cambian el lenguaje para hablar de "agujeros de calentamiento".
Son fenómenos excepcionales, locales, anomalías que no cambian la tendencia general.
Se salen del promedio, dice la revista pseudo-científica Biology Insights, que ignora que para que haya un promedio tiene que haber cifras por encima y por debajo, menores y mayores.
En una parte del mundo ¡hace calor porque es verano y en la otra hace frío porque es invierno...!
Las dos cosas se producen al mismo tiempo y no son fenómenos extraordinarios sino absolutamente normales.
"Estas tendencias regionales de enfriamiento pueden persistir durante décadas, influenciadas por una combinación de ciclos naturales y otros factores.
Por ejemplo, se ha observado un agujero de calentamiento en el centro de Estados Unidos, donde las temperaturas diurnas de verano han mostrado una tendencia al enfriamiento desde mediados del siglo XX", dice la revista.
El requiebro verbal sirve para "explicar" el enfriamiento de las aguas del Atlántico Norte, concretamente en la región subpolar al sur de Groenlandia.
La revista dice que es una zona que ha mostrado ,
"tendencia persistente al enfriamiento durante más de un siglo", un fenómeno a veces denominado "mancha fría".
Si bien las temperaturas promedio del planeta han aumentado aproximadamente 1ºC durante el último siglo, esta zona específica del océano se ha enfriado hasta 0,9ºC.