Queridos amigos, queridos hombres y mujeres,
Soy María Magdalena. Soy vuestra hermana y vuestra amiga. Conozco vuestro viaje; pues yo también he sido humana. Sé lo que es pasar por la profundidad de las emociones humanas.Estáis llenos de valentía y me gustaría que os honrarais a vosotros mismos. Todos tenéis en vuestro interior una profunda sabiduría; todos sois almas viejas. Consentisteis dar el salto a la realidad material para volver de nuevo a la Tierra, sabiendo que hacerlo ocultaría vuestro conocimiento, vuestra sabiduría.