- Modo de despertar los recuerdos de vidas «anteriores».
Para conseguirlo, busca a la persona que más quieras y, cuando estéis en un momento de mutua confianza, sentaos cómodamente uno frente a otro. Juntar vuestras manos y cerrad los ojos, sin pronunciar ni una sola palabra, dejad que se produzca la visión.
No se deben forzar las cosas. Confía en la realidad superior.
Después, al cabo de algún tiempo, comparte la viSión. Estoy seguro de que te proporcionará una sorpresa la verificación de las experiencias pasadas que habéis tenido juntos.
- La expansión del ser.
Cierra los ojos. Concéntrate en el dedo índice de tu mano derecha. Nota bien su dimensión, lo conoces muy bien, sabes cuál es su tamaño, su forma, qué sensaciones tiene.
Expande entonces tu conciencia de ese dedo tan lejos como puedas, con toda la comodidad de la que seas capaz, sintiendo siempre que «sí, ése es tu dedo».
Expande entonces tu dedo más allá de esa sensación tan familiar para ti. Te das cuenta de que el yo llena también ese espacio y elimina los límites de lo conocido sin perderse a sí mismo.
Eso es todo!, todo consiste en eliminar los límites sin perder el yo, accediendo hasta el Yo Superior, estando dispuesto a trascender lo conocido y entrar en lo desconocido, que súbitamente se hace conocido una vez que has penetrado en su interior.
- Maneras de eliminar tus barreras físicas.
Cierra los ojos e imagina el contorno de tu cuerpo físico, como si hubiera sido pintado con un lápiz de punta muy gruesa. Confirma la forma de tu cuerpo.
Después de dibujarte de ese modo, habrás identificado claramente la estructura de tu ego.
Imagínate entonces un enorme borrador y deja que vaya borrando las líneas de tu cuerpo físico (algunas partes necesitarán que te apliques con más tenacidad que otras, y esta información podrá serte de utilidad para ulteriores Investigaciones en torno a tu personalidad).
Cuando llegues al punto más alto de la cabeza, realiza un trabajo de borrar ese área. Deja que suceda lo que tenga que suceder. Dale tiempo!
Permite que la conciencia del Yo se expanda.
Has desafiado a la ilusión de la experiencia física del hombre. Según lo valiente que hayas sido a la hora de borrar, te habrás dejado expandir mucho más allá de la línea de tu identidad física.
- Permanecer en el presente.
Realmente existe un Ahora Eterno. He aquí un modo de conseguirlo sin esfuerzo (sin esfuerzo porque hay que respirar).
Cierra los ojos y centra tu conciencia en ese movimiento.
Ten presente tu respiración. Observa cómo sube y baja la marea de tu aliento. Entonces, aspira el siguiente instante de tu existencia. Y cuando expires, exhala con el aire todo lo que fue una vez.
Vuelve a aspirar hacia el futuro. Y exhala todo el pasado.
Acompaña con plena conciencia tu respiración. Deja que cada suspiro sea una liberación. Que cada inspiración te conduzca al presente. Eso es todo. Practica este ejercicio durante un rato.
Ahora, cuando llegues a la cima de una tu inspiración, haz una pausa por un momento, sin forzarte, dejando que la pausa dure lo que es natural y luego expira. Así, según vayas tocando el espacio que queda entre inspiración y expiración, detente a descansar en él (de nuevo sin agobios).
Y estarás tocando el Ahora Eterno.
Mientras vayas ejercitándote de este modo, descubrirás que el espacio que queda entre inspiración y expiración se va ampliando y va convirtiéndose en se tu morada.
No hay futuro. No hay pasado. Sólo ser.
- Comprobación inmediata.
Durante el día, mientras éste transcurra, anota los momentos en los que
A. paras de amarte
B. crees que no eres digno de amor
Extracto de El libro de Emmanuel
Transmitido por Pat Rodegast
Fuente: www.trabajadoresdelaluz.com