Consideraciones sobre el direro.

Canalizaciones ELOHIM

Yo soy tú mismo y por eso puedo darte sólo lo que tú estés dispuesto a darte (ése es el libre albedrío).

En la medida en que estés dispuesto a abrirte es como voy llegando a ti.

Uno mismo es siempre el punto de partida y el punto de llegada. Uno mismo es siempre el punto al que uno debe regresar cuando se pierde.
Es en uno mismo en donde está todo: el orden, el amor, la abundancia.

¿Entiendes ahora por qué todos son dignos y merecedores de todo?

Quien le niega ALGO a su hermano se lo está negando a sí mismo. Esa será su creación de carencia, porque hay pobreza en su corazón. La generosidad es la que llena tus manos. Un corazón generoso comprende perfectamente que no está separado de nada y el Todo es abundancia. La carencia, su miedo, es un recuerdo arraigado de muchas vidas.

El universo posee energía creadora a granel. Pero en muchos casos están creando carencia, imprimiendo el recuerdo.

¿Cómo amor puede ir de la mano de la carencia? Es tan obvio que es absurdo que lo hayáis creído así durante tanto tiempo. Allí donde había carencia no había amor. Por eso dijimos que caridad no es amor.

¿Eres culpable por vivir? Entonces todo, todo, está ahí para ti, sólo tienes que estirar tu mano para alcanzarlo. Lo que pasa es que si sientes que eres culpable de algo, de todo, de una parte, da igual, el daño de la culpa es el mismo sin importar el tamaño. Y, como te sientes culpable, no te sientes merecedor. 

¡Ah el merecimiento! Es tan relativo, porque implica juicio, una vez más. Mereces si has sido bueno y no merece quien ha sido malo. Además, mereces sólo lo malo y poco o nada de lo bueno. 

Más división de divisiones y juicios de juicios.

Asimismo, merecer, implicaría que tú tienes que hacer o ser algo “especial” para alcanzar ese merecimiento.

El caso es que tú no tienes que hacer nada porque, no es que te lo merezcas, es que es tuyo; todo es tuyo, todo a tu alcance, todo lo que decidas crear y tomar.

Abre las manos y recibe. Abrir las manos es abrir el corazón. La queja sólo trae más queja, abrir las manos es FE, fe que es CERTEZA y eso es GRATITUD.

No necesitas ver y tener para sentir que ya está ahí para ti y por eso agradeces y así es cómo lo has creado. No dudas, no entra el miedo y, si aun así no hay respuesta has de revisar mejor todos tus rincones, en algún lugar hay miedo, en algún lugar no estás en PRESENCIA.

¿Perfección? No, Dios no pide perfección porque ya eres perfecto, incluyendo lo que llamas errores.

Es aceptación, acepta tu divinidad, acepta y recibe tu abundancia.

Es RENDICIÓN, no derrota, rendición a lo que Es, sin intervención de tu mente, de tu ego. Rendición a fabricar distorsión, rendición a una lucha interna que no tiene ningún sentido.


Materialización:

No existe el futuro, siempre es presente. El futuro es el lugar en donde nos escondemos de nuestra responsabilidad. En eso que llamamos futuro no existe el agradecimiento porque al tener la vista posada en otro lugar que no sea ahora no seremos capaces de ver los dones del instante presente. Es más, no seremos capaces de hacer nada verdaderamente. El futuro es en realidad un pasado inventado. 

Usamos el pasado para fabricar una imagen. Hablamos de vuestro tiempo lineal. Cuando has tenido un regalo fue porque soltaste toda expectativa y te mantuviste presente.

Cuando pides o deseas algo, por supuesto que eso no es algo que esté mal o que no debas hacer, el secreto está en soltar el deseo. Esto es así; tú pides algo pero continúas aferrado al pedido, no lo sueltas, no lo entregas, no te olvidas, te desplazas a ese futuro fabricado en donde crees que estará esperándote tu regalo. El regalo llega pero es que tú no estás en casa para recibirlo, no estás en presencia, sino que estás perdido en algún futuro inexistente. De ese modo tu deseo siempre estará en el futuro por lo que nunca se hace presente.

Pide y se te dará, no puede ser más claro y más simple, una afirmación tan precisa para que confíes, para que sueltes los miedos y permanezcas en certeza. Pero te vas al futuro a esperar y llenas el presente de dudas. En el presente hay agradecimiento constante y el agradecimiento es un abre puertas, la vibración más elevada para llegar a Amor que es creación, materialización. No es sentarse a esperar, es bailar porque ya lo tienes. Suelta el control.

No existe pregunta que se quede sin respuesta. Siempre obtienes lo que quieres cuando no dudas.

Y ¿de quién dudas? ¿De Dios? ¿De la perfección del Universo? ¿Del merecimiento? Tú sólo tienes que hacer lo que has venido a hacer y no te faltará nada. La confianza y la paciencia mueven la rueda, al igual que permanecer en el corazón y prodigar tus dones. Te han dicho que ser confiado es ser ingenuo. La confianza es un don del corazón y pureza e inocencia no tienen nada que ver con ingenuidad. La confianza y la inocencia se asientan en la sabiduría y la ingenuidad en el miedo y la ignorancia. No necesitas pruebas para saber que siempre recibes lo que pides, deja de quejarte y dejarás de multiplicar con tu mente y tu palabra aquello por lo que te quejas. ¿Dónde centras tu energía? Ahí estás creando un foco pronto a hacerse realidad. Así que deja de prestar atención a lo que te falta sólo porque no recuerdas que nada te falta. Te centras en la carencia y fabricas carencia cuando tu naturaleza es la abundancia.



Dilo al mundo. Amor – Amar, Elohim.


“El COMO déjaselo al universo. El QUE elígelo desde la emoción. 
El CUANDO depende de cuán vacío estés de pasado. 
Cuando hay espacio, sólo así cabe lo nuevo. 
No controles, vibra. Tú puedes, solo depende de ti.”
Sananda – Kuthumi - Melquisedek.



Gabriela Collado, Coach Transpersonal y Terapeuta Holística.
Puedes consultar mis terapias, cursos y talleres en www.gabrielacollado.webs.com o pedir cita al
690 049 392 o a mgabrielacollado@gmail.com

Revista: Espíritu - Luz Materia Vida
orcofan@gmail.com
revistaespirituymateria@gmail.com
Revista Espíritu Materia. 
Luz y Vida. Nro.3 - 2018



Fuente:
www.trabajadoresdelaluz.com
17 de Agosto 2018