"Ser,
es estar transmitiendo al universo".
Todo es energía.
Una energía eterna e infinita sin principio ni fin.
Esta es nuestra universalidad.
Potencia la frecuencia y vitalidad de nuestro ser.
Durante su transición a la existencia física, nuestra alma hereda energía celestial para nuestra experiencia humana prevista.
El universo está en un constante estado de transformación. Sus movimientos enérgicos en nuestro día de nacimiento son fuente de las raíces únicas de nuestro ser.
Quiénes somos y cómo vivimos en la realidad social, define nuestra humanidad.
Cisma del alma
El nacimiento es una experiencia extraordinaria, pero traumática.
De niños, expresamos naturalmente la energía universal.
Sin embargo,
Nuestra omnidimensionalidad se ve disminuida durante nuestra maduración.
Nuestra programación social controla e influye en nuestro desarrollo y percepción con una multitud de adoctrinamiento institucional.
Eventualmente, cedemos nuestra universalidad, iniciando un cisma con nuestra alma, mientras nos condenamos a nosotros mismos a la existencia ordinaria.
Creciendo
Paraíso Perdido
El arte de la desprogramación
"Universalidad
es la expresión del empoderamiento".
Nuestra institucionalización, ya sea educativa, hereditaria, política, religiosa o de otro tipo, anima nuestra identidad y la proyecta en la simulación de nuestro entorno social.
Nuestra programación se impone e implanta en nuestras mentes, luego se transmite a nuestros sentidos.
Una vez que observamos la influencia de nuestra programación, podemos eliminarla como un virus.
La desprogramación puede llevar tanto tiempo como nuestro adoctrinamiento.
Sin embargo, cuando diferenciamos las influencias externas de nuestro ser interior, la transformación de nuestro condicionamiento en conciencia es exponencial.
El aliento del ser
Nuestra elección es extraer el aliento instintivo del olvido o el aliento consciente del universo.
El primero nos extrae vida, mientras que el segundo amplía nuestra experiencia...
La respiración consciente potencia nuestro flujo energético con universalidad.
La corriente del silencio
El silencio es el lenguaje del universo.
Cuando practicamos el silencio, calmamos el cuerpo, aquietamos la mente, empoderamos el corazón, nos alineamos con la intuición y hacemos sinergia entre nuestra alma y el universo.
Estar en silencio nos inspira a experimentar la omnidimensionalidad de todo lo que existe más allá de nuestros sentidos, pensamientos y sentimientos.
En muchos entornos sociales, hablar es cómo nos distraemos de la realización de estar presente.
El silencio es una experiencia trascendental que potencia nuestra relatividad con nuestra alma.
La expresión de la creatividad
fluye la creación a través de nuestra intuición
empodera nuestro corazón
ilumina nuestra mente
inspira a nuestro cuerpo a expresar nuestra visión única...
La creatividad es la encarnación del universo dentro del paradigma de la realidad social.
El elemento esencial de su expresión es la transformación de nuestro ser, experiencia y entorno.
El ritmo de la resonancia
Cuando somos influenciados por las corrientes artificiales de la realidad social, estamos despojados de poder hacia la esclavitud.
Cuando fluimos con nuestra alma, estamos empoderados con la universalidad.
Universalidad de transmisión
Nuestra naturaleza innata es estar relacionados.
Sin embargo, la relación no se puede encontrar en la realidad social...
Primero, debe ser descubierta, experimentada y empoderada internamente.
Nuestra relatividad con la universalidad, es la fuente de realización de todas nuestras relaciones.
La frecuencia de su flujo energético, está presente en cada una de nuestras experiencias.
"Nuestro destino en la Nueva Era
es ser universalidad”.
Fuente: https://www.bibliotecapleyades.net/