Flow Summit. Lo que tenemos que reconocer ahora. (Bruce Lipton)

Bruce Lipton

Hola, mi nombre es Bruce Lipton. Soy un investigador científico que estaba clonando células madre 50 años atrás y esa investigación, cuando estaba investigando en la Escuela de Medicina cambió toda mi vida y lo que entiendo sobre la naturaleza de la biología y la salud. Mi investigación reveló un hecho muy importante. Mientras estaba en clase enseñando a estudiantes de Medicina que los genes controlan la vida, la investigación sobre células madre reveló una historia completamente diferente. La investigación demostró que era el entorno lo que controlaba los genes. Una célula madre, básicamente, es una célula embrionaria y todos las tenemos en nuestro cuerpo. El ser humano es una comunidad de cincuenta billones de células, que son entidades vivas. Cada día perdemos entre cien y doscientos mil millones de células que deben reemplazarse para no tener un problema de salud. Por eso tenemos células madre. Oficialmente, son células embrionarias, pero les cambiamos el nombre porque una vez que has nacido, ya no eres un embrión.
Si coloco una célula madre en una placa de Petri se dividirá en dos en diez o doce horas. Diez horas más tarde hay cuatro y siguen duplicándose. Después de una semana tenemos treinta mil células genéticamente idénticas porque vienen de la misma madre. Las dividimos en tres placas de Petri en un medio de cultivo (el equivalente de laboratorio de la sangre). Si hago crecer células humanas, miro la composición de la sangre humana en el laboratorio y creo una versión sintética de la sangre humana (medio de cultivo celular).

Tengo tres placas con células idénticas, pero creo tres versiones diferentes del medio de cultivo con distintas composiciones. Luego alimento la primera placa con el medio de cultivo A, la segunda con el B y la tercera con el C. Lo que sucede es que en la placa A las células forman músculos, en la placa B forman huesos y en la C forman células de grasa. Todas las células en todas las placas tienen la misma genética, entonces ¿por qué una placa tiene músculos, otra huesos y otra grasa? Porque el entorno de las células es diferente. A medida que cambias el medio de cultivo, seleccionas diferentes genes. Es una historia totalmente distinta a la de los genes tomando una decisión. Los genes simplemente responden al entorno. En realidad, el cuerpo es una placa de Petri cubierta de piel con cincuenta billones de células adentro. Los genes deberían decidir si las células van a ser saludables o enfermas, pero resulta que no. La sangre es la composición del medio de cultivo que está en tu cuerpo y entonces, a medida que cambias la química de la sangre, cambias la genética de las células. Por lo tanto, el control genético no está en la célula, está en la sangre que está alimentando la célula. Y el cerebro crea este medio de cultivo al liberar las sustancias químicas que controlan el destino de las células. Las sustancias químicas que el cerebro pone en tu sangre dependen de las imágenes de tu mente. Si tienes una imagen de salud y amor, pones una química hermosa en tu sangre.

Si estoy aquí sentado con mis ojos cerrados y los abro para ver a alguien que amo, mi cerebro pone una química especial en la sangre, se libera dopamina en la sangre, que es lo que le da placer al cuerpo. El cerebro libera oxitocina cuando estás enamorado y te enlaza con lo que amas o a quien amas. Cuando estás enamorado, el cerebro también libera vasopresina y te hace más atractivo para tu pareja. Y la hormona del crecimiento es liberada por el cerebro cuando estás experimentando amor. Esta hormona mejora tu crecimiento y tu vitalidad. Cuando hay una imagen de amor, se liberan sustancias químicas que mejoran la salud de todo el sistema. Y por eso cuando alguien se enamora, los demás dicen: “¡Mira cómo brilla! ¡Mira cuán saludable se ve!” Esa salud es una expresión de la química en la sangre que viene de la imagen de amor de la mente.

Si abro mis ojos y veo una imagen que me asusta, no libero la química del amor, libero hormonas de estrés, libero hormonas que controlan mi sistema inmunitario y lo cierran. Son hormonas de protección. El miedo hace que diferentes hormonas vayan a tu sangre; esa sangre es llevada por las células y esas hormonas de información en la sangre controlan la genética de las células. No es cierto que seas una víctima de tus genes y que los genes controlen tu vida. En realidad, eres controlado por los pensamientos en tu mente, tus imágenes mentales.

Como dijo el Buda hace dos mil quinientos años, nos convertimos en lo que pensamos. Puede sonar algo raro que tus pensamientos estén controlando tu genética, pero casi todos conocen el efecto placebo. Tienes una enfermedad y el médico te dice que tiene una nueva medicina que te curará y te da una de esas pastillas especiales. La tomas y te recuperas, pero luego descubres que la pastilla era de azúcar. La curación no vino de la pastilla. La sanación vino de creer que esta nueva pastilla te iba a sanar. En realidad, la sanación vino de un pensamiento positivo. El efecto placebo es el mejor ejemplo de cómo tu mente controla tu biología. El efecto placebo está basado en el pensamiento positivo.

¿Qué pasa con el pensamiento negativo? Nadie habla de eso y es igualmente poderoso, controla tu biología. Mientras el pensamiento positivo te lleva hacia la salud, el pensamiento negativo puede crear todas las enfermedades que experimentan los seres humanos. En realidad, el pensamiento negativo puede matarte. El miedo mata. El pensamiento negativo pone sustancias químicas en la sangre que de hecho cierran tu crecimiento y te ponen en estado de protección. Y el problema es que cuando cerramos el crecimiento del cuerpo, comenzamos a enfermarnos, comenzamos a morir.

Originalmente, el miedo se usaba para huir de un tigre dientes de sable. Solo usábamos el miedo por un breve período de tiempo cuando éramos hombres de las cavernas como un mecanismo para huir del tigre. Una vez que estabas lejos del tigre, volvías a tu crecimiento. El miedo solo era usado unos diez o quince minutos como máximo. Sin embargo hoy, en el mundo actual, vivimos con las noticias en la televisión, el diario e Internet. Todo está basado en el miedo. Lo relevante es que ahora estamos viviendo en el miedo las veinticuatro horas del día, siete días a la semana, los trescientos sesenta y cinco días del año. En otras palabras, la respuesta al miedo de cerrar tu crecimiento duraba solo unos minutos y luego volvíamos a la salud, pero en el mundo de hoy estamos en constante miedo y en estado de protección la mayor parte del tiempo. El problema es que la naturaleza no nos diseñó para permanecer mucho tiempo en el miedo porque interfiere con nuestra vitalidad. El problema hoy es que todos están tan asustados de perder el trabajo, perder dinero, perder la salud, que estos miedos comienzan a cerrar el crecimiento.

Entonces, mientras hablamos del efecto placebo, el pensamiento positivo creando sanación, en ciencia nos referimos al pensamiento negativo como el efecto nocebo. Y esto es un hecho. Menos del uno por ciento de las enfermedades tienen efectos genéticos. Más del noventa por ciento de las enfermedades son causadas por el estrés, y el estrés es el resultado de vivir en el miedo, de vivir en el mundo donde te sientes inseguro. Y como resultado, nos pasamos la mayor parte del tiempo con sustancias químicas que vienen de nuestro cerebro que está cerrando el cuerpo para prepararlo para correr. O como le decíamos en el colegio al sistema suprarrenal, “Pelear o Huir”. Cuando siempre estamos listos para correr, pelear o escapar, paramos el crecimiento, inhibimos el sistema inmunitario, y las hormonas del estrés de hecho cierran el sistema inmunitario por una sencilla razón: el sistema inmunitario usa mucha energía. Si alguna vez estuviste enfermo, tenías muy poca energía y no podías levantarte de la cama.

¿Por qué es tan relevante el sistema inmunitario cuando estás tan estresado? Porque cuando estamos estresados estamos listos para correr, pelear o escapar (huir del tigre dientes de sable). Protegerte toma mucha energía. Cuando las hormonas del estrés son liberadas en el cuerpo, conservan la energía de pelear o huir, cerrando cualquier sistema que esté usando energía que no es necesaria para la huída. El sistema inmunitario es la protección desde adentro. El sistema suprarrenal -de donde vienen las hormonas de estrés- es la protección desde afuera.

Si tenemos miedo de lo que está pasando en el mundo a nuestro alrededor, las hormonas del estrés cierran el sistema inmunitario para conservar la energía y al hacerlo nos da la suficiente energía para huir del tigre dientes de sable. El efecto de las hormonas del estrés es tan grande en el sistema inmunitario que los médicos, a los pacientes que están por recibir un trasplante de órganos, les dan hormonas de estrés. Esto cierra su sistema inmunitario para que cuando se produzca el trasplante de un órgano ajeno, el sistema inmunitario del receptor no trate de matar las células extrañas. Solo piensen en eso. Para el resto de nosotros no se trata de conseguir un órgano. Tomemos conciencia de que mirar las noticias, estar asustados por lo que está sucediendo en el mundo, está cerrando nuestro sistema inmunitario. Por eso, el estrés es el responsable de la mayoría de las enfermedades en este planeta.


Lo que tenemos que reconocer ahora es:

Nº 1 – No somos controlados por los genes, somos controlados por las hormonas de crecimiento. La sangre y la química es controlada por el cerebro, pero la química que es liberada por el cerebro está controlada por las imágenes en nuestra mente. Por eso es tan importante para nosotros dejar de poner el foco en las cosas negativas del mundo, porque cada vez que pensamos algo negativo estamos liberando esas hormonas que cierran el crecimiento en el sistema inmunitario y nos está llevando hacia la enfermedad.

Ahora bien, tenemos que entender algo sobre la mente. Recuerda que la mente está llevando una imagen que controla nuestra biología. Hay una sola imagen de la mente, pero es un error, hay dos mentes. Está la mente consciente que está conectada con tu espiritualidad, tu identidad, tu singularidad. Es creativa, es la mente con deseos y anhelos. Y en contraste, hay una mente subconsciente. Subconsciente significa que está debajo de la conciencia. Es la mente de los hábitos y opera cuando no estamos prestando atención y creo que es una mente muy importante. Necesitamos tener hábitos para sobrevivir.

¿Cuándo aprendiste a caminar? Antes de los dos años. ¿Has tenido que aprender a caminar otra vez? No. Ahora que tengo más de setenta años no tengo que aprender a caminar. Mi subconsciente tiene memoria de cuando tenía dos años. No digo: “Necesito caminar”. Simplemente tengo que tener la idea de ir a un lugar. La mente apretará el botón del hábito y estaré caminando sin siquiera pensarlo. La primera vez que manejaste un auto tu mente estaba preocupada mirando los medidores, el tablero, lo que sucedía en la calle, escuchando el motor, prestando atención a los pedales, a la gasolina, a los frenos. Y después de haber estado manejando por un tiempo ni siquiera piensas en esas cosas. Pones las llaves en el auto y en lo único que piensas es en llegar a donde sea que vayas y ni siquiera estás prestando atención al manejo, puedes estar hablando con el pasajero y ni le prestas atención al camino. Tienes que agradecerle a la mente inconsciente porque una vez que aprendes algo y lo practicas, se convierte en un hábito. Puedes hacer lo que haces sin siquiera prestarle atención. La ciencia ahora reconoce que solo el cinco por ciento del día estamos operando desde la mente consciente, la creativa, la que tiene tus deseos y anhelos.

Si te preguntasen qué quieres tener en la vida, tal vez contestarías: “Quiero tener una relación maravillosa”. “Quiero tener salud”. “Quiero tener un gran trabajo”. Estas respuestas vienen de tu mente consciente. Y si quieres llegar a estos destinos: salud, felicidad, amor, tienes que operar desde la mente consciente porque es la que tiene las ideas creativas. Pero como la ciencia revela, solo el 5% del día estamos operando desde la mente consciente. El 95% del día viene de programas, de hábitos que tenemos en nuestra mente subconsciente. Ahora bien, ¿por qué es un problema importante? Porque ahora sabemos que la conducta básica en la mente subconsciente está programada antes de los siete años. Desde que nacemos hasta los siete años, la mente está grabando conductas o mirando a otras personas. Las conductas que están en la mente subconsciente no vinieron de tus deseos y anhelos, vinieron de mirar a tu madre, a tu padre, a tus hermanos, a tu comunidad. Esto es relevante porque las conductas de la mente subconsciente no vinieron de tus deseos y anhelos, vinieron de observar a otras personas. Por lo tanto, las conductas de la mente subconsciente no reflejan lo que quieres, reflejan lo que has aprendido de otras personas. El problema, según nos dicen los psicólogos, es que más del 70% de los programas en la mente subconsciente son negativos, desempoderantes, de auto sabotaje y limitantes. El 70% de las conductas sabotea tu vida desde el subconsciente. El 5% de tu vida viene de la conciencia creativa, deseos y anhelos, el 5% es cuanto te estás moviendo hacia lo que quieres. 95% de tu vida viene de esos terribles programas en el subconsciente.

“Yo revisaría si estuve ejecutando malos programas”, dices. Y yo digo no. Cuando estás pensando, la mente consciente deja de prestar atención a lo que está sucediendo afuera, porque pensar es un trabajo interno. Si te pregunto qué harás el martes a una hora determinada, la respuesta no está afuera, está adentro. En ese momento no estoy prestando atención al entorno. ¿Qué tal si estoy caminando por la calle? ¿Paro porque no quiero ir hacia un árbol? No. Cuando la mente consciente está pensando, todo lo demás está siendo controlado por un piloto automático que es subconsciente.

Hace veinte años que cuento una historia en mis disertaciones porque todos la comprenden. Estoy seguro que en tu vida has tenido algún amigo muy cercano, conocías su conducta y a sus padres. Y un día le dices a tu amigo que es igual a su padre y luego te retractas porque él te responde: “¿Cómo puedes compararme con mi padre? ¡No me parezco en nada a él!” Todos ven que tu amigo se comporta como su padre, él es el único que no lo ve porque tu amigo está ejecutando el programa que adquirió de su padre. Cuando está en esa conducta no la ve porque su mente consciente está pensando.

La vida que llevamos no viene de lo que queremos, la vida que experimentamos viene del subconsciente, pero no vemos ese comportamiento. Entonces, si estamos saboteándonos, no vemos que lo estamos haciendo. Todo lo que vemos es el resultado. “No encontré el amor hoy”. “No conseguí el mejor trabajo hoy”. “No me volví saludable hoy”. Eso es lo que ves. Y dices: “El Universo, la Naturaleza, no me dieron el éxito, Soy una víctima de la Naturaleza”. Ese es el problema, nuestra propia conducta está saboteándonos, pero no lo vemos. Y por eso sentimos que somos víctimas.

La historia que te estoy contando es como la película La Matrix. En la historia de La Matrix, todos están programados. Y es verdad, porque cada niño que nace es programado en los primeros siete años de su vida y ese es el momento en el que descargamos la conducta observando a otras personas. Los jesuitas lo dijeron hace cuatrocientos años. “Dame un niño hasta los siete años y te devolveré al hombre”. Lo que les decían a las personas era que cualquiera sea el programa que pongan, ese será el programa que usarán y con el que crearán sus vidas. Y este es el acuerdo más importante.

Como en la película La Matrix, todos hemos sido programados y el 70% del programa es de auto sabotaje. En la película puedes tomar una píldora roja y cuando la tomas, sales del programa. Aquí hay una verdad interesante. La mayoría de nosotros ya ha tomado la píldora roja en algún momento. Sucede cuanto te enamoras. Piénsalo. Tu vida puede ser mala, cada día la misma vida que no quieres. Y luego un día te enamoras y veinticuatro horas más tarde estás viviendo el cielo en la tierra. La vida es tan bella y estás muy enamorado, todo el mundo brilla, estás tan feliz, no hay problemas. Eso se llama Efecto Luna de Miel. ¿Por qué mi vida estaba tan mal y veinticuatro horas después de conocer este amor de repente estoy en el cielo en la tierra? Porque la ciencia ha reconocido que cuando te enamoras es como si tomases la píldora roja. Dejas de usar el programa y comienzas a crear una vida con la mente consciente, que son tus deseos y anhelos. En cuanto te enamoras, dejas de usar programas de sabotaje y comienzas a crear con tus deseos y anhelos. El resultado es el cielo en la tierra.


La conclusión es que si dejamos de usar programas negativos y empezamos a crear desde la mente consciente en lugar del 5% comenzamos a crear al 90%. ¡Nuestra vida cambia instantáneamente hacia una vida saludable y feliz, una experiencia del cielo en la tierra!

Al seguir operando desde nuestra mente subconsciente nos convertimos en víctimas del programa, pero cuando dejamos de usar la conducta subconsciente y estamos atentos, mantenemos nuestra mente en el presente. Tu mente consciente en el presente te convierte en un creador y cuando eres un creador, creas el cielo en la tierra.

La simple realidad es que la experiencia de enamorarse es la misma que la de tomar la píldora roja. Te sacó del programa y te dio poder sobre la creación. Si entiendes cómo usar ese poder, puedes tener el cielo en la tierra todos los días de tu vida durante el tiempo que vivas, porque estás en tu mente consciente, la creativa, la que atrae salud, alegría y amor. Cuando volvemos a pensar otra vez, volvemos al programa. Y es por eso que la luna de miel no dura para la mayoría de las personas. Solo dura mientras mantengas tu mente en el presente, pero después de un período de estar enamorado, el mundo real regresa y tienes que pensar en tu trabajo, las cosas que tienes que hacer. Y en cuanto empiezas a pensar, la mente consciente deja que los programas subconscientes tomen el control. Esos son programas negativos y en ese momento desaparece la luna de miel.

El mensaje importante es que eres muy poderoso creando tu vida, lo único que no has comprendido es que los primeros siete años son de programación. Y el subconsciente toma sus conductas de allí. Es lo que controla nuestra genética, nuestro comportamiento y nuestras experiencias de vida. Y si sales de esos programas inconscientes simplemente manteniéndote consciente, de repente creas el cielo en la tierra.


Entonces, el mensaje de la nueva biología es cómo mantenemos el cielo en la tierra como una forma de vida.

Nº 1: Mantente consciente, pero es muy difícil porque tenemos que pensar demasiado.

Nº 2: Podemos cambiar los programas en la mente subconsciente. Podemos escribir nuevos programas y no mantener los programas que tenemos desde que éramos niños. Cuando aprendes cómo escribir los programas en la mente subconsciente, ¿qué tal si pones el programa que amas, el programa que te da felicidad y alegría? Piénsalo de este modo: El 95% del día podrías pensar en lo que sea que quieres y el piloto automático de tu mente inconsciente, con esos nuevos programas de amor, operará para ti el 95% del día y creará el cielo en la tierra cada día, cada hora, por el tiempo que vivas.

Tu libertad no es cambiar tu genética con productos químicos y drogas y ciencia como esa. Tu libertad es cambiar tu mente. Tu mente es la creadora y tú eres una persona muy poderosa.

Puedes cambiar el programa de tu subconsciente al tomar el poder sobre tu vida. Y esto es importante porque solíamos pensar que si tienes una nueva creencia en tu mente consciente, automáticamente cambiará el subconsciente, pero no es cierto. La mente consciente y la subconsciente no aprenden del mismo modo.


Hay tres formas principales de entrenar el subconsciente para cambiar:

Nº 1: La hipnosis. Puedes hacerlo todas las noches poniéndote auriculares cuando te vas a la cama y pasas un programa con una nueva creencia que quieres que sea real. Cada noche, simplemente escucha el programa y después de cierta cantidad de noches, el subconsciente tendrá un nuevo programa, Eso es la hipnosis.

Nº 2: La repetición. Aprendemos nuevos programas repitiendo una y otra vez. Si quieres cambiar tu vida tienes que repetir lo que quieres. Digamos que no eres feliz, pero cada día te repites a ti mismo: “Soy feliz, soy feliz, soy feliz”. Mediante la repetición creamos un nuevo hábito en la mente subconsciente, que dice “Soy feliz”. Y la parte importante es que como la mente subconsciente está controlando tu vida el 95% del tiempo, si tienes un programa “Soy feliz”, estás pensando que el subconsciente está pasando el programa y automáticamente te hará feliz. Al principio dices “Soy feliz”. Tu mundo no se ve feliz. Y sigues repitiéndolo. Hay una frase que dice en otras palabras: “Pretende que eres feliz, repítelo y en algún momento te volverás feliz.” Eso es un hábito.

Nº 3: Energía psicológica. Es muy importante y es nueva y comprende lo que llamamos el súper aprendizaje. Ese súper aprendizaje significa que puedes descargar una nueva creencia en cinco o diez minutos. Entonces, con energía psicológica puedes crear un nuevo programa que te dé salud, o felicidad, o lo que sea que desees. Usando estas nuevas modalidades psicológicas puedes escribir un nuevo programa en unos minutos. Nos han dado un don ahora, el de cambiar la conducta rápidamente.


Gracias por estar conmigo. Espero que esta introducción te dé una pequeña visión sobre el poder que tienes de crear el cielo en la tierra. No es un accidente. Tú eres el creador. Y cuando entiendes cómo funciona el mecanismo, el cielo en la tierra puede ser un evento de todos los días y para todos. Gracias.



FLOW SUMMIT
Bruce Lipton
31 de julio de 2021
https://www.flowsummitespanol.com/day-4/





Fuente:
www.trabajadoresdelaluz.com
29 de setiembre 2021