Algunas décadas atrás, el pensamiento
científico negaba la existencia de cualquier tipo de campo energético humano.
Desde ese entonces, los científicos han cambiado de opinión completamente.
Ahora saben con absoluta certeza que existe un campo de energía.
Como la nueva tecnología ha avanzado, han podido
probarlo y encontrarlo con seguridad. Por ejemplo, un dispositivo llamado el
magnetómetro SQUID, puede detectar los pequeños campos magnéticos creados por
las actividades bioquímicas y fisiológicas del cuerpo.
Utilizando este dispositivo, los científicos han
aprendido que todos los tejidos y órganos del cuerpo producen vibraciones
magnéticas específicas. Los llaman campos biomagnéticos. Esta es información
bastante nueva, un conocimiento no muy difundido todavía.
De hecho, los científicos ahora saben que el
campo electromagnético del corazón es tan poderoso que tú puedes hacer una
lectura precisa del EKG (electrocardiograma) a tres pies de distancia del
cuerpo.
La lectura se puede hacer desde cualquier punto
del cuerpo y cualquier punto del campo electromagnético, puesto que el campo
mismo contiene la información en tres dimensiones o forma holográfica. Los
médicos de hoy saben lo que les enseñaron sus profesores, quienes aprendieron
de sus profesores antes que ellos y así sucesivamente. La medicina occidental
es empírica. Está basada en la observación. Si algo no puede ser observado, no
puede ser verificado. Si no puede ser verificado, entonces no es verdadero.
A pesar de sus desventajas, los médicos que
siguen el modelo de la medicina occidental a menudo han estado atrás de los
avances médicos más brillantes de la historia. Se destacan en el desarrollo de
importantes métodos de tests de precisión, procedimientos quirúrgicos avanzados
y tecnología avanzada. Este modelo tiene tremendos aciertos pero también tiene
sus desventajas.
Tan lejos como en los años ’40, Dr. Harold Saxon
Burr, un distinguido investigador médico de Yale, insistió con que la patología
podía ser detectada en el campo de energía del cuerpo mucho antes que los
síntomas físicos comenzaran a emerger. A pesar de no tener las habilidades o
técnicas para hacerlo él mismo, Burr propuso que las enfermedades podían
prevenirse ajustando o manipulando el campo de energía. Sus colegas médicos
pensaban que sus ideas parecían poco probables y rebuscadas, probablemente porque
cuando estaban en la facultad de medicina no les enseñaron que esto podía ser
posible.
La importancia del campo de energía no es
todavía tomada en cuenta en las prácticas médicas tradicionales de occidente,
es por ello que el paciente a menudo sufre de manera innecesaria, debido a la
falta de una propicia atención de las causas subyacentes de su enfermedad.
Recientemente, sin embargo, muchas prácticas de
sanación no tradicionales han pasado de ser ridiculizadas a ser respetadas.
Esto se debe parcialmente a que la tecnología ha mejorado y los científicos han
podido experimentar de manera más precisa; y en partes, porque estos métodos
alternativos de sanación realmente funcionan.
Actualmente, la ciencia dominante está incluso
comenzando a reconocer la existencia de los meridianos de energía utilizados
por los antiguos médicos chinos por miles de años. La acupuntura en particular
está siendo reconocida por su poder energético de sanación, aunque no sea
completamente entendida por la comunidad médica. Ajustes quiroprácticos, los
cuales remueven la interferencia nerviosa, están también demostrando tener
beneficios significativos y duraderos en tratamientos clínicos, algo que los médicos
quiroprácticos y los pacientes han sabido por más de 100 años.
Existe abundante evidencia para demostrar que el
cuerpo humano es una entidad energética, vibrante, emocional y espiritual. El
antiguo enfoque mecanicista demuestra ser más y más limitado y simplista a
medida que aprendemos acerca de la naturaleza de la energía y del universo, y
cómo todo está en permanente comunicación con todo lo demás. Como destaca Simon
Mitchell en su libro Don’t Get Cancer (No tenga cáncer):
* Una filosofía de la medicina que es sobre
dependiente en la logica pero limitada por las drogas y la cirugia es
fundamentalmente defectuosa. Los actos de la lógica siempre se basan en el
análisis, es decir, desglosan un “todo” en sus partes constitutivas y examinan
a cada una de manera minuciosa. Los enfoques reduccionistas no ven la
conectividad y el parentesco de todas las cosas. Como resultado esta filosofía
nos ofrece “curas” que a menudo son tan peligrosas y destructivas como la
enfermedad misma.
Hoy estamos en un punto de inflexión en la
historia de la medicina. Con los descubrimientos de la física cuántica y la
biología molecular que demuestran que todo es energía y que todo está
relacionado, se ha abierto una puerta.
La investigación científica está siendo
permanentemente llevada a cabo y continúa confirmando una y otra vez que somos
seres de energía y que hay una fuerza inteligente en funcionamiento con el
universo.
La investigación continuará corriendo los
límites de lo que sabemos acerca del campo energético humano.
Mientras lo hace, estoy convencido de que la
base energética del pensamiento humano va a ser más claramente comprendido y
que, al final, el fenómeno de las emociones atrapadas será reconocido por la
comunidad científica por el daño que causa.
Mientras la tecnología siga avanzando, los
científicos y los médicos se darán cuenta de manera inevitable lo importante
que es mantener al cuerpo en un estado de equilibrio. Las técnicas de sanación
energéticas y magnéticas que los médicos alternativos ya utilizan serán
integradas de manera esperanzadora a la medicina convencional para brindar la
mejor, más completa y suave sanación. Hay mucho por aprender a través del
estudio de la energía del cuerpo humano y nosotros somos los que nos vamos a
beneficiar con ello.
Recuerda que no hace mucho tiempo, los
científicos no reconocían que el cuerpo humano tenía un campo de energía, ¡y
mucho menos que nuestra salud dependía de él!
Todos los métodos de sanación son válidos y
tienen su lugar. En el futuro, vislumbro un mundo donde lo mejor de todos los
enfoques posibles se combinará para beneficio de la humanidad.
Extracto de: EL CÓDIGO DE LA EMOCIÓN
Dr. Bradley Nelson
Fuente: www.trabajadoresdelaluz.com