Despertar de la matriz de la propaganda,
es como ser conservador:
con frecuencia te disgusta la sociedad
y hacia dónde parece dirigirse.
Pero a diferencia de un conservador,
te disgustan los problemas reales
en lugar de las tonterías imaginarias...
Colonialismo de asentamientos
Consumismo...
Muchos derechistas advierten urgentemente que nuestra sociedad está al borde de sumergirse en una distopía autoritaria de pesadilla, pero si estás realmente desconectado del adoctrinamiento del imperio, entiendes que,
la distopía ya está aquí, y ha estado allí durante mucho tiempo.
La inmensa mayoría de la gente de nuestra sociedad,
ya piensa, habla, trabaja, compra, gasta, vota,
...y se comporta prácticamente exactamente como la clase dominante ¡quiere que lo haga...!
Si nos pusieran microchips en el cerebro que les permitieran controlar totalmente nuestras mentes, nos moverían más o menos de la misma manera que lo hemos hecho durante generaciones...
No comprenderás lo horrible que es vivir en una sociedad donde todos marchan al ritmo incesante del lucro y la dominación.
Crees que está bien y es normal que la gente viva toda su vida con toda su identidad en torno a su carrera y a las metas que ha alcanzado en el transcurso de ella.
No notas nada extraño en la forma en que la propaganda y la publicidad moldean psicológicamente las vidas humanas para que se identifiquen principalmente como trabajadores y consumidores, y para que sean encarcelados o dejados sin hogar si no pueden o no quieren ser martillados en esas formas.
Cuando te quitas las anteojeras, ya no puedes ignorar esas cosas.
Eres plenamente consciente de que tus gobernantes están desatando un sufrimiento insondable sobre extranjeros cuyas vidas importan tanto como la tuya, y de que se están infligiendo atrocidades en tu nombre que son tan horribles como lo serían si estuvieran sucediendo en tu vecindario.
Estas cosas te repugnan y te indignan.
Toda esta distopía te repugna.
La forma en que la gente en tu vida regurgita sin pensar propaganda de guerra sobre esta o aquella nación atacada por el imperio.
La forma en que las películas y los programas de televisión fabrican el consentimiento para este paisaje infernal.
La forma en que casi todos los productos con los que interactúas llegaron a tu vida a través de actos depravados de explotación internacional.
La forma en que ninguno de los artistas que has admirado parece remotamente interesado en la verdad o la justicia, y no ofrecen nada más que distracción insulsa en bonitas formas.
Las elecciones...
La publicidad...
La falsedad...
La forma en que todo el mundo siempre está corriendo en círculos frenéticamente tratando de evitar experimentar incluso un solo momento de ¡verdadera sinceridad...!
Cuanto más y más lúcido te vuelves, más insalubre parece.
es aullar como un animal herido... como una erupción primordial, ante esta cosa retorcida en la que se ha convertido nuestra especie.
Esto no significa que te vuelvas amargado y hastiado, al menos no si sigues dedicado a la experiencia de la verdad.
El amor.
La conexión humana real.
La belleza atronadora del mundo natural.
El deleite crepitante de las vistas, sonidos, olores y sensaciones crudas que conlleva vivir una vida humana en este planeta, incluso en las manifestaciones más densas de nuestra locura.
¡Romance verdadero, si te atreves...!
¿Cómo podrían estarlo?
La devoción a la verdad puede volverse desagradable.
Puede volverse incómoda.
A veces es francamente agonizante.
Pero es el único camino hacia un mundo saludable...
Sólo podemos comenzar a avanzar hacia la salud al enfrentarnos a la verdad, por desagradable que sea.
Nuestro futuro como especie consciente se encuentra al otro lado de algunas confrontaciones que nos llevan muy lejos de nuestras zonas de confort.
Llegamos al nirvana ('extinción de las pasiones') a través del samsara ('corriendo en círculos')...
Fuente: https://www.bibliotecapleyades.net/