Un incesante bombardeo mediático euro-americano supone a Rusia imperialista, codiciosa y brutal.
La "demonización" de Vladimir Putin (quien obtuvo sobre 80 por ciento de los votos en 2024) es parte del relato del supuesto "peligro del oso ruso"...
La rusofobia es ideología 'totalitaria' en buena parte de Europa, donde los medios noticiosos rusos están bloqueados y prohibidos.
La Unión Europea trata de seguir existiendo usando como pretexto la amenaza rusa, y varias potencias europeas se rearman e intensifican su militarismo.
El fenómeno del odio y el miedo a Rusia, podría provocar una guerra.
Más bien el inmenso país ha sido continuo objeto de estrategias imperialistas:
es 'demasiado' grande y se interpone en los empeños occidentales de dominación global.
El imperialismo occidental le atribuye ser imperialista (como él), pero generalmente Rusia ha vivido de su trabajo nacional, más que de explotar otros pueblos.
La URSS expandió este rasgo:
propulsó el poder del trabajo y las fuerzas productivas y cementó la unidad entre pueblo y estado.
Desde la antigüedad hasta la revolución de 1917 en Rusia predominó la propiedad colectiva de la tierra - mir - en comunidades campesinas, incluso sobre la propiedad de los clanes.
Desde el Medioevo el estado ha hecho las veces de dirigente de la economía.
Sólo en el siglo XVI adjudicó tierras a los nobles.
No conllevó la gran propiedad privada - que empezó la servidumbre - una fragmentación, como el feudalismo de Europa, sino más unidad nacional.
Siervos y propiedad privada coexistían con la propiedad colectiva.
Más aún, careció de la represión y violencia de la iglesia occidental.
En Occidente la opresión religiosa fue tan intensa - en alianza con el estado y las clases altas reaccionarias - que provocó la revolución científica del siglo XVI al XVIII un(a),
curiosa combinación de lucha por la salvación y lucha por el dinero
fuerte individualismo (que el protestantismo impulsó)
masificación y normalidad de la neurosis
idealización de 'la revolución'...
La función principal de la iglesia rusa continuó con la monarquía - los zares - que unificó el estado tras la lucha contra los tártaros.
Pero es intrincada la relación entre identidad nacional, cultura popular y religiosidad. Stalin debió revivirla ante la amenaza nazi.
Acentúa el misticismo y las relaciones comunitarias.
Sus iconos se remiten más al sentimiento intuitivo, la conciencia moral, la comunidad y la tradición que al virtuosismo artístico individual de Occidente.
Su presencia nacional ritual y moral contrasta con el énfasis de la iglesia católica romana en,
la autoridad y la coerción, la jerarquía, la catequesis, las reglamentaciones y la salvación de cada individuo por su cuenta.
En el occidente del imperio romano - y de la cristiandad antigua - la esclavitud había sido central en la economía, dominada por los latifundios.
El sistema de crueldad y guerra implicado en la esclavitud, y el gran volumen de ésta, instalarían en la cultura occidental una indiferencia al sufrimiento.
Instituciones latinas de derecho, gobierno y militarismo daban orden al enorme edificio social.
Con el siglo XVI, en la colonización de América y otras regiones, resurgió la unidad entre iglesia, ejército y esclavitud.
(El estado español, forjado en guerra contra los musulmanes, fue el más militarista y coercitivo de la cristiandad.)
Financiada por los bancos, la conquista de América,
procuraba oro para suplir el creciente comercio europeo, análogamente a la Roma antigua, donde la producción latifundista engrosó una economía de dinero en expansivas ciudades y comercio de larga distancia y de lujo.
En el este bizantino la esclavitud era mínima y existía sobre todo en actividad domiciliaria y artesanal urbana.
Las instrucciones de la iglesia de proteger los esclavos se aplicaron más en el este que en el oeste.
En Rusia la milenaria posesión colectiva y comunitaria de la tierra, ajena a la impulsividad financiera, comercial y militar occidental, protegía - relativamente - la fuerza de trabajo y los medios de producción, incluidos implementos de trabajo, animales, y la tierra.
En el XVIII y el XIX los zares pretextaron llevar el cristianismo para anexar países aledaños.
En varias regiones fueron juntas extensión religiosa y rusificación.
La burguesía nació dependiente del capital occidental.
Como los 'oligarcas' que aparecieron en la década de 1990, aquella burguesía se formó unida a Occidente.
No hubo una clase capitalista rusa separada del imperialismo occidental que necesitara acumular capital a costa de otras naciones; ni la economía rusa descansó en imperialismo alguno.
Su sector bancario era pequeño.
La monarquía rusa llamó al Imperio Otomano el 'viejo enfermo de Europa', pero también Rusia era un viejo enfermo. Inglaterra y Francia la asediaron para arrebatarle Crimea (que Rusia había quitado a los otomanos en 1783).
La guerra de Crimea de 1853-56 fue una matazón extraordinaria:
murió medio millón de seres humanos...
Indiferente al sacrificio humano, la alianza franco-británica persistió a pesar de la tenaz resistencia rusa, las enfermedades y la torpeza y chapucería de los mandos británicos, que reflejaban la insensibilidad y mediocridad de su aristocracia.
Las potencias occidentales buscaban repartirse lo que pudieran del decadente imperio turco - lo cual lograron a principios del siglo XX - y también del ruso. Las deudas de Inglaterra y Francia para su guerra en Crimea fueron monumentales.
El fenómeno mediático dio impulso a la rusofobia.
Todavía hoy medios de Internet reproducen la alegación de Inglaterra y Francia de hace 170 años, de que,
Rusia buscaba ocupar Estambul, de lo cual no hay evidencia, y que intervinieron por noble solidaridad con los (musulmanes) otomanos, un tipo de pretexto que después se ha repetido muchas veces.
El cuento de Joseph Conrad (de 1906), en que se basa la película, no dice que la embajada fuera rusa.
En las décadas de 1990 y 2000 decenas de películas americanas identificaban los rusos con mafias, atrocidades criminales y 'oligarcas'.
Ninguna aborda la reorganización social de Rusia después del colapso de la URSS y del desorden que el neoliberalismo produjo allí por varios años.
El simplismo académico, mediático y teórico norteamericano ignora los esfuerzos de los países para zafarse del control imperialista, y supone que toda nación grande es necesariamente imperialista.
Así, un 'imperio soviético' crearía el campo socialista en Europa oriental después de 1945.
Se formó con propósitos de defensa y un mercado alterno, reproducir el socialismo - según aquel concepto - dentro del área que la URSS controló militarmente (en acuerdo con Washington y Londres), y ayudar a movimientos socialistas y de liberación nacional.
Los países del este eran satélites de la URSS, pero el bloque se había organizado para fomentar el desarrollo socioeconómico de estos países, no para enriquecer la URSS.
Entre los grupos comunistas dirigentes de esos países había diferentes grados de sumisión y consenso.
Más bien apoyaron su desarrollo infraestructural de largo plazo.
El concepto dominante daba prioridad a industria, agricultura, infraestructura y reproducción de la fuerza de trabajo. Es de suponer que si Alemania oriental, Checoslovaquia o Hungría hubiesen estado fuera del campo socialista, hubieran creado velozmente fuerzas productivas - siguiendo el mercado capitalista - para su beneficio individual, y gozado de un consumo (con deuda) superior al del bloque.
En la URSS fueron agudizándose dificultades referentes a,
la erradicación total de la empresa privada desde los años 20
la débil solvencia intelectual y moral del grupo dirigente durante y después de la dictadura de Stalin
economías subterráneas y corrupción
grandes gastos en defensa por la hostilidad imperialista
la tensión entre construir una economía nacional y apoyar movimientos de otros países
Con la revolución informática y digital, Occidente obligaba a mayor competividad.
'En cincuenta años el país fue de una producción industrial que era sólo 12 por ciento de la de Estados Unidos a una que era el 80 por ciento; y a una producción agrícola que era 85 por ciento de la estadounidense.
Aunque el consumo per cápita soviético se mantuvo más bajo que en Estados Unidos, ninguna sociedad había elevado los estándares de vida y consumo de toda la población tan rápidamente, en un periodo tan corto. El empleo estaba garantizado.
Educación gratuita era accesible a todos, desde el jardín infantil a la escuela secundaria (general, técnica y vocacional), la universidad y escuelas nocturnas.
Además de matrícula gratuita, los estudiantes de post-secundaria recibían estipendios.
Los servicios de salud eran gratuitos para todos, con cerca del doble de médicos por persona en comparación con Estados Unidos.
Trabajadores que sufrieran heridas o enfermedad tenían su empleo garantizado y licencia por enfermedad.
A mediados de la década de 1970 los trabajadores, en promedio, gozaban de 21.2 días laborables de vacaciones y eran gratuitos o subsidiados centros de vacaciones, sanatorios y campamentos de niños.
Las uniones obreras tenían poder para impedir el despido de un trabajador o reclamar el cambio de un gerente.
El estado regulaba todos los precios y subsidiaba el costo de los alimentos básicos y las viviendas. El pago de renta constituía sólo entre 2 y 3 por ciento del presupuesto de una familia; y de agua y energía entre 4 y 5 por ciento.
No existía la segregación de viviendas por causa del ingreso.
Aunque algunos vecindarios se reservaban a altos funcionarios, era común que administradores, enfermeras, profesores o conserjes vivieran en el mismo vecindario.
El gobierno incluía el crecimiento cultural e intelectual en el esfuerzo para aumentar los niveles de vida. Los subsidios estatales mantenían a un mínimo los precios de libros, publicaciones y actividades culturales.
Los trabajadores a menudo poseían bibliotecas, y una familia, en promedio, estaba suscrita a cuatro publicaciones.
La UNESCO informó que en la URSS los ciudadanos leían más libros y veían más películas que en los demás países del mundo.
Cada año el número de personas que visitaban museos equivalía casi a la mitad de la población, y el número de asistentes a teatros, conciertos y otros espectáculos sobrepasaba el de la población.
El gobierno hizo un esfuerzo concertado para elevar el nivel de alfabetización y los estándares de vida en las áreas más atrasadas, y estimular la expresión cultural de los más de cien grupos nacionales que conformaban la Unión Soviética.
Por ejemplo, en 1917 en Kirguizia una entre 500 personas podía leer y escribir, y cincuenta años después prácticamente todas podían'.
Después de colapsar la Unión Soviética en 1991, sobrevino un 'capitalismo gangsteril', aunque los políticos y los medios de difusión de Estados Unidos y otros países imperialistas lo celebraron como un triunfo de la democracia.
Keener y Kenny señalan que la presunta 'transformación democrática' y 'vibrante economía de mercado', que Occidente había celebrado, fue un chiste grotesco.
'Un informe de Naciones Unidas de 1998 indicó:
"Ninguna región del mundo ha sufrido reveses tan graves en los años 90 como los países de la ex-Unión Soviética y de Europa del este".
Las personas en condiciones de pobreza aumentaron en más de 150 millones, una cifra mayor que la población combinada de Francia, Reino Unido, los Países Bajos y Escandinavia.
El ingreso nacional disminuyó,
"drásticamente" ante "una inflación rampante como ninguna otra en el mundo".
En Failed Crusade, el historiador Stephen F. Cohen fue más lejos.
En 1998, señala, la economía soviética, dominada por gánsgsters y extranjeros, era la mitad de lo que era a principios de la década; la carne y los animales dedicados a productos lácteos eran una cuarta parte; los salarios eran menos de la mitad.
El tifus, la tifoidea, el cólera y otras enfermedades alcanzaban proporciones epidémicas.
Millones de niños sufrían malnutrición. La expectativa de vida masculina se redujo a los 60 años, como estaba a fines del siglo XIX.
En palabras de Cohen,
"la desintegración económica y social de la nación ha sido tan grande que ha llevado a una inaudita des-modernización de un país del siglo XX".
Ante el fracaso catastrófico del camino de Rusia al capitalismo, las celosas discusiones sobre los problemas inevitables del socialismo perdieron bastante sentido'.
Socialism Betrayed - Behind the Collapse of the Soviet Union
En 'la Rusia de Putin' - como suelen decir los comentaristas occidentales - el estado volvió a tener la dirección de la economía:
Es dueño de los bancos principales y compañías importantes, notablemente de energía.
El desarrollo de la economía nacional es prioridad.
El dominio estatal de la banca permite asignar recursos en una planificación estratégica.
El estado persuade o coacciona los grandes inversionistas para que se ajusten a las estrategias del gobierno y al interés nacional, y exige a empresas privadas que le sometan sus proyectos para aprobarlos.
Favorece la sustitución de importaciones, la autosuficiencia y el proteccionismo.
La economía rusa viene creciendo sostenidamente.
En 2024 la tasa de pobreza bajó a 7.2 por ciento; la de desempleo era 2.3 por ciento.
Los subsidios gubernamentales por desempleo son modestos.
Persiguen inducir al regreso al trabajo.
No escasean las grandes fortunas.
El capital privado domina el renglón de la vivienda.
Existe un seguro médico universal público y mandatorio para todos los ciudadanos.
También medicina privada para quienes prefieran pagar por ella.
Desde 2022 Washington y la Unión Europea hicieron a Rusia el país con más sanciones económicas.
Pero esto produjo más lealtad nacional de las clases trabajadoras y empresas privadas, y mayor hegemonía estatal de la economía.
Fuente:https://www.bibliotecapleyades.net