* Video - Tan lejos, tan cerca. Conversación de los Ángeles.

(1993) Alemania tras la caída del muro.

Una película interesante de ver si es que se tiene posibilidad de conseguir.

Tan lejos, tan cerca 1993 - Trailer. Conversación de los Ángeles.
https://youtu.be/BwGmfbmNKKY

¡Tan lejos, tan cerca! – In Weiter Ferne, so Nah
https://zoowoman.website/wp/movies/tan-lejos-tan-cerca/

No somos ni la luz ni el mensaje. Sólo somos mensajeros.
Sep. 09, 1993 - Alemania - 144 Min.

Sinopsis
Dos ángeles de la guarda vuelan sobre Berlín.
Son invisibles y están llenos de benevolencia, pero no pueden intervenir en la vida de los hombres.
Entonces Cassiel, el ángel de las lágrimas, se convierte en un ser humano para saber cómo sienten y perciben el mundo las personas...
Secuela de “El cielo sobre Berlín” (Der Himmel über Berlin, 1987), también dirigida por Wenders.


El análisis de una película como Tan lejos, tan cerca, dirigida por Wim Wenders en 1993, tiene que tener presente, necesariamente, dos condicionantes que inciden sobre ella: la responsabilidad de un director como Wenders con unas claves muy definidas a lo largo de su filmografía, y la referencia al mundo contemporáneo de los últimos años y en concreto a la reunificación alemana tras la caída del muro de Berlín.

No podemos olvidar que la personalidad de Wenders le llevó a singularizarse dentro de las coordenadas en que se desenvolvió el llamado «Joven Cine Alemán» de finales de los años sesenta y principios de los setenta. En aquel movimiento tuvieron cabida cineastas tan distintos como Rainer Werner Fassbinder, Margaretha von Trotta, Hans. J. Syberberg o Jean Marie Straub que, a la larga, representaron con sus películas algunos de los caminos más interesantes del cine contemporáneo.

Wenders ha desarrollado desde aquellos años una carrera profesional compleja en la que, sin embargo, encontramos algunos rasgos que adquieren especial singularidad.

La perenne discusión entre la germanidad de sus películas y la indudable dependencia admirativa de deter minadas claves de la cultura norteamericana (no sólo del mundo del cine) ha hecho que en muchas ocasiones sus filmes fueran vistos como elementos híbridos que testimoniaban el cruce cultural al que se habían visto sometidas muchas generaciones alemanas de la segunda posguerra mundial.

Junto a ello es indudable que en las obras de nuestro director se produce la colisión entre la presentación de un mundo muy concreto, reconocible y en el que los personajes adquieren en muchas ocasiones un gran sentido de inmediatez, con una profunda y radical carga simbólica que hace que en ningún momento podamos detenernos en la mera valoración de un primer nivel y que sea necesario recurrir a las interpretaciones que pongan de manifiesto aquello que subyace tras las imágenes. Ello se une a un claro sentido «político» de muchas de las obras que evidencia la preocupación social de Wenders por encima de lo que podría parecer un mero cine esteticista.

Por último, el tema tantas veces resaltado del «movimiento continuo» de los personajes wenderianos nos hace pensar que se trata de una situación que supera lo meramente anecdótico y que se convierte en un claro detonante psicológico de los propios personajes y de la búsqueda continua de sentido a sus vidas.

Al referirnos a Tan lejos, tan cerca podemos establecer una reflexión en la que muchas de las características que hemos apuntado se encuentran presentes, poniendo en evidencia la pervivencia de una manera de entender el cine por parte de Wenders a lo largo de los años.

La referencia al mundo alemán actual se nos hace evidente ya desde las primeras imágenes berlinesas; sin embargo, la presentación de una ciudad fácilmente reconocible no le lleva a caer en un realismo simple e inmediato, sino que establece una parábola sobre el mundo presente que le evita tener que subrayar de manera excesiva esa realidad que presenta. Claros ejemplos de ello son las referencias a la situación de la Alemania actual, que siendo pocas en número son, sin embargo, muy significativas (el rechazo del taxista a ir a una calle del Berlín Este o el tráfico clandestino de productos muy diversos).

Para realizar esta reflexión simbólica Wenders ha retomado una serie de personajes que ya nos había presentado en Cielo sobre Berlín (1987), en concreto los ángeles Cassiel y Daniel. Estos ángeles establecen una serie de puntos de contacto con el mundo real (el salvamento de la niña lleva a Cassiel a tomar cuerpo humano), lo que da pie a la visión crítica de la realidad cotidiana; la falta de adecuación del Cassiel a los acontecimientos de la vida (el consumo de alcohol, la necesidad de tener documentación, etc.) son punto de partida para reflexionar sobre la dureza de nuestra vida y las condiciones en que nos vemos inmersos casi sin darnos cuenta.

Pero a lo largo de toda la obra el director entrecruza los puntos de vista de los seres angélicos (Cassiel, Rafaela y el mismo Daniel a pesar de tener asumida la condición humana) con los mucho más prosaicos de las personas, de tal manera que la estructura narrativa avanza merced a la alternancia de estas perspectivas.

Tampoco podemos dejar de lado una serie de elementos que podrían considerarse más superficiales pero que adquieren una sentido especial en una obra como Tan lejos, tan cerca y, sobre todo, de la mano de su director.

La utilización de una serie de actores carismáticos dentro del cine alemán contemporáneo como son Bruno Ganz, Otto Sanders, Rudiger Vogler y Nastassja Kinski, y a los que Wenders ya había recurrido en otras ocasiones, se mezcla con la presencia de actores de contexturas interpretativas muy diferentes como los clásicos alemanes Heinz Ruhmann o Harts Buchholz, junto a intérpretes de la escuela anglosajona como Willem Dafoe o Peter Falk.

En la lucha entre simbolismo y realismo que subyace a lo largo de todo el film destaca también el uso que hace Wenders del color y el blanco y negro. El director mantiene un cierto respeto a la tradición que se ha dado en diversas obras de la historia del cine de ofrecer el mundo no real a través de tonalidades grises, reservando los colores para el mundo inmediato. Ello nos lleva a que esta visión del mundo angélico sin tonalidades cromáticas nos permita comprender de manera bastante exacta el deseo de estos seres por aproximarse a los hombres y a la «riqueza» de su vivir que se nos ofrece como mucho más exhuberante y, hasta si queremos decirlo de manera simplista, mucho más apasionante.

Y junto a ello la música; la admiración de Wenders por el mundo del rock le lleva a utilizar este tipo de música de manera preferente a lo largo del film, con canciones de U2 o Lou Reed. Pero todo ello adquiere un sentido extraordinario a través de la presentación en directo del concierto de este último intérprete y, sobre todo, del uso que se hace de la canción «Why can´t I be good», que en momentos precisos del desarrollo de la acción y de manera especial en el final y los títulos de crédito, subraya el contraste de visiones que pueden ofrecerse sobre una realidad muy concreta como es la Alemania de los años noventa.


Ficha técnico-artística

Título original: In weiter Ferne, so nah (Alemania, 1993).

Producción: Road Movies Filmproduktion y Tobis Filmkunst.

Director: Wim Wenders. Guión: Wim Wenders, Ulrich Zieger y Richard Reitinger. Productor: Wim Wenders. Fotografía: Jürgen Jürges. Música: Laurent Petitgand. Montaje: Peter Przygodda.

Intérpretes: Otto Sander, Peter Falk, Horst Buchholz, Nastassja Kinski, Heinz Rühmann, Bruno Ganz, Solveig Dommartin, Rudiger Vogler, Lou Reed, Willem Dafoe, Mijail Gorbachov, Marijam Agischewa, Tom Farell, Monica Hansen, Henri Alekan. 144 minutos. Blanco y negro y color.



Ángel Luis Hueso
Universidad de Santiago de Compostela




Fuente:
www.trabajadoresdelaluz.com
06  setiembre del 2020