Comunicaciones relativas al espíritu y al plano espiritual
Como ya les hemos contado, nuestros espíritus deben pasar por varias vidas para ir evolucionando. Esto se desarrolla a través de un plano de siete niveles. Cada espíritu tiene su propio proceso y su desarrollo va a depender del comportamiento que tenga en cada una de sus vidas. Una vez que el cuerpo muere, el espíritu tiene diferentes alternativas de ubicación en el mundo espiritual, dependiendo de muchos factores, a veces difíciles de comprender por nosotros los humanos. Para explicárselos nos ayudaremos de algunas comunicaciones que hemos tenido en diferentes sesiones. Empezaremos con la transcripción de una que nos fue muy útil para entender algo de este gran mundo espiritual.
Elizabeth tuvo un sueño en que entraba a una casa. En ella había un pasillo por el cual caminaba, veía muchos objetos y cuadros antiguos. Al final de éste había una gran puerta metálica que la atraía, pero le producía miedo y angustia traspasarla. Cuando preguntamos a los maestros por este sueño, nos dijeron que detrás de esta puerta encontraríamos muchos conocimientos nuevos, pero que ahora no era el momento de pasar.
Nuestra curiosidad por saber qué había detrás de aquella puerta nos llevó a programar una sesión en la que trataríamos de pasar.
Dirijo a Elizabeth hacia aquella puerta; una vez que está ahí, me dice que la ve y que en las esquinas hay dos ángeles muy grandes que cuidan la entrada.
Andrés: ¿Ellos son ángeles de protección?
Elizabeth: Protegen lo que está adentro y vigilan a los que van a pasar, solo algunos pueden pasar.
Andrés: Pregunto a estos ángeles si tenemos la autorización para pasar. Que te permitan pasar, siempre protegidos por Dios, Jesús y todos los maestros.
Elizabeth: Hay uno que tiene una trompeta, que cuando se abra la puerta para que entre alguien, la toca para avisar que va a pasar.
Andrés: Quiero que pidas la autorización y te pido que pases, sin miedo, sin angustia... Muy bien.
Elizabeth: Sentí una puerta, pero hay una gran neblina.
Andrés: ¿Sonó la trompeta?
Elizabeth: Él la levantó, pero yo no la escuché.
Andrés: Muy bien, gracias por permitirnos pasar por esta puerta. Muy tranquila, Elizabeth, yo estoy contigo. Dios, Jesús y los maestros están contigo, quiero que vayas avanzando y me cuentes qué es lo que ves, sientes o escuchas.
Elizabeth: No veo porque hay neblina en el pasillo; es un pasillo inicial, pero hay mucha neblina.
Andrés: Avanza, avanza. ¿Notas la presencia de alguien, sientes a alguien? ¿Qué sientes? ¿Sientes frío, calor, amor, miedo, angustia?
Elizabeth: No, siento paz.
Andrés: Eso es importante; entonces sigue avanzando, sigue avanzando por este camino nuevo que se nos abre.
Elizabeth: Veo un maestro que es como un monje que me va a acompañar, no sé cómo se llama. Él dice: “Este es el misterio de la vida y de la muerte. No todos lo pueden reconocer o visualizar, tienes que estar muy tranquilo para conocer las etapas que existen entre la vida y la muerte”.
Andrés: ¿Hacia dónde te lleva este maestro? Él es un maestro, ¿verdad?
Elizabeth: Él dice que es un guía, no sé si para ellos es lo mismo un guía que un maestro. Es un guía para traspasar el umbral.
Andrés: ¿Tiene nombre este guía?
Elizabeth: Dice que se llama Elías.
Andrés: Muy bien, Elías, gracias por estar con nosotros y por guiar a Elizabeth por este camino hacia ese conocimiento. Te pedimos que la guíes hacia ese lugar.
Elizabeth: Él dice: “Más allá de la puerta hay muchos pasajes intrincados que el alma tiene que atravesar hasta acercarse al tribunal superior. Éste la recibe para analizar sus obras terrenales durante la vida que le tocó vivir; una de las tantas por las cuales el alma ha tenido que atravesar. En este tribunal se van a analizar los detalles de esa vida. Si son buenos, podrás tener un pasaje directo hacia la presencia de Dios. Si no lo son tanto, quedarás en una etapa intermedia donde tengas tiempo para arrepentirte de todo lo malo que has hecho, donde podrás pensar en lo que tienes que devolver a las personas que contigo convivieron con las cuales tú bueno no fuiste. Una vez pasado este período, el tribunal te vuelve a analizar. También en esta etapa puedes decidir en cuánto tiempo más estarías preparado para regresar a devolver lo que tú quitaste o lo que tienes que retribuir por defectos de esa vida recién terminada.
Hay muchos que acá se desesperan, porque quisieran atravesar rápidamente hasta la presencia de Dios. Es lo que uno espera al final del recorrido. Allá es todo gloria y majestad, cerca de Dios todo es bendito, todo es bueno. No hay ninguna pena que te corroa el alma o te haga sufrir. Es por eso que al final de este túnel todos son felices y las almas que se quedan en el lugar intermedio desean traspasar lo más rápido que puedan este nivel para llegar a la cercanía de Dios.
Hay algunas que quedan acá por mucho tiempo, no por el tiempo de ustedes, sino que por el tiempo de acá del espacio. Esto las desespera, las vuelve inquietas, se mueven en un ambiente entre la Tierra y el Cielo, no saben a dónde ir. Pero éste es su “castigo”, es el tiempo de meditación que no hicieron en la Tierra. Allá no se dieron cuenta o no tuvieron conciencia, o voluntariamente hicieron un mal. De modo que acá en este espacio hay tiempo para que se arrepientan y para que decidan con quién y a quién tienen que retribuir en una vida próxima. Hay algunas almas que piden quedar en este tiempo meditativo por un espacio largo, hay otras que se arrepienten rápidamente y quieren regresar luego y devolver el daño que han causado, quieren evolucionar más rápido”.
Andrés: ¿Le puedo hacer preguntas a Elías?
Elizabeth: Creo que sí, no sé.
Andrés: Después de morir, ¿todas las almas llegan a este tribunal de justicia, o solo algunas?
Elizabeth: Todas llegan, dice.
Andrés: Entonces, el cuerpo muere, el alma sube y llega ahí.
Elizabeth: Para saber el camino a seguir de esta alma es imperativo que pasen por el tribunal superior a analizar todas sus obras. Esto está dicho, esto está escrito en muchos libros. Es así, no lo tienen que desconocer. Quiéranlo o no, las almas tienen que pasar por el tribunal. Llámalo tribunal kármico o como tú quieras, son los jueces que observarán y analizarán tu vida terrenal última. Te preguntarán por las misiones que te ha dado Dios o los maestros, y también querrán saber si las cumpliste o no. Si no lo has logrado, te darán otra oportunidad y otra vuelta a la Tierra tendrás. Hay algunas almas que no tienen misión, que solo pasan por la vida sin encargos especiales. Pero hay otras que se les ha designado alguna tarea. Las que no tienen una misión específica, solo tienen que vivir los momentos que se les han dado en la Tierra. Ojalá lo vivan en paz, armonía y tranquilidad.
Si es así, su tránsito por esta etapa intermedia más rápido será y se elevarán hasta traspasar el nivel para llegar junto a Dios. Estas son almas, si tú quieres, bastante favorecidas. Todo a su paso es equilibrado, tranquilo y no necesitan un tiempo de rehabilitación o estadía en el plano intermedio. Aventuradas estas almas que han sido asignadas a vivir de esta manera, hasta sus cosas terrenales transcurren sin grandes complicaciones. Tú habrás podido ver personas que son así, alegres, tranquilas, no tienen complicaciones. Tú las puedes observar desde lejos y preguntarte qué suerte que tiene fulano, o por qué este otro o esta otra, tan felices y tan tranquilas sus vidas son, sin inconvenientes terrenales, y así transcurre hasta el día de su muerte, en que atraviesan rápidamente los planos y llegan hasta Dios.
Quizá son almas para equilibrar o ayudar a equilibrar el ambiente que las rodea o las personas que con ellas conviven, ya que su espíritu es tan tranquilo, es tan templado, que nadie puede incurrir frente a ellas en discordia o en peleas o problemas terrenales. Están rodeadas como de un halo de luz permanente que impide que todas estas incomodidades las traspase; son almas favorecidas.
Andrés: Hay algo que no entiendo. Tú me dices que esta alma pasa a estar cerca de Dios. ¿Esto ocurre cuando ya ha evolucionado y pasado este primer plano de siete niveles, o después de cada vida, si esta ha sido buena, pasa cerca de Dios y después vuelve con otra misión?
Elizabeth: A veces son almas que solo una vida pueden transcurrir en esta tierra y el resto permanecer elevadas junto a Dios. Otras veces son enviadas posteriormente a otra vida con una misión especial, o solamente podemos llamarlas almas catalizadoras, que son como para equilibrar el lugar donde se desenvuelven o el ambiente en el cual conviven; solo llámalas así.
Andrés: Pero, por ejemplo, los maestros que están trabajando con nosotros, ¿son almas que ya se elevaron a Dios, o están en el proceso también?
Elizabeth: Estas son almas diferentes, son almas que vinieron a la Tierra con una misión. Muchas de ellas las cumplieron a costa de mucho sacrificio; muchas, a veces, con dolores físicos, como los santos u otros que han tenido grandes sufrimientos corporales o espirituales en esta tierra. Eran objeto de una misión designada, ya sea por los maestros o nuestro Padre. Si cumplieron su misión, van a adelantar y cada vez más cercanos al nivel de la divinidad van a estar. Será decisión de Él si los deja como maestros para que, desde planos elevados, vuelvan a ayudar a distintas personas, o retornen para cumplir otra misión específica si hubiese muchas complicaciones en la Tierra. Otras veces se acercan a algunas personas para indicarles en forma directa la labor a cumplir. A medida que van avanzando los tiempos y nos vamos acercando al final de ellos, algunos de estos maestros pueden ser enviados nuevamente bajo distintas envolturas físicas a cumplir misiones muy especiales.
Andrés: Entonces hay almas que pueden pasar directamente, elevarse y quedarse al lado de Dios. No necesariamente pasan a ser maestros o tienen que volver, sino que pueden llegar directamente allá. ¿Pero tienen que haber tenido una evolución positiva de su alma, no solamente en esa vida, sino que en otras también?
Elizabeth: Como te dije, a veces son vidas únicas. Estas almas tan puras y transparentes no necesariamente tienen que volver y volver a la rueda de la vida. Algunas pasan solo para equilibrar ambientes, para dar paz y alegría a los que los rodean. Quizás algunos son los santos que ustedes conocen, solo han sido buenos, tranquilos, transparentes, equilibrados, sin complicaciones terrenales; pero son almas igual designadas por Dios, muy limpias, sin malas intenciones, solo catalizadoras.
Andrés: ¿Pero ésas son la minoría?
Elizabeth: Son pocas, sí, pero existen.
Andrés: Elías, de acuerdo a lo que nosotros hemos aprendido de nuestros maestros, existe un primer plano que tiene siete niveles evolutivos del alma durante el proceso de aprendizaje vida tras vida. Y una vez que ha completado este séptimo plano pasa a otro, donde no necesita encarnar. Allí comienza su trabajo como ayudante o maestro. Mi pregunta es: ¿todas las almas hacen este recorrido, salvo las que tú mencionaste que pasan directamente, o hay otras posibilidades?
Elizabeth: Hay otras posibilidades. Algunas almas se quedan por mucho tiempo en el plano de preparación, de meditación. Después de un tiempo, pueden volver rápidamente a encarnar, otras permanecen en este plano esperando nuevas posibilidades. También hay algunas que pasan hacia el plano superior donde Dios está, y desde ese lugar pueden orientar o guiar a personas y, en algunas oportunidades, ser reenviadas a la Tierra con misiones muy, pero muy especiales. El Papa es uno de ellos.
Andrés: ¿Qué significa ser uno de ellos?
Elizabeth: Que su espíritu es muy evolucionado y fue enviado nuevamente para tratar de estabilizar la Iglesia. Es uno de estos espíritus que, con una misión muy especial, no solo sirvió de maestro desde arriba, sino que fue enviado al plano terrenal para complementar una labor muy necesaria en la Iglesia Católica, donde se han desvirtuado algunos conceptos.
Andrés: Entonces, se supone que todas las almas cruzan este pasillo donde está Elizabeth ahora.
Elizabeth: Más allá del pasillo está el espacio y más allá de este espacio intermedio está la luz divina.
Andrés: ¿Hasta dónde puede avanzar, Elizabeth, hasta dónde se le permitirá avanzar ahora?
Elizabeth: Solo permaneceremos en el pasillo para aclarar conceptos y dudas. Llegar hasta el fondo es complicado.
Andrés: Complicado, pero no imposible.
Elizabeth: Complicado y de preparación previa. No solo este proceso de las almas es el que podemos ver, que podemos estudiar o analizar cuando termine o pasemos este pasillo. Al final de él hay varias puertas más y cada una tiene detrás su secreto que envuelve muchos conocimientos que están ocultos para muchos y abiertos para unos pocos. Por eso te digo que tienes que tener un tiempo previo de preparación para ir recibiendo todos estos conocimientos.
Andrés: Entonces, ¿en estos momentos podemos llegar solo hasta el pasillo y no es posible acceder a ninguna de las puertas del conocimiento?
Elizabeth: Confórmate con esta primera entrada. Poco a poco iremos abriéndoles las otras puertas. Ustedes quieren tener todos los conocimientos enseguida, pero ni siquiera meditan los que anteriormente han recibido. Quieren avanzar sin estudiar y analizar todo el resto de los materiales recibidos. El apuro no es bueno en estos conocimientos, todo tiene que escucharse y meditarse con tranquilidad.
Andrés: Estamos en eso, Elías. ¿Qué más me puedes decir, qué otro conocimiento me puedes entregar desde ese lugar al cual nosotros podamos acceder en este momento?
¿Tú eres un espíritu que ha vivido en la Tierra?
Elizabeth: Sí, hay diferentes personas que están tratando de traspasar esta puerta. Yo soy el encargado de acompañarlas y explicarles los misterios iniciales. Hay otros más adelante que conducen hacia las otras puertas que poco a poco irán abriendo para ustedes y para otras personas. Algún día se encontrarán o toparán con otros que también han tenido estos conocimientos y podrán conversarlos y analizarlos en conjunto.
Andrés: ¿Este lugar donde estamos ahora tiene algún nombre? ¿Cómo se le llama a este pasillo?
Elizabeth: Camino hacia el tribunal superior.
Andrés: ¿El tribunal superior es el ente más elevado antes de Dios?
Elizabeth: Es un grupo importante que decide quién pasa y quién no el umbral hacia Dios. Él quiere espíritus puros y limpios, sin remordimientos, sin sensaciones terrenales, solo espíritus transparentes.
Andrés: ¿La idea es que llegue un momento en que todas estas almas que Dios creó vuelvan a Él?
Elizabeth: Va a haber un momento en que la mayoría de las almas van a estar cercanas a Dios. No te podemos decir aún cuándo será, pero cada día hay más grupos de almas que van traspasando estos umbrales, porque han cumplido su misión en la Tierra.
Los que no pasan por este camino, esos que ya cumplieron se van por el lado. Piénsalo como aquellos alumnos que están eximidos en los exámenes de sus estudios. Pasan por el lado del tribunal.
Andrés: ¿Pero eso quién lo decide, ellos mismos?
Elizabeth: Ellos ya saben quién cumplió o quién no.
Andrés: Elías, ¿conoces a los maestros que nos han guiado en este proceso? ¿Sabes quiénes son?
Elizabeth: ¿Por qué crees que estoy acá, si no es por solicitud de ellos, para acompañar a esta persona que logró atravesar la puerta por primera vez? Tenemos conciencia que es de gran preocupación, inquietud y miedo tratar de traspasar el umbral, pero una vez que lo hiciste necesitas al otro lado un guía que te acompañe y te ayude a concentrar las preguntas y las ideas que necesitas aclarar. Ese soy yo. Soy enviado por sus maestros, a solicitud de ellos estoy acá ayudándoles a contestar y aclarar sus dudas.
Andrés: Gracias por habernos ayudado a atravesar esta puerta. Antes de dejarte, ¿quieres decirnos algo más?
Elizabeth: Ya salí de ahí, estoy en la luz blanca, no sé cómo, pero de repente me encontré atrás. Está Avalon.
Andrés: Hola, Avalon. ¿Quieres decirnos algo de esta experiencia que acaba de tener Elizabeth?
Elizabeth: La curiosidad de ustedes cada día los está empujando más y más hacia los misterios profundos del Universo y de la Creación.
Andrés: Pero no hay problema que lo hagamos, ¿verdad?
Elizabeth: Igualmente nuestra autorización tienen que tener. No se adelanten a los pasos convenidos en vuestro proceso. Como tú querías atravesar por curiosidad, mandamos al guía para que la acompañara a ella y no estuviera sola en este pasadizo en el cual pueden ocurrir hechos que son atemorizadores para las almas que incursionan en él.
Andrés: ¿Atemorizadores? ¿Por qué es peligroso?
Elizabeth: Por visiones. Pueden ver almas debatiéndose entre la vida y la muerte, entre el paso al Más Allá y la estadía terrenal. Es por eso que le pusimos una niebla, para que no viera lo que ocurría a su alrededor, hasta que viniera Elías a soportar esta incursión en estos terrenos.
Andrés: Entonces, Avalon, el mundo que está arriba, digo arriba por ponerlo en algún lugar, es bastante...
Elizabeth: Es complejo, Andrés, es complejo y difícil de comprender.
Andrés: Pero también es real, con situaciones que se viven aquí en la Tierra.
Presentarse ante tribunales, el ser sometido a un juicio, tener miedo de querer pasar y no querer hacerlo. Se mantienen muchos de los sentimientos y sensaciones que uno tiene como humano.
Elizabeth: Es una etapa de transición, algunas sensaciones se repiten. Acuérdate de lo que les hemos dicho de las almas que se aferraban a la Tierra, porque murieron en forma brusca y no tuvieron tiempo de resignarse, ni recibir consuelo para ayudarlas a traspasar el umbral de la muerte. Las que mueren bruscamente siempre están con la incertidumbre y el deseo de seguir su vida terrenal, estas almas sufren hasta que logran aceptar su situación.
Andrés: ¿Pero eso es antes de poder presentarse al tribunal?
Elizabeth: Antes, es como un peldaño antes para esta gente.
Andrés: Entonces, tiene que haber un proceso...
Elizabeth: Hay un nivel muy inicial de traspaso del umbral entre la vida y la muerte, estas almas se pueden quedar en este umbral pensando en que pueden retornar a la Tierra.
Andrés: ¿Podríamos decir que en este plano hay diferentes niveles?
Elizabeth: Si quieres llámalos niveles, si quieres llámalos peldaños, son distintas etapas que se van traspasando.
Andrés: Por así decirlo, cuando uno llega al tribunal de justicia debe haber hecho méritos para acceder a él. Hay situaciones en las que ni siquiera se puede llegar a presentar delante del tribunal de justicia. ¿Es así?
Elizabeth: Una de estas situaciones es de los que mueren en forma brusca o de los que se suicidan.
Como una forma de ejemplificar algunos de estos lugares del plano espiritual que hemos mencionado, les contaremos lo que nos ocurrió en dos sesiones en que se presentó un espíritu no elevado.
Una vez que Elizabeth alcanzó el estado de relajación, y Andrés pide la presencia de nuestros maestros, Elizabeth comienza a decir:
Elizabeth: Es que hay un espíritu metido aquí... ¡Sácalo, no es bueno!
Andrés: Le pido a ese espíritu que se vaya, le pido a Avalon y Heraldo que nos protejan de este espíritu que ha venido.
Elizabeth: Tiene una capa negra y un turbante negro... ¡No, es como raro, me da una sensación extraña!
Andrés: Muy bien. Le pido a Avalon y Heraldo, que son espíritus del plano superior, que protejan a Elizabeth de cualquier espíritu maligno o de cualquier entidad no relacionada con ustedes y con el plano superior. (Pausa).
Heraldo o Avalon, cuéntenme que ha pasado ahora.
Elizabeth: Espíritu extraño ha tratado de introducirse en esta sesión, no confíen en él.
(Elizabeth se queda callada, yo le pregunto qué pasa y me dice: Se me puso todo en blanco)
Andrés: ¿Pero ves a Avalon y Heraldo?
Elizabeth: Se me fue Heraldo, está Avalon no más. No sé qué pasó con Heraldo.
(Pausa)
Este espíritu dice: “Solo quiero oración para elevarme a planos superiores. No es mi culpa estar acá; estoy en un plano no evolucionado; necesito ayuda vuestra para poder ascender”.
Andrés: ¿Cuál es tu nombre?
Elizabeth: Ibrahim.
Andrés: Muy bien, nosotros vamos a rezar por ti, pero ahora te voy a pedir que te retires y nos dejes para continuar con nuestra sesión, nosotros rezaremos e intercederemos por ti con los maestros del plano superior. Elizabeth, ¿ya se fue?
Elizabeth: Sí.
Andrés: Muy bien hecho, Elizabeth; ahora te voy a pedir que te vuelvas a conectar con Avalon y Heraldo. ¿Están ahí?
Elizabeth: Solo Avalon.
Andrés: ¿Quieres hacernos algún comentario de lo que acaba de pasar?
Elizabeth: Existen espíritus transeúntes que pueden haber encarnado muchos milenios atrás, pero como tú sabes no hay tiempo ni espacio y han permanecido en un ámbito oscuro por mucho tiempo, sin poder alcanzar la luz. Esto se debe a negatividad propia, por falta de oración en el momento de desprenderse su alma del cuerpo, o porque no han podido volver con la rueda karmática a devolver las malas acciones. Este espíritu no fue bueno, o sus acciones no fueron satisfactorias en su vida. No tuvo oportunidad de devolver lo que debía, no ha retornado a la Tierra a cumplir las necesidades de devolver sus karmas. Nadie por él pidió, nadie por él rezó. Necesita luz y oración. Soliciten su traslado a planos superiores, donde el juicio se lleve a efecto y su alma pueda, alguna vez, reencarnar y tener expiación de las malas acciones por él cometidas. Ya no nos interrumpirá; ya se ha alejado. Pero rueguen por él, y así podrá subir hasta el plano del tribunal superior.
Allá será juzgado y se le permitirá su retorno a esta tierra a pagar sus karmas, y así su espíritu podrá liberarse oportunamente. Hace muchos siglos que está metido en ese plano oscuro.
Ustedes, hoy, un poco abiertos a estos planos han quedado, no ha habido un cierre completo de sus auras, por eso este espíritu a ustedes se acercó. Aprovechó esta oportunidad para recuperar su estado y poder volver a la luz.
Andrés: ¿Necesita de nuestro rezo? ¿No es suficiente que él lo pida, para que el tribunal superior acepte verlo? ¿Tanta necesidad del plano terrenal tienen estos espíritus, y ustedes, de nuestros rezos y nuestra oración?
Elizabeth: Los espíritus que no han sido elevados en su vida terrenal es muy difícil que asciendan. En algunas oportunidades permanecen en planos inferiores, oscuros, tal como permanecen los suicidas, que deambulan acá por tiempos indefinidos hasta que logran recoger una oración o un impulso que logre sacarlos de este plano y ayudarlos a traspasar la oscuridad para llegar al plano luminoso, al tribunal kármico, y solicitar su retorno a cumplir otras misiones para limpiar su karma y evolucionar en la parte espiritual.
Andrés: Entonces, nosotros deberíamos rezar y pedir siempre por todas estas almas perdidas.
Elizabeth: Es una buena intención; un medio de poderlas hacer traspasar. Ustedes no saben la cantidad de espíritus que existen en estos planos inferiores deseando llegar a la luz del Señor, pero no siempre les está permitido, a no ser que reciban luz de algunos seres que de ellos se acuerden o por ellos rueguen. No importa que sean familiares o desconocidos, siempre hay que hacer oración por los espíritus que están en este lugar que ustedes llaman Purgatorio. Este es un plano en el que no hay luz. Es un plano estático, en el cual el espíritu no se mueve, pero se incrementa en ellos el deseo de trascender.
Andrés: ¿Allá están todos los espíritus de las personas que han obrado mal en su vida terrenal?
Elizabeth: O que no han tenido la posibilidad de hacer un desarrollo espiritual y solicitar su elevación. Son buenos los rezos en las camas de los moribundos. Transmitan, cuando tengan oportunidad, el deseo de aquellos espíritus que están por transitar hacia la otra vida. Ayuden a solicitar su traspaso directo a la luz, no su permanencia en planos inferiores. Recuerden enseñanzas de cortar el apego a estos planos. En estas situaciones de transición hacia la eternidad no sirven los afectos terrenales que retienen a los espíritus, tienen que dejarlos avanzar, soltarles los lazos que los atan a esta vida o a las personas que los rodean.
Andrés: Entonces, Avalon, aprovechamos la oportunidad de pedir ante ustedes y ante Dios, que este espíritu Ibrahim pueda llegar al tribunal, de tal manera que ellos puedan evaluar y decidir su posición espiritual. Nosotros cumplimos nuestra labor de encomendarlo a ustedes y al plano superior, que Dios decida, pero al menos se le dé la oportunidad de llegar al tribunal.
(Pausa)
Elizabeth: Vino Heraldo también, nos dejó una luz azul, estamos metidos en un cubo de cristal azul... es para protección, dice, y luego agrega: piensen en este cubo de cristal azul, con luz azul no dejan penetrar a estos espíritus sueltos ni a ninguna mala influencia o negatividad. Además de la luz blanca que les hemos enseñado, usen la luz azul.
Andrés: Heraldo, ¿por qué te fuiste cuando llegó ese espíritu?
Elizabeth: Por molesta presencia.
Andrés: ¿Eso a ti también te puede afectar?
Elizabeth: Yo necesito espacio libre y transparente para estar con ustedes.
Posteriormente, en una de las sesiones que estuvimos con Jesús, Andrés pide por él.
Andrés: Jesús, no puedo dejar de pedirte también por un espíritu que anda deambulando. Se llama Ibrahim y nos pidió que rezáramos por él, para poder elevarse hacia el plano del tribunal, donde sea analizado su caso. Sentí pena, no sé quién es, he hecho un par de plegarias, y ahora te quiero pedir por él, por su espíritu, para que pueda elevarse, sanar y mejorar.
Elizabeth: Épocas muy largas o remotas este espíritu ha permanecido en los planos inferiores. Cuando Elizabeth lo vea con capa blanca en vez de negra, es el momento en que él atravesará hacia la luz de Dios.
Andrés: Pedimos que intercedas por él, me imagino que ya habrá pagado de alguna manera y está arrepentido; te pedimos que lo ayudes.
Elizabeth: Así como esta alma, existen otras que necesitan de vuestra ayuda. Hay seres que nunca tuvieron conciencia de Dios, ni de cosas buenas, ni tuvieron seres que por ellos rogaran cuando se murieron. Estas almas han quedado por tiempos prolongados en un plano inferior, sabiendo que existen otros niveles a los cuales podrían ascender para desprenderse de todas las culpabilidades y penas terrenales. Sin embargo, les faltan personas como ustedes que puedan ayudar a su migración hacia otros planos. Cuando tengan estas sesiones, siempre pidan y rueguen, sin importar identificaciones por los múltiples espíritus que moran en las tinieblas.
Andrés: ¿Esos son espíritus que han sido malos como personas? ¿Es como una forma de pagar?
Elizabeth: Sus culpas han sido tan importantes o grandes, que no han tenido ni siquiera la posibilidad de presentarse ante el tribunal de justicia divina, a fin de solicitar por sí mismos el perdón de sus culpas.
Andrés: ¡Qué increíble todo ese mundo! Un mundo...
Elizabeth: Un mundo no revelado a todas las personas que habitan el planeta. Poco a poco, ustedes irán conociendo, tal como otros, cuál es la existencia en los mundos que existen después de la muerte.
Bastante tiempo después, Andrés comenzaba otra sesión con Elizabeth, en que como de costumbre le pide que vaya al encuentro con los maestros. Entonces, Elizabeth comenta: “Está ese espíritu que una vez se presentó”.
Elizabeth: No sé qué es lo que quiere...
Andrés: ¿Lo reconociste? ¿Cómo se llama?
Elizabeth: Ibrahim.
Andrés: ¿Estás ahí, Ibrahim? Esta vez ya sabemos quién es y vamos a conversar con él. Cuéntanos: ¿Qué quieres, Ibrahim?
Elizabeth: Un espíritu abandonado fui. Necesito que ayuden a liberarme y a probablemente elevarme para solicitar nuevamente reencarnar, y volver a pagar mis deudas a esta tierra, o a liberarme completamente de lo que le debo a muchas personas.
Andrés: ¿Qué tenemos que hacer nosotros para ayudarte?
Elizabeth: Ustedes tienen sus maestros; por favor, pídanle ayuda a los más elevados para que, a través de ustedes y de ellos, yo me pueda liberar. Llevo siglos deambulando en la oscuridad.
Andrés: ¿Cómo es el lugar donde estás? ¿Cómo es esa oscuridad?
Elizabeth: Es solo oscuridad e incertidumbre. No sé dónde puedo ir; no sé si puedo volver o puedo subir. Solo estoy en un plano estático, sin perspectiva; quiero liberarme de esta atadura a esta oscuridad.
Andrés: ¿En ese lugar hay más espíritus como tú o te ves solo?
Elizabeth: Hay varios más que no tienen con quién conectarse. Yo tuve la suerte de encontrarlos a ustedes y comunicarme. No sé si se me permitió esta posibilidad o cómo la obtuve, pero el hecho es que cerca de ustedes estoy y son los únicos que me pueden ayudar.
Andrés: ¿Somos los únicos con los que te has contactado?
Elizabeth: Sí.
Andrés: ¿Y cómo llegaste a contactarnos? Trata de explicármelo.
Elizabeth: Hubo una apertura en el campo energético de ustedes que me lo permitió.
Tiempo hace que llevo buscando un medio para liberarme de la oscuridad.
Andrés: Permíteme entender. ¿Cómo captas esa apertura de nuestro campo energético?
Elizabeth: Difícil de explicar, pero hay caminos de luz que se abren a veces para almas como nosotros que estamos relegadas a este lugar.
Andrés: ¿Pero ese camino de luz te lo abrimos nosotros al entrar en esta sesión, o son caminos de luz por los cuales tú puedes pasar y ahí ver qué situaciones hay afuera?
Elizabeth: Hace un tiempo que yo con ustedes me comuniqué; por algún medio que no reconozco, logré entrar al camino de luz que ustedes tienen abierto. Así pude penetrar a este campo energético y con ustedes comunicarme. No me pregunten más cómo, yo no lo sé. Se me concedió esta oportunidad y tengo que aprovecharla. Es la única que se me presenta de salir de acá. Necesito que ustedes les soliciten a sus maestros que me ayuden, ya sea a traspasar este plano o a volver a encarnar para pagar todas mis deudas.
Yo sé que son muchas, fueron muchas personas a las cuales destruí. Malo fui en la vida terrenal que viví, pero ahora mi espíritu ha meditado. Llevo muchos eones en este plano, tiempo que ustedes no se imaginan. No he podido movilizarme. Estoy como amarrado, atado. Necesito movilizarme hacia el lugar más cercano a vuestros maestros o a otros espíritus que, como te dije, me ayuden a descender nuevamente o a elevarme y poder purificar mi alma.
Andrés: ¿En algún momento tuviste la oportunidad de presentarte ante el tribunal de justicia?
Elizabeth: Ellos ni siquiera me recibieron. Tan negra era mi alma que no me quisieron recibir. Me dejaron en este plano de estancamiento mantenido. Yo sé que hay otros caminos para evolucionar y así mi espíritu lo siente. Permítanme lograr esta evolución, yo sé que gracias a ustedes la podré tener.
Andrés: Desde el primer contacto que tuviste con nosotros hasta el de hoy, ¿ha mejorado en algo tu estado? Porque nosotros ya habíamos pedido por ti.
Elizabeth: Un poco más liviano me siento, pero quiero devolver toda mi deuda. No importa que me envíen en la forma más miserable de ser humano que pueda existir, porque yo la aceptaré.
Andrés: Muy bien, Ibrahim. Ahora te pedimos que te retires y nosotros vamos a pedir por ti a nuestros maestros. ¿Se fue?
Elizabeth: Está ahí, pero dice: gracias por permitirme a ustedes llegar, ya saben que son mi única esperanza para poder evolucionar.
Andrés: Muy bien, intercederemos por ti. Ahora te pedimos que te retires para poder conversar con nuestros maestros. Muy bien, Elizabeth. Ahora que ya se ha ido, quiero que te dirijas hacia la luz y vamos a pedir la presencia de nuestros maestros superiores.
Elizabeth: Están Avalon y Heraldo.
Andrés: ¿Quieren comentarnos algo con respecto al espíritu de Ibrahim?
Elizabeth: Heraldo dice: “Autorización nuestra tienen para ayudar a empujar a este espíritu tan torturado por sus malas obras terrenales. Recen por él, soliciten por la elevación de su alma. Nosotros también ayudaremos, ya que se le abrió este camino para lograr traspasar hacia planos mejores”.
Andrés: Muy bien, nosotros haremos nuestra labor y les pedimos a ustedes también que, como maestros elevados, lo ayuden e intercedan por él. Tal como lo escuchaban, está dispuesto a volver de la forma más miserable de ser humano; está absolutamente arrepentido y quiere evolucionar, quiere pagar todas las deudas por lo mal que actuó. Les pedimos vuestra ayuda y nosotros también rezaremos por él.
Elizabeth: Gracias a ustedes, paz finalmente su espíritu tendrá. Esto se les revertirá, produciendo también en ustedes un estado de paz y conformidad con ustedes mismos.
Extracto de MAESTROS ESPIRITUALES I
Mensajes y sanación
Salim Hodali - María Eugenia Muñoz - Erna Lueg
1a edición: febrero, 2015