Emmanuel - Las relaciones 1. Matrimonio y divorcio, familia, sexualidad

 - El propósito del amor humano consiste en despertar el amor a Dios.

La puerta de acceso al amor humano constituye un canal perfectamente aceptable para experimentar unas realidades más vastas, pues el amor es el amor.
Al aprender a amar os abrís al propio hecho de amar.

Dicho amor es dado al mundo de muchas maneras.

Al abrir vuestro corazón, tanto si lo hacéis a otro ser humano, a un animal, a un compromiso con la comunidad, o a una relación con vuestro entorno, constituye en cualquier caso un abriros al amor.

A lo largo de la historia de y la humanidad, ha habido ya muchas historias de la humanidad, las relaciones interpersonales entre hombres y mujeres han exigido muchas cosas distintas.

Lo más esencial hoy día es la honradez, la verdad y el amor.

Verdad y amor no pueden separarse.

Caminan de la mano.

Cuando uno duda de ser digno de ser amado, la verdad parece un anatema, para estar a salvo.

Pero cuando uno adquiere la seguridad de que, sin duda alguna, uno es la luz de la verdad y la hermosura, objeto de deseo y dulzura, exponerse a ser amado se convierte en un placer, y no algo temible.

En ese momento, las relaciones interpersonales pueden hacerse más y más profundas hasta alcanzar la maravillosa Unicidad.


- En torno a las relaciones entre hombre y mujer:

En este mundo humano en el que la dualidad es el lenguaje al uso, ved al varón y a la mujer no como eternamentes separados, sino como partes de vuestra persona, que vosotros mismos habéis elegido poner de manifiesto.

No sois extraños el uno para el otro.

Sólo sois parte uno de otro.

La parte que decidís habitar será una u otra, pues tal es la naturaleza de vuestro mundo humano.

Pues las relaciones entre hombre y mujer son, sencillamente, un modo más de buscarse a sí mismo.

El amor humano no es un sucedáneo del amor espiritual.

Se trata de una prolongación del mismo.

Cada vida y cada relación habida durante cada vida constituye una oportunidad de experimentar el amor.

Cuando os veáis mutuamente como al ser Divino y eterno que sois, no dejaréis de asombraros y de enorgulleceros de estar juntos.

No os dejéis engañar ni os permitáis ver en el prójimo la simple cáscara humana.

Ved antes bien al alma, la conciencia que lleva dentro.


- Alma gemela.

He aquí un tema sobre el que podríamos pasarnos horas y horas.

Cuando se habla de la verdad última, no existe ser humano que no sea tu alma gemela.

Extraños que habiten al otro extremo del mundo serán, en las raíces de su ser, uno solo contigo y tú uno con ellos.

¡Ojalá se fomentara esta idea en vuestro planeta!

No volvería a haber nunca más guerras, ni volvería a haber más choques de naturaleza dañina y destructiva.

Si se desea tener un compañero, ¿es mejor buscar dicha relación, esperar a que se dé por sí sola o intentar cultivar el distanciamiento mientras esperamos que se produzca?

De esto último, ni hablar.

Si os distanciáis de vuestros deseos, vuestros deseos no se verán nunca satisfechos.

Se limitarán a ser un apéndice que os pesará y os hará daño.

Aunque conscientemente anheléis tener un compañero, hay partes de vuestro ser que no lo desean, que rechazan esa idea, que se precipitan a cerrar la puerta que las otras partes de vuestro ser habían abierto con tanto cuidado.

Mirad a vuestro alrededor. Haced un poco de limpieza y descubriréis dónde radica vuestro temor, rechazo, negación, crítica y juicio; esas partes de vuestro ser que anhelan una intimidad física y emocional.

Cuando el espacio esté preparado, el compañero aparecerá.

Meditadlo.

Y después compraos el mejor vestido y poneos a bailar.

Cuanto más os alineéis con vuestra integridad, tanto más buscaréis la Unicidad con Dios y podréis así ser capaces de aceptar ese amor infinito, tremendo y terrible que afirma que vosotros y yo somos Uno.


- Existe en el mundo espiritual la polaridad a varon-mujer que se da en el plano físico?

En el mundo de la Unicidad no hay polaridades.

Los aspectos masculino-femenino están unificados.

En realidad no se es más varón que mujer ni más mujer que varón.

¿Existe, pues, la sexualidad en el mundo espiritual?

Si por "sexualidad" entendéis la sensación de Unicidad, de luz y de amor, de fusión sin límites, entonces sí.

Pero tal sensación se ha apartado de la sexualidad física y ha entrado de lleno en el corazón.

Hemos aprendido las lecciones que ofrecen la separación de lo físico y ya no lo necesitamos.


- ¿Cómo emplear el corazón para decidirse por una relación cuando parece que éste va en dos direcciones distintas?

Aun a riesgo de parecer hedonista, ¿por qué no sigues las dos?

En realidad, cuando uno está decidido a hallar la única relación eterna, aparece un peso en el corazón, que rechaza su propia sabiduría.

Tened cuidado con esto.

Sed alegres y celebrad el amor desde donde quiera que os llame.

¿Cómo ibais a distinguir la verdad de la falsedad, si no habéis probado lo que es ésta?

Se dan muchas encarnaciones en las que no hay lugar ni razón para la relación única y definitiva.

Recordad, queridos míos, esto no es el cielo:

¡Es un camino hacia el cielo!

Estad dispuestos a aceptar las limitaciones sin lamentos.

Vivís en un mundo finito.


- ¿Por qué hay tantos matrimonios que acaban en divorcio?

Pues porque las personas han acelerado su proceso de crecimiento.

Las almas se unen, no para permanecer juntas en el contacto físico, sino para crecer.

Una vez realizado ese crecimiento, lo que se ha dado, queda dado y las lecciones quedan aprendidas.

¿No os parece, pues, que es hora de irse?

Todo está en orden.

Que no os alarme el cambio.

Las cosas se aceleran no para caer en el pozo de la destrucción, sino para alcanzar el plano de la comprensión que andabais buscando.


Extracto de El libro de Emmanuel
Transmitido por Pat Rodegast