- El camino hacia la sanación (3a parte)
Comentario
Con la experiencia personal que he tenido sobre mí y con las personas a los que he donado las formas de sanación por mí conocidos, y a los que he estado cerca en las formas de sanación por ellos elegidas, he comprendido que no existe un medio o una forma de sanar justa o equivocada.
Solo ella puede elegir, y nosotros tenemos que estar muy atentos a no influenciar su elección de ningún modo.
Aunque le ofrezcamos algo milagroso, que podría sanarla al instante, en todo caso la sanación no ocurrirá si ella no está preparada, si no cree en cuánto le hemos ofrecido, si ha comprendido aquello que la enfermedad le está ayudando a comprender y a conocer.
Además he experimentado, que una técnica, una forma, un medio, puede completar anteriormente la sanación iniciada con las sanaciones anteriormente realzadas.
Éstas habían ’arado el terreno’, habían ya donado el despertar o las conciencias que aquella disonancia debía llevar.
El último tratamiento utilizado completaba sencillamente la obra.
Si primero no hubiera ocurrido cuánto era necesario, también ese medio no habría sanado.
Esto me ha permitido comprender cuánto, después de la elección de querer sanar, de hacer todo lo posible, de aceptar lo que ella comporta, es necesaria también la aceptación de la posibilidad de que la sanación no ocurra enseguida.
Esto, naturalmente, sea para uno mismo como para las personas que deseamos ayudar.
Pueden existir muchos motivos que impiden la sanación hasta cuando no sean reconocidos, incluidos y disueltos.
Algunos de estos son:
- Si la disonancia tiene el objetivo de hacer comprender una lección, permanece hasta el momento de la comprensión de la misma.
- Si la disonancia es una coartada para no asumirse la responsabilidad de una determinada cosa o situación, la persona la retendrá, conscientemente o no.
- Si la disonancia es un medio para tener ventajas, o es un modo para volver a llamar atenciones, para recibir Amor, para hacer que alguien cuide de si, ella quedará hasta que la persona no elegirá de pedir todo esto de una manera más clara.
- Si la persona enferma está en un momento de evolución por que no está lista a recibir ciertos tipos de tratamientos, o les mira de manera sospechosa, impide cualquier mejoría.
- Las disonancias pueden estar relacionadas con algo de lo Antiguo que tiene que ser concluido en los tiempos y en las forma requeridas, desconocidas para nosotros.
- Puede ser que en el diseño del Alma la sanación tenga que ocurrir con la ayuda de una determinada persona. Por lo tanto sólo ocurrirá en ese encuentro.
- Si una persona desea recibir tratamientos de médicos o terapeutas famosos, o usar métodos de sanación ‘especiales’, hará sí que la sanación no ocurra por métodos simples o naturales.
- Alguien también puede elegir de no sanar para confirmar la inutilidad de esa técnica o terapia para resaltar el fracaso del médico o del terapeuta.
Estos y muchos otros motivos os pueden ser también en caso en que la persona afirma que quiere sanarse a toda costa, demuestra de hacer todo lo posible, acepta cualquier propuesta y ayuda.
Es imposible conocer el interior de una persona… el Amor y el respeto nos piden de no desear tampoco de conocerlo…
Y en todo caso, la historia de un Alma permanecerá siempre desconocida para nosotros.
Con uno mismo es necesario una profunda y total integridad y el coraje para descubrir los motivos que impiden la sanación.
Con los otros es requerida una disponibilidad total, acompañada del respeto y del desapego que permiten de observar lo que ocurre sin ningún juicio, interpretación y expectativa.
Así siempre dejaremos a todos libres, también de elegir no sanar…
“... Haz todo lo que puedes, así Me permitirás de completar cuanto tú inicies.
Ningún paso puedo dar Yo por ti, ninguna acción, pero puedo alargar mucho tu paso, hacer que se convierta en grande incluso una pequeña acción que tú cumples.
Nadie que actúa por Amor puede invadir, puede obligar, puede actuar en el lugar del otro, ni siquiera por un buen propósito: esto es Amor, esto es libertad.”
“… Cada uno tiene que sentir en su corazón lo que en ese momento lo puede ayudar: y así en todo, incluso en la sanación.
Sólo así los medios y las formas pueden crear y permitir.
Junto a una elección hecha con el corazón, no con la mente, es necesario el coraje de aceptar y afrontar lo que los medios y las formas pueden crear o hacer aflorar, para permitir luego la sanación.
Muchas pueden ser las ayudas, los instrumentos y los medios.
Es necesario que cada uno elija la suya, con serenidad, conciencia, atención, recordando que a menudo se deja de lado aquello que más sirve en ese momento, por temor a sufrir, a descubrir, a dejar ir.
A veces no se querría conocer la causa de la disonancia, porque se intuye que luego será necesaria una elección, un paso, una acción.
Estos temores también pueden ser inconscientes, y hacen volver la mirada hacia otro lugar, hacen que se tomen otras herramientas creyéndolas menos dolorosa, aun sabiendo que requerirán mucho más tiempo.
A veces sanar lentamente lleva a sufrir por más tiempo y puede ser más doloroso.
Una herramienta aparentemente ‘suave’ puede ser en realidad mucho ‘afilada’, un modo aparentemente simple puede ser muy intenso.
En todo caso es necesario dejar libres en la elección, recordando que en cada uno existe siempre la fuerza necesaria para afrontar todo lo que una sanación requiere.
Y cualquier cosa un instrumento o una forma pueda crear, podrás vivirlo con serenidad, con dulzura, llamándoMe a tu lado, colaborando Conmigo, permitiéndoMe el todo, envolviendo cada cosa con la Luz, haciendo todo con el Amor.”
“... En las sanaciones es necesaria la confianza total pero no tiene que existir la expectativa.
Y en todo caso, siempre serás tú a sanarte...
Y descubrirás no es la sanación en sí misma la que sana, sino todo lo que existe dentro de ti, lo que eliges con integridad, y cómo actúas.”
“... Antes de actuar de cualquier manera en tu cuerpo, en tu corazón, llámaMe a tu lado. Así puedes actuar, o permitir a alguien de actuar, con Mi ayuda, de llevar la Luz necesaria, de envolver el todo con el Amor que permite la sanación.
Por cada cosa que lleves sobre tu cuerpo o dentro de él, haz descender primero tu Luz con tus manos, envuélvelo con tu Amor, y luego pídeMe la Luz y el Amor allí necesarios.
Cuándo lleves las manos sobre tu cuerpo, siente sobre ellas Mis manos. Luego visualiza que el sol entra en aquella parte del cuerpo junto a Mis rayos que allí haré penetrar.
Siente y visualiza esto incluso sobre lo que llevas sobre tu cuerpo o dentro de él.
Haz esto naturalmente y visualízalo incluso cuando dones tus sanaciones a otros ‘Corazones’.”
* Aceptarse a sí mismo y a los demás
* Aceptar las disonancias y las dificultades
Pregunta:
He comprendido que no sólo no acepto mis disonancias, tampoco a mí misma.
Respuesta:
“Cierras los ojos, abre el corazón, y siente cuánto te quiero, cuánto siempre te acepto incondicionalmente, totalmente, ininterrumpidamente.
Sintiendo esto, no puedes que amarte y aceptarte.
Así descubrirás no sólo cuanto eres amada y aceptada por Mí, sino también por otros ‘Corazones’.
Es difícil sentir esto de alguien si primero no te aceptas y no te amas como eres, lo puedes ver pero no sentir.
Para crecer es necesario primero aceptar aquello que te hará crecer, y aceptar que el crecimiento continuará hasta cuando tú lo querrás.
No puedes continuar el Camino hacia tu meta si no observas donde te encuentras en ese momento.
Si esto humildemente reconoces y aceptas con Amor y alegría, continuarás tu Camino y continuarás tu crecimiento en el Amor y en la alegría, siempre te aceptarás con serenidad.
Y para todo es así, y en todo será así.”
“… El crecimiento, la transformación, el cambio, la sanación, requiere decisiones, concientización, responsabilidad, pasos y acciones, pero ante todo aceptación.
Viene entre Mis brazos y déjate envolver por Mis alas. Siéntete una niña amada y protegida.
Siente cuánto eres aceptada por Mí que te llevo dentro de Mi corazón, y en él te envuelvo con todo Mi Amor.
Piensa, visualiza y sientes esto: entonces será más fácil aceptarte a ti misma y todo de ti, aceptar las heridas del corazón, las disonancias del cuerpo, reconocer las partes a iluminar o a transformar que están creando aquellas disonancias”
“... De tu corazón no todo ha salido, en tu corazón no todo ha sanado: acepta esto con serenidad y no lo combatas.
Pero no pienses en lo que tiene que salir de tu corazón, en las heridas que existen en él, en las partes que requieren ser iluminadas, transformadas, que se deben dejar ir.
Sonriendo, observa en cambio, todo lo que resplandece en ti, todo lo que estas manifestando a tu alrededor, tu Esencia luminosa, tus colores, tus perfumes.
Así no habrá temores, no te sentirás frágil, y sabrás aceptar todo, sanar, transformar y dejar ir, con paciencia, serenidad y Amor.
Dona Amor, expresa tu Esencia, manifiesta tu Luz, alégrate por el coraje que tienes, por la fuerza que existe en ti: todo ocurrirá dulcemente.”
Pregunta:
Estoy luchando desde hace mucho tiempo contra esta enfermedad pero no logro sanar.
Respuesta:
“No luches más, sino mírala con Amor y acéptala con serenidad.
Esto te permitirá reconocer su significado, comprender el mensaje que está trayéndote, lo que el Alma te quiere decir a través de ella.
Es importante que no la rechaces, que no intentes reprimirla o ahogar lo que te está diciendo.
Lleva las manos al corazón, alza la mirada al Cielo, expresa gratitud por ella, por lo que la sanación te traerá, y pídeMe de ayudarte.
Todo ocurrirá si dentro de ti existe la gratitud profunda, la aceptación total, la serenidad en tu acción, la alegría por las ofrendas que aquella disonancia, aquella dificultad, te traerá indudablemente.
No temas nunca nada de ti o de aquello que existe en ti, no juzgues nunca nada y ama todo, convencida de que detrás de cada nube el sol siempre está.”
Sugerencias
Con alegría te dono estos dos juegos que pueden ayudar en la aceptación de uno mismo.
Mírate en el espejo, di tu nombre y, sonriendo, expresa la imagen reflejada, (a ti):
Amor, admiración, orgullo, dignidad, por la Luz que existe en ti, por todo lo que ya eres, ya haces, ya expresas, ya donas, por cuanto ya amas, ya ayudas.
-.-.-.-.-
a) Visualiza delante de ti a tu Ángel que te sonríe y te miras con Amor, admiración, orgullo, y escúchalo: permite que te diga todas las cosas bonitas que te gustaría escuchar decir sobre ti.
b) Haz la misma cosa visualizando delante de ti alguien que conoces.
c) Ahora hace esto visualizando delante de ti a muchas personas.
d) Ahora visualízate sobre un escenario: siente el público que te aplaude y te expresa cuánto eres maravillosa, buena, grande, guapísima, siente que te dice cuánto es importante todo lo que sabes hacer, y lo que estás haciendo.
e) Hecho esto, sonríe a tu Ángel, a esta persona, al grupo de personas, al público, y agradéceles por las verdades que han expresado, por su reconocimiento y apreciación, por su Amor.
Comentario
Pienso que solamente cuando nos aceptamos a nosotros mismos, en todo, aceptamos cada cosa que ocurre dentro y alrededor nuestro, logramos luego aceptar realmente a los demás, en todo y en cada momento.
Se dice que es más fácil aceptar y perdonar a los demás que a nosotros mismos, pero a menudo no es así.
Si observamos con integridad, veremos que no aceptamos siempre totalmente a una persona, en cada situación.
Nos es difícil aceptarla con Amor cuando nos hace de ‘espejo’ porque refleja una parte nuestra que todavía no aceptamos o no queremos reconocer, aunque comprendemos que esta es una ayuda para nuestro crecimiento.
Todavía más cuando es un ‘espejo hablante’, y nos dice las cosas que no querríamos escuchar, incluso sabiendo que son verdades y que pueden ser mensajes de ayuda.
No es fácil aceptar serenamente a una persona cuando rechaza una ayuda nuestra o pisotea una ofrenda nuestra, especialmente si antes nos la había solicitado.
No es simple aceptar con desapego sus acciones que la alejan de la sanación o de la meta, después de que nos ha pedido ayuda para lograrlo.
Es aún más difícil si para hacer esto, hemos donado mucho tiempo y energía, hecho todo lo posible, e incluso hemos renunciado a nuestras necesidades.
No siempre logramos permanecer distantes cuando la vemos sufrir porque no hace los pasos o las acciones necesarias, incluso aquellas fáciles.
No es simple aceptarla con compasión cuando se queja de lo que no tiene, de lo que no logra a hacer o alcanzar, mientras que vemos que todo pudiera tener, hacer y alcanzar, si pusiera en práctica sus conocimientos.
Para llegar a la aceptación total es necesario recordar que cada uno es libre en todo, también de sufrir.
Es libre de perder lo que tiene, de no recibir lo que está buscando, de ser como no desea y realmente podría ser.
Aún más lograremos aceptar a todos si los vemos cómo Almas que están ayudándonos a aprender el arte del donar, del ayudar, del expresar el Amor incondicional.
Si recordamos esto, y lo sentimos en los más profundo de nuestro ser, podremos agradecer a todos por todo, incluso cuando nos rechacen o reaccionen violentamente contra nosotros, justamente por aquello que les hemos donado, por cuánto los hemos amado.
He aquí porque la aceptación lleva a la gratitud, y ambas conducen a la serenidad.
Y atraen siempre grandes ofrendas.
Extraído del libro: Sanarse y ayudar a sanar
Autora: Satya
Además de estos libros hemos publicado 22 pequeños-e-book:
http://www.trabajadoresdelaluz.com
04 de Octubre 2017