Las vacunas se anuncian como medicamentos "que salvan vidas", pero para Mia Blesky, eso no es nada cierto. La preadolescente de Inglaterra recibió la primera ronda del disparo de Gardasil en la escuela cuando solo tenía 12 años, y la vida nunca ha sido igual desde entonces.

por Vicki Batts

En solo 24 horas, la pesadilla de Mia en Gardasil ya se estaba desarrollando. La familia dice que a la mañana siguiente de ser golpeada, Mia no podía caminar y tenía una sensación de ardor que le recorría la espalda. En cuestión de semanas, la parálisis se extendió a las cuatro extremidades. 

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