V.B. Anglada - La actividad cósmica de los Devas.

Al llegar a este punto podemos decir que iniciamos de hecho el verdadero estudio de Devi Yoga, y para hacerlo más adecuadamente vamos a preguntarnos: ¿qué es exactamente un Ángel o un Deva? Podríamos responder de inmediato que se trata de una entidad espiritual que posee un poder incalculable e indescriptible sobre los éteres del espacio, sobre la sustancia material que entra en la composición de todos los planos del Sistema Solar y sobre los elementos que entran en la composición de todo cuerpo de sustancia. En la Vida central de la Divinidad durante el proceso activo de creación de un Universo se manifiestan siete elementos vivos como base de la estructuración de todo tipo de formas. De ellos solamente conocemos cinco: la tierra, el agua, el fuego, el aire y el éter. Otros dos, cuya infinita sutilidad sólo puede ser percibida por el Alto iniciado de nuestro planeta, constituyen la base del Misterio iniciático y no podemos entrar por lo tanto en detalles acerca de los mismos. 
Bastará señalar, sin embargo, que estos elementos constituyen la base estructural de los planos átmico y monádico, en donde los seres humanos no poseen todavía cuerpos definidos.

Ahora bien, con referencia a la vida de los Devas, se puede señalar que sus jerarquías se extienden desde el plano ádico, el de la propia vida íntima de la Divinidad, cuya sutilidad y poder escapa por completo a la más profunda y elevada de las concepciones, hasta el plano físico en donde realizamos nuestra evolución como seres humanos. En cada uno de los planos existen determinadas Jerarquías dévicas dependientes de un Poder dévico central a cargo de una Poderosísima Entidad Dévica denominada en Oriente Mahadeva y en Occidente Arcángel, cuya misión es revelar, a través de sus cohortes o jerarquías, los Arquetipos o diseños espirituales que la Divinidad, allá en el insondable Misterio de la Vida Infinita, ha ideado o programado para el particular desarrollo de Su conciencia. 

Por lo tanto, un Arcángel, una serie de elevados Devas y una incalculable legión de devas menores son responsables ante la Divinidad del desarrollo del esquema programado y de la construcción de todas las formas que, en su conjunto, constituyen la vasta esfera universal con todos sus planos y dimensiones. Concretando estas ideas algo más, podríamos decir, por ejemplo, que: 

a. Un sistema Solar es construido de acuerdo con un diseño cósmico programado por la Mente de Dios.

b. Este diseño, o Arquetipo, responde siempre al grado de perfección que el Logos de dicho Sistema alcanzó en un período evolutivo anterior y viene matizado, por lo tanto, de cierto tipo de karma, emanante de fuentes cósmicas.

c. Este diseño, caracterizando una cualidad específica de Rayo, está constantemente presente en la Mente de la Divinidad y expresa un poder característico y muy definido, constituyendo una "orden" a las Jerarquías dévicas, agentes directos de su Voluntad.

d. Esta vibración, poder u orden han de ser ejecutados. Tal es el sentido de las palabras místicas de Cristo: "Hágase Señor Tu Santa Voluntad". Los Arcángeles o Ángeles Cósmicos son los ejecutores directos de esta Voluntad. Así, cada Arquetipo, descendiendo de plano en plano y de jerarquía dévica en jerarquía dévica, se transmite desde lo más elevado a lo más denso, siendo precisamente en lo más denso de la materia donde deben ser objetivados los Arquetipos, constituyendo este Misterio el proceso de la evolución.

e. Los Ángeles Cósmicos, Ejecutores de la Voluntad Divina, llenan con Su Vida todas las oquedades del espacio. Son Éter y viven en el Éter, entendiendo por éter aquella sustancia emanada de la propia Vida de la Divinidad que llena cada plano del Sistema con un aspecto definido de Su Individualidad Psicológica y no el éter, tal como lo considera la ciencia, como un simple elemento. Cada plano de la Naturaleza tiene así su propio Éter, su propia sustancia vital y de relación y su sutilidad depende de la sutilidad del mismo en orden a su proximidad a la Vida central de la divinidad.

f. Podemos afirmar que el espacio, el éter que lo llena y los elementos naturales, coexistentes en cada plano de la Naturaleza, constituyen la vida expresiva de los devas, pudiendo asegurar también que no existen "vacíos" en el Cosmos Absoluto, sino que todo está lleno de la sustancia vital de los devas como Agentes creativos de Dios.

g. "En un principio de los principios", cuando sólo existía el caos, o el Gran Vacío Cósmico (el Gran Pralaya), la Voluntad o Poder de expresarse del Logos, emitió un Sonido, una Voz o un Mandato ( Mántram Yoga ). Se le reconoce esotéricamente como A.U.M., es decir, como "Hágase la Luz". A esta Voz sagrada, que reproducen todos los Logos inmortales de no importa qué Sistema Solar, respondieron inmediatamente la altas Jerarquías dévicas y "siguiendo las infinitas e innumerables cadencias" de aquella Voz, o de aquel inapelable mandato, fueron creadas las estructuras del Universo en orden al poder del sonido, desde la más sutil a la más densa.

h. Existen siete planos dentro de nuestro Sistema Solar, desde el plano ádico, en donde la Voluntad de Dios se halla quintaesenciada, hasta el plano físico. Cada uno de ellos está regido por un Arcángel, o un Mahadeva, alrededor del cual existe una Jerarquía dévica, o cohorte angélica, que secunda Sus planes, siempre en relación con la Voluntad o Designio de Dios.

La comprensión de las razones que acabamos de expresar deja un gran margen al proceso místico de la intuición, por cuanto estamos tratando cuestiones que por sus especiales características escapan al aspecto discernitivo o deductivo de la mente lógica.

Hay que admitir, no obstante, que carecemos todavía de una intuición lo suficientemente desarrollada para poder llegar al fondo de las distintas cuestiones involucradas y que nuestra mente, ausente todavía de elementos dévicos de orden superior, se resiste a penetrar en aquellos supremos vacíos cósmicos en donde se gesta la maravilla de la creación. Mantengamos, sin embargo, nuestra tensión creadora y sigamos adelante.

Para ello hay que tener en cuenta lo que dijimos al principio de nuestra argumentación, es decir, que el "control" sobre cada uno de nuestros cuerpos conocidos engendra un poder o una voluntad que se expresa como dominio, consciente o inconsciente, sobre una cantidad y calidad específica de devas. Cuando nos referimos al concepto Hatha Yoga, tenemos en cuenta a los agentes dévicos que "viven, se mueven y tienen el ser" dentro de los elementos que constituyen nuestra naturaleza física, es decir, de la tierra, del agua, del fuego, de los gases y del éter y que, en su conjunto, constituyen el "elemental físico" cuyo control caracteriza precisamente aquel específico tipo de Yoga. Teniendo en cuenta esta idea esencial, podemos aplicarla por analogía a los demás cuerpos o vehículos sobre los cuales aplicamos, aunque con muchas limitaciones todavía, el poder de nuestra potencia creadora. 

Nos referimos concretamente a los cuerpos emocional y mental cuyo proceso de redención ha de tener lugar en un próximo futuro dentro de nuestra ronda planetaria y sobre los cuales nuestro Ángel Solar empieza a ejercer su presión espiritual. Bakti Yoga y Raja Yoga son actividades universales que tratan de aprovechar el poder del Alma superior sobre nuestras mentes y emociones. En esta área de poder, en este "círculo-no-se-pasa" dentro de los planos emocional y mental, se va creando un vacío de características personales que se va llenando progresivamente de elementos dévicos de gran sutilidad y de más elevada vibración que los corrientes a nuestro presente estado evolutivo. De ahí pues que la práctica de Devi Yoga fue iniciada, sin que fuésemos conscientes de ello, en las primerísimas etapas de nuestra búsqueda espiritual, aunque es realmente en Agni Yoga donde el aspirante o el discípulo empiezan a ser conscientes de la colaboración dévica en sus intentos de perfección. 

Se nos dice que esta conciencia es realmente objetiva y real en el Misterio de la Transfiguración, cuando el Hombre ha ascendido venciendo el imperativo de los sentidos, de la sensibilidad y de los espejismos mentales, al monte Tabor de su conciencia.

Ya para finalizar nuestro estudio sobre Devi Yoga insistiremos sobre algo que dijimos al principio de nuestros comentarios y es que todo poder desarrollado y no controlado se convierte en un motivo de regresión, de vuelta al incierto y doloroso pasado, en un peligro que hay que evitar y al cual nos referimos en nuestro estudio acerca del Laya Yoga. Démonos cuenta de que todos los Yogas son consustanciales y forman parte del proceso evolutivo de la conciencia humana como un todo. No pueden ser separados los unos de los otros aunque así lo hayamos hecho para una mejor comprensión de nuestro estudio, como no pueden ser separados los planos de nuestro Sistema Solar ni los siete subplanos dentro de un Plano, ni las distintas cadenas evolutivas dentro del Esquema planetario. 

El proceso de perfección es Único, sólo varía la calidad de los elementos dévicos que son introducidos en determinado estadio de aquél, siendo precisamente esta calidad la que define al verdadero tipo de Yoga puesto en actividad en un momento dado de la historia solar, planetaria o humana...


V.B.Anglada




Fuente:
www.trabajadoresdelaluz.com
06 de Febrero 2019