La idea de escribir este Tratado Esotérico sobre los Ángeles obedece a una doble motivación, particular una y universal la otra. Particular en el sentido de que siempre me sentí atraído e intrigado por la vida oculta de la Naturaleza, especialmente en lo que hacía particular referencia a las entidades angélicas; Universal, porque soy consciente de que desde hace ya algunos años La Jerarquía Espiritual del Planeta, a través de sus distintos Ashramas, está entrenando a muchos cualificados discípulos en el "difícil arte" -un arte perdido como dirían quizás algunos investigadores esotéricos- de establecer contacto consciente con el mundo angélico a fin de acelerar el proceso de adaptación de la humanidad a las potentísimas energías que procedentes de la Constelación zodiacal de Acuario están penetrando en el aura etérica de nuestro planeta.
Algunos de tales discípulos especialmente preparados y con una gran experiencia espiritual adquirida en un lejano y glorioso pasado, tienen asignada la misión específica de "revelar" algunos de los grandes secretos alquímicos que poseen los Ángeles y que utilizan sabiamente para organizar la obra creadora del Universo y presentar la totalidad del mundo angélico, en toda su inmensa gama de Jerarquías y funciones, como "energía individualizada".
Estas revelaciones tendrán carácter eminentemente científico y demostrarán en un no muy lejano futuro que la ENERGÍA, sea cual fuere su actividad, sutilidad y procedencia, posee una identidad característica que la hace adaptable a determinadas funciones planetarias o universales, siendo su esencia única y primordial aquella misteriosa sustancia que llamamos ELECTRICIDAD. (FON-10) Ésta se descompone durante el proceso de la evolución en tres aspectos ígneos fundamentales: el Fuego de la Naturaleza o Kundalini, que vitaliza todas las formas físicas imaginadas por el Creador y trata cíclicamente de revelar ciertos Arquetipos definidos de perfección, el Fuego solar o Fuego del Alma, sustancia consciente e individualizada que crea sensibilidad a todos los niveles de vida de la Naturaleza y el Fuego eléctrico del Espíritu, técnicamente descrito como FOHAT, la sustancia única coexistente con la Vida íntima del Creador y constituyendo el impulso básico de la evolución de nuestro Sistema planetario.
La decisión jerárquica de entrenar a los discípulos mundiales en el supremo arte del contacto angélico y de llegar por medio del mismo a orientar las mentes y corazones de todos los hombres y mujeres de buena voluntad del mundo hacia el aspecto subjetivo de la Naturaleza, persigue también un objetivo de más profundas y amplias repercusiones que las meramente técnicas del contacto o impuestas por la necesidad de un cambio drástico en las condiciones sociales del mundo. Tal objetivo es la INICIACIÓN, la revelación objetiva a través del ser humano del Quinto Reino de la Naturaleza.
La intención suprema de La Jerarquía Espiritual del Planeta de convertir en MAGOS -en el más profundo, esotérico y místico de los sentidos- a los discípulos mundiales que resistan el fuego eléctrico de la Iniciación, está en línea con el propósito fundamental de SANAT KUMARA, el Señor del Mundo y el MAGO SUPREMO en nuestro Planeta, en orden a canalizar las tremendas y demoledoras energías que el Señor del Séptimo Rayo a través del planeta URANO, envía sobre la Tierra canalizándolas del centro creador de una misteriosa Estrella de la Constelación de Acuario, haciendo vibrar los éteres del Espacio y poniendo en incandescencia ciertos niveles definidos en la vida de la humanidad y de todos los demás Reinos de la Naturaleza.
La consideración del Iniciado como de un Mago blanco en orden a la evolución planetaria presupone el contacto consciente con determinadas Jerarquías de Ángeles, o corrientes de energía individualizada, que cooperan en el proceso místico de liberación o redención del complejo mundo de las gastadas formas mentales, emocionales y físicas que constituyen la base material, sustancial o kármica de nuestro planeta Tierra.
Ahora bien, en orden a este concepto mágico de la vida o de respuesta angélica a la vida espiritual del hombre, hay que considerar siete grandes corrientes de energía actuantes en los inicios de esta Nueva Era de insospechables oportunidades mundiales:
a) Una corriente de energía de tipo cósmico, más allá del entendimiento humano, proveniente de una Estrella específica de la Constelación de Acuario.
b) Una corriente de energía cualificada proveniente de Aquella misteriosa Entidad espiritual definida en su totalidad como "SÉPTIMO RAYO".
c) Una corriente supremamente dinámica de energía planetaria que fluye de SHAMBALLA, el más elevado Centro espiritual de nuestro Planeta, mediante la actividad indescriptible de Aquella Entidad psicológica conocida en los tratados esotéricos y místicos como SANAT KUMARA.
d) Una corriente de energía espiritual trayendo sensibilidad a la Vida en todas sus posibles expresiones, en respuesta a la actividad suprema de SHAMBALLA, procedente de aquel centro místico del planeta definido esotéricamente como Jerarquía Espiritual o Gran Fraternidad Blanca.
e) Una corriente de energía generada por la propia Humanidad altamente sensibilizada por La Jerarquía y canalizada por los discípulos espirituales y hombres y mujeres de buena voluntad del mundo, en un intento decisivo de establecer paz, belleza y armonía en las relaciones humanas.
f) Una infinita y desconocida corriente de energía angélica surgiendo de los más elevados niveles de cada Plano trayendo nuevos Arquetipos humanos, nuevas y más fértiles semillas de civilización y las bases del nuevo orden social del mundo.
g) Una corriente de energía etérica de alta sutilidad proveniente de los niveles ocultos de la Naturaleza, evolución superior de aquellas potentes e insospechables fuerzas planetarias llamadas esotéricamente "devas de las formas" o "elementales constructores", que han de llevar a la manifestación sustancia material más pura y radiante, mejores y más estilizados cuerpos humanos y ambientes más fraternales en el seno de la humanidad.
Estas siete líneas de actividad en orden al proceso de expansión de las energías planetarias en su totalidad, serán estudiadas lo más científicamente que sea posible en el curso de este Tratado, pero concretándolas siempre en la necesidad del contacto humano-angélico y de acuerdo con la idea de perfección y redención de ciertas definidas parcelas en la vida de nuestro viejo aunque siempre vibrante mundo.
Voy a finalizar este Prefacio con un canto de amistad a los Ángeles familiares que constituyen nuestro ambiente social y con un sentimiento de humana reverencia hacia los Grandes Arcángeles del Sistema, cuyas esplendentes y exaltadas Vidas constituyen los Planos de la Naturaleza. Elevo asimismo un canto de esperanza para todos los seres humanos, ciudadanos de nuestro mundo. Una nueva TEURGIA de incalculables consecuencias planetarias se eleva del destino kármico humano surgiendo de las misteriosas profundidades del Designio divino. El ser humano consciente, semilla redentora de los Magos y Alquimistas del futuro, debería iniciar ya desde ahora su tarea de aproximación a los Ángeles, nuestros hermanos de los mundos invisibles, en el nivel que le fuese más idóneo y familiar, contribuyendo así con su personal y decidida colaboración y esfuerzo al enaltecimiento y desarrollo de las nobles cualidades que el Espíritu de la Raza tiene la misión de revelar.
Vicente Beltrán Anglada
---
INTRODUCCIÓN
Al emprender nuestro estudio la primera y obligada pregunta es la siguiente: ¿Qué son los Ángeles? Esta interrogante constituirá el permanente desafío a nuestra mente en tanto duren nuestras investigaciones ocultas acerca de aquel gran Misterio Creador. Para nosotros, los Ángeles son lisa y llanamente ENERGÍA, una Energía que se expresa en todos los Planos de la Naturaleza y en todos los niveles del ser. Todo tipo de energía, desde la que genera un simple electrón hasta la que se expresa en las más elevadas zonas de nuestro Sistema Solar, tiene carácter angélico y es esencialmente etérica, variando únicamente la calidad de los éteres en la determinación o producción de los infinitos y diversos tipos de energía.
Esta afirmación nos lleva a la consideración de otro profundo interrogante: ¿Qué es el ÉTER? Nuestra idea al respecto es la siguiente: La actividad dinámica de un Logos, ya sea Cósmico, Universal o Planetario, al infundir su Vida en el espacio que le sirve de marco de expresión crea un círculo infranqueable o unas fronteras que delimitan perfectamente Su Acción con respecto a la actividad universal de otros Logos creadores. Pues bien, estas zonas del Espacio confinadas al círculo infranqueable de la actividad psicológica de un Logos y dinamizadas por su Voluntad de Ser, de Existir y de Manifestarse son esotéricamente ÉTER, la sustancia de la cual surgen los mundos y todas las creaciones existentes.
Ahora bien, ¿existe alguna relación entre los Ángeles, como energía, y los éteres como sustancia universal de Creación? Sí, existe una relación absoluta, total. Para mejor aclarar esta idea vamos a analizar la Vida de cualquier Creador universal desde el ángulo de los tres atributos principales que le caracterizan durante el proceso universal de la Creación:
a) MATERIA
b) MENTE
c) ENERGÍA
La Mente del Creador planifica, ordena y dinamiza. Es el Poder afirmativo de la Conciencia de Ser y de Realizar.
La Energía, en todas sus posibles expresiones, surge del contacto de la Mente divina con los éteres del Espacio. Produce un choque y una vibración y determina una respuesta sensible de los moradores del Espacio, de los Ángeles. La conocida sentencia esotérica: "La energía sigue al pensamiento" define certeramente esta idea de relación Mente-Energía. El resultado de la misma es "sustanciación del Éter", la conversión de éste en Materia.
La Materia, y la multiplicidad de formas que de la misma surgen durante el proceso de evolución de un Universo son el resultado de la energía que manipulan los Ángeles al sustanciar o condensar los Éteres de acuerdo con la intensidad vibratoria de cualquier tipo de Mente, desde la Mente del Creador hasta la pequeñísima mente del más insignificante átomo o elemento químico. La Materia es el aspecto sustancial de la Creación, es energía cristalizada por el poder de la mente.
Las esotéricamente definidas "gunas" de la Materia, o cualidades mediante las cuales ésta se expresa, es decir, el movimiento, el reposo y el ritmo son, en su totalidad, la vida de los ángeles menores o devas de las formas, definidos genéricamente como "elementales constructores", siendo estas criaturas de los éteres, en multiplicidad de sutilidades y grados de evolución, los que condensan la obra de la Materia y elaboran, vitalizan, conservan, perfeccionan y finalmente destruyen, una vez cumplido su propósito, todo tipo de formas en la Naturaleza, no importa el nivel en que éstas se expresen o la gloria del destino que entrañan. El estudio de la Materia, tan maravilloso y fascinante como el del propio Espíritu creador, llevará un día a los hombres de ciencia al reconocimiento de estas misteriosas vidas menores coexistentes con el éter y que desde el ángulo oculto de la Vida estructuran la forma geométrica y física de todo lo creado.
Esperamos que esta breve Introducción posibilitará la comprensión de las ideas, algunas de ellas profundamente esotéricas, que van a ser desarrolladas en este Tratado. Las presentaremos tan científicamente como nos sea posible y siempre de acuerdo con el principio hermético de analogía, dejando completamente a un lado todos los conceptos históricos, tradicionales y místicos acerca del tema que intentamos desarrollar. Tensos en el noble propósito de investigar y de descubrir y oteando con audacia y confianza las grandes perspectivas del destino zodiacal y planetario que nos ha tocado vivir en esta nueva Era de grandes oportunidades cíclicas y de no menos grandes decisiones humanas, vamos a introducirnos juntos en un misterioso y desconocido mundo en donde las estructuras sociales son para nosotros maravillosamente armónicas y llenas de inmensas posibilidades de vida y de fraternidad. Que tengamos éxito en la empresa común es nuestro ferviente anhelo y nuestra más cálida esperanza.
Fuente:
www.trabajadoresdelaluz.com
23 abril 2020