Amor se convierte en el maestro.

Saludos queridos. Yo soy el Guardián del Tiempo.

Les doy la bienvenida a todos, a medida que los llevamos a otra historia de Amor en el capítulo siguiente de su vida como un joven que se desempeña en tiempos similares a los que están experimentando en su planeta ahora mismo. Ahora bien, en Lemuria por supuesto las circunstancias eran bastante diferentes. Ellos estaban acostumbrados a funcionar con una conexión del corazón que muy pocos tienen hoy en día en la Tierra. Ustedes se las arreglaron para alejarse mucho durante el tiempo transcurrido desde entonces y ahora su juego es muy diferente. Sin embargo, queridos, a medida que evolucionan están volviendo a unirse para desarrollar conexiones del corazón de manera muy similar a las de ellos.
En realidad, ellos contaban con formas de comunicación que ustedes no tienen actualmente y que no necesitan aún. No están listos para tener una conexión del corazón completa, en la que comprendan a las personas en su nivel más profundo. Los seres humanos todavía prefieren proteger sus secretos. El contacto profundo estará llegando incluso en su nueva realidad como seres humanos que se encuentran ahora bien inmersos en la quinta dimensión.

Permítanme llevarlos un poco más adelante en la historia de Amor porque ahora lo vemos haciendo una labor que ama profundamente. Es un especialista en la preparación. Él no se consideraba como tal, pero básicamente recibía a las personas que llegaban para su trabajo de rejuvenecimiento. En los días de Lemuria contaban con los Templos de Rejuvenecimiento; se trataba de esos lugares sencillos y hermosos, revestidos con cristales sintonizados que podían reflejarles su propia energía. Queridos, les hemos hablado mucho sobre las vibraciones específicas que tiene su cuerpo y esos cristales fueron diseñados de una manera tal que se podía ir allá por un corto período de tiempo y lograr que sus vibraciones específicas se restaurasen en su cuerpo. Debido a ello, su longevidad se encontraba generalmente en el rango de los 300 años. Ahora, permítannos llevarlos un poco más adelante, porque Amor se volvió muy bueno ayudando a las personas a obtener el mayor potencial durante su tiempo en los Templos de Rejuvenecimiento. Lo tenían en alta estima por su posición y entrenaba a muchos otros. En realidad, tenía la capacidad de ayudar a otras personas a soltar muchas de sus propias restricciones de tal manera que pudieran re-iniciar su propia vibración específica y crear el potencial más elevado en una experiencia muy corta. Por eso, permítannos trasladarlos a esa experiencia ahora.

Nos encontramos en la etapa en la que Amor ha entrenado a muchas personas. Aunque sigue trabajando con las personas que llegan, siempre tiene a dos o tres sentadas detrás tomando nota y observando la manera en que lo hace. Pasa mucho tiempo respondiendo preguntas y hablando sobre ello. A una edad muy temprana, Amor se convirtió en un líder. No se solía buscar a los jóvenes para el liderazgo. Eso podría estar cambiando también en su planeta, porque existen líderes maravillosos que ofrecen ideas frescas sin limitación de la edad ni de tener que cargar consigo toda esa energía de lo que les enseñaron hace mucho tiempo. Y así, vemos a Amor en una fecha decisiva. Un día va a su trabajo y se encuentra con el que llamarían su supervisor. En esos días todos eran iguales con diferentes funciones y deberes laborales. Amor lo había dejado pasar sin percatarse, pero ese día cumplía sus tres años en esa labor. Amor conocía muy bien las costumbres, porque las había estudiado mucho antes de iniciar su camino de la vida. Las costumbres eran muy sencillas. Todos permanecerían en lo que estuvieran enfocados o haciendo durante tres años, porque sabían que podían rendir su mayor potencial en esos tres años sin problema alguno. Pero después de ese plazo, empezarían a perder su efectividad máxima. Por eso, la tradición era que tendrían que seguir adelante, cambiar sus trabajos, dedicarse a otra cosa. Dejarían el trabajo por lo menos durante un año y después, si lo deseaban, podrían regresar a esa labor. Todo estaba arreglado de manera tal que todos podían volver a ocupar su lugar si lo deseaban, y se basaba en un hermoso sistema de cooperación. Nadie se preocupaba porque alguien pudiera regresar y sacarlos de su posición, porque todos estaban conectados en el corazón. Todos sabían que esa podría ser la mejor posibilidad y todos ganaban con ello, y no tan solo una persona. Por eso la competencia era muy poco frecuente en los días de Mu.

En ese punto, vemos a Amor teniendo en cuenta todo eso y estudiando también otras partes de la tradición, porque estaban aquellos que no deseaban marcharse después de los tres años. Si querían quedarse, sencillamente debían asumir la responsabilidad de monitorearse constantemente y preguntarle a quienes los rodeaban, “¿Estoy cumpliendo con la labor que se supone que debo hacer?” Las costumbres de Mu fueron reemplazadas con lo que ustedes llaman las leyes de hoy en día. Sin embargo, las leyes no eran necesarias en los días de Mu. Cuando las personas decidían no seguir con la costumbre y tomar un camino diferente, asumían la responsabilidad de su elección y esa costumbre resolvía muchos de los problemas en esos tiempos.

Así, Amor se vio obligado a tomar una decisión. Tenía un trabajo que le encantaba y en el cual era muy bueno. Estaba capacitando a otras personas para hacer lo que él hacía, porque sabía como lograr su potencial más elevado. Su trabajo era gratificante y seguía ofreciendo lo mejor de sí a los demás. Después de varios días de reflexión, Amor decidió seguir la tradición y hacerse a un lado. Después le informó al supervisor “Trabajaré otra semana, o el tiempo que usted necesite, hasta que encuentre a alguien que me reemplace. Después me marcharé y dedicaré un tiempo a mí mismo.” Era generalmente la costumbre porque en Mu, lo más grandioso que podías hacer era cuidar bien de ti mismo. Amor dijo: “Tomaré esta oportunidad como un período de rejuvenecimiento y buscaré otro trabajo, porque no quisiera permanecer totalmente desocupado durante un año. Sin embargo, espero regresar porque amo este trabajo y amo hacerlo”. Su supervisor le respondió sencillamente: “Amor, siempre serás bienvenido. En realidad, creo que posiblemente seguirás adelante para hallar algo distinto que te emocione más aún. Amor, solo debes saber que te hemos observado durante este período y te hemos visto crecer como persona. Has evolucionado como individuo, reclamando tu poder, descubriendo tu capacidad más elevada de empoderar a los demás. Te lo decimos, tienes un papel importante que desempeñar. Esperamos grandes cosas de ti, Amor. Efectivamente, puedes generar un cambio de corazón en corazón justo aquí y siempre serás bienvenido. Sin embargo, tengo mis dudas en cuanto a tu retorno.” Con ello, Amor inició su última semana de labores capacitando a las personas. Incluso deseaba empezar un manual de capacitación en el cual pudiera registrar muchas de las cosas que utilizó exitosamente en su labor. Quería trasmitírselas a otras personas, porque no existía la competencia tal como se la conoce hoy en día. Los residentes de Mu se mantenían demasiado cerca como para competir. Sabían lo que funcionaba para empoderar a alguien, y también para empoderar a los demás. A medida que pasa el tiempo, eso es algo que los seres humanos están aprendiendo ahora en el planeta Tierra. Así, eso fue lo que sucedió cuando Amor dijo: “Trabajaré una semana más.” Obviamente, no tuvo tiempo de redactar todo el manual en una semana. Pero comenzó a escribir sobre algunos de los puntos más importantes. A Amor le sucedió algo mágico cuando empezó a escribir, y pronto descubrió que sus escritos llegaban mucho más allá de enseñarles a otros a hacer su trabajo. Después de esa semana, hicieron una fiesta para Amor en los Templos de Rejuvenecimiento. Trajeron muchos regalos importantes a los templos; muchas de las personas que tomaron períodos de rejuvenecimiento con él se presentaron para celebrar y agradecerle. A continuación, Amor volvió a su hogar.

Al día siguiente trató de dormir, pero no lo logró. Sus pensamientos se habían disparado y su corazón empezó a buscar qué hacer a continuación. Observó las mesitas en las que había estado trabajando, con sus escritos repartidos por distintas partes, por tema. Su intención era la de crear un manual sobre la forma de ayudar y trabajar con las personas, y la manera en la que sus predecesores hubieran podido ayudar mejor a los demás. Se sentó y empezó a escribir un poco más. No pasó mucho tiempo antes de que Amor se viera escribiendo tan rápido como podía. La energía y los pensamientos le llegaban con gran rapidez, incluso más rápido de lo que podía escribir. Tuvo que hacer pequeñas notas en los costados para poder recordar y volver a esos temas. Descubrió que la información le llegaba con una rapidez increíble y, por primera vez, cayó en cuenta de que tenía hambre. Sin percatarse, Amor había pasado todo el día en su escritorio escribiendo y ya había oscurecido. Hoy en día ustedes llaman a eso canalización.

Al día siguiente, Amor no se sentó en el escritorio, sino que más bien dedicó un tiempo a conversar con sus amigos y sus padres. Habló con todos para descubrir si alguno había experimentado algo como eso antes; y en ese momento especial sucedió algo mágico. Recibió buenos consejos, especialmente de su madre, pero muy pocas personas con las que habló habían tenido experiencias similares. Se sentía tan emocionado sobre el nuevo don que acababa de descubrir que pasó varios días en ese escritorio. No transcurrió mucho tiempo antes de que empezara a canalizar a su querido amigo Etu, a quien había ayudado a pasar al otro lado. Amor se sentía muy contento de poder reconectarse; era muy consciente de que, en cierta forma, ahora Etu era diferente, más completo, y Amor había sido la persona asignada por el equipo de transición para asistirlo. Esa era la costumbre en los días de Mu. Se habían convertido en amigos aunque Etu le llevaba muchos años. Amor debía ser la persona de transición y cuando llegó el momento de la transición de Etu, o lo que ustedes llamarían fallecer, estuvo a su lado para ayudarlo a dar ese paso crucial. Sostuvo su mano y trabajó con su familia, lo ayudó a completar todo lo que tenía pendiente en este lado del velo para que pudiera cruzar libre y cómodamente. Y ahora, Etu le estaba dando información como espíritu. Amor se sentía muy emocionado por ello y empezó a escribirlo todo lo más rápido posible. Tenía papeles y papelitos por todos lados sin saber si sería capaz de reunirlos. Pero su corazón estaba sencillamente lleno de información y emoción, y Amor ya no podía imaginar que regresaría a los Templos de Rejuvenecimiento. Sencillamente, estaba sumamente ocupado y todo ocurría demasiado rápido para él. De manera que la mayor parte de su tiempo se quedó en su hogar escribiendo. Arraigó esa información y se tomó su tiempo para centrarse y cuidarse. Incluso se dedicó a dormir cuando, algunas veces, su mente estaba demasiado lenta como para ayudarle a rejuvenecer, sabiendo que de esa forma podía ser más útil para el universo y el resto de Mu.

No pasó mucho tiempo antes de que Amor comprendiera que ya no se trataba de un manual, sino más bien una hermosa obra de literatura sobre la vida. Fue algo muy mágico que recibió ese día y con eso empezó a escribir su libro. Amor comenzó a contar su historia y muy pronto sintió que de alguna manera estaba completa. No sabía con claridad de qué manera darle sentido o reunirlo todo, porque todas esas pequeñas partes estaban dispersas por todos lados. No comprendía cómo esto estaba vinculado con aquello, o cómo se relacionaba con ese concepto que tenía ante sí. Sin embargo, siguió los impulsos de su corazón. Descubrió que, mágicamente, cuando volvía atrás y leía algunas de sus notas de nuevo, estas se ordenaban perfectamente. Pronto, Amor completó su escrito. Tenía una historia que contar y Etu lo ayudó a contarla canalizándola por su intermedio. En realidad, Etu solamente le hacía cosquillas a la memoria de Amor; solo lo ayudaba a elaborar lo que él ya había aprendido y a ponerlo de tal manera que pudiera ayudar a las demás personas a integrarlo. Las personas podían comprenderlo y aprenderlo a través de su propio proceso. Para Amor fue un momento mágico porque nunca se consideró un escritor. Por supuesto, tampoco se había considerado un maestro y un sanador, pero durante su trabajo, descubrió que era ambas cosas.

Amor quiso celebrarlo y contactó a Saroo, quien era el amor de su vida. Trató de pasar más tiempo con ella, puesto que ya no tenía que permanecer todo el tiempo en los Templos de Rejuvenecimiento. Amor y Saroo entablaron una amistad que se convirtió en un profundo amor. Fue un tiempo mágico para Amor. Sentía como si estuviera firmemente afianzado en la senda que deseaba como participante activo de Mu. Su padre se sentía muy orgulloso de él; orgulloso porque fue capaz de seguir las tradiciones de Mu, de comprenderlas y hallar realmente el estilo de vida más elevado para cada momento. 

Amor estaba iniciando algo nuevo, y muy pronto otros se reunieron a su alrededor. Empezó a encontrar ayuda para armar sus libros de una manera levemente diferente a la que tienen hoy en día. En esos tiempos no existían los editores, pero tenían sus propias historias que contar. La mayoría del tiempo los narradores de historias eran llamados así, narradores de historias, y se esperaba que elaboraran esas historias mágicas principalmente para entretener. La historia de Amor era mucho más profunda. Después de hacer muchas copias, las entregó a algunas de las personas que había guiado en los Templos de Rejuvenecimiento. Causó impacto inmediato y todos empezaron a leerla. Las personas hacían cuanto estaba a su alcance para conocer la historia de Amor, para leer la trilogía y comprender cómo funcionaban los humanos y el espíritu para tener esta experiencia. Al pueblo de Mu le encantaban sus puntos de vista, a pesar de ser muy diferentes a la mayoría de sus antecesores. Lo llamaban un nuevo pensador, porque creían que tenía una forma nueva de pensar. Fue muy mágico para Amor en esos tiempos y hoy es un día mágico también.

Amor pasó todo el año escribiendo y publicando sus historias. Y muy pronto tuvo la oportunidad de volver a los Templos de Rejuvenecimiento que tanto había amado. La elección de Amor fue la misma que su supervisor suponía. No se trataba de un paso atrás, porque solo hubiera sido un retroceso en su propia evolución. Él les hizo saber eso para que pudieran seguir adelante y ocupar su puesto definitivamente. Fue en esos momentos que le hicieron saber a Amor que todas las personas que habían ingresado estaban leyendo sus historias. Cubrieron el puesto y Amor jamás regresó. A partir de ese día, Amor empezó a asumir su papel de maestro. Al pueblo de Mu le encantaba mirar a través de los ojos de Amor, ya que su perspectiva diferente les permitía crecer, estuvieran totalmente de acuerdo con él o no. Ofrecía una corriente de pensamiento completamente nueva sobre la manera en que el espíritu tenía una experiencia fingiendo ser humano. Interesante.

Amor se mantenía atento constantemente para asegurarse de que, aunque las personas venían a él en busca de respuestas, jamás tomaría su poder aunque se lo ofrecieran. “Amor, tan solo dinos qué camino tomar. Dinos qué hacer y lo haremos.” Se reía para sí en silencio y sabía que no era lo que correspondía hacer. De manera que sencillamente le daba la vuelta a la pregunta devolviéndola con otra pregunta. “¿Qué creen que harían en ese caso? Si alguien les hiciera esa misma pregunta, ¿cuál sería su respuesta?” Sonreía y las personas empezaban a recuperar su propia confianza. Las personas empezaban a comprender que en realidad se trataba de su senda y debían empezar a trazarla. Nadie podía seguir sus mismos pasos. Lo único que podían hacer era activar algún pensamiento nuevo en su amada tierra de Mu.

Los días de Mu fueron maravillosos y Amor disfrutó muchísimo su vida. Se rodeó de personas empoderadas; él y Saroo empezaron a vivir una vida juntos como pareja. Tanto Amor como Saroo enseñaron juntos y muy pronto Saroo empezó a escribir sus propias historias. Sí, en realidad fue un tiempo maravilloso. Disfrutaban enormemente el uno del otro y empezaron a desarrollar un amor muy profundo. No pasó mucho tiempo antes de que Amor comenzara a escribir otra historia, solo que esta la escribió con Saroo. Juntos empezaron a hablar sobre formas más elevadas de relaciones y cómo la energía se puede transferir de uno a otro muy claramente. Descubrieron cómo trabajar juntos como una sola persona, y seguir conservando su individualidad. En el planeta Tierra los días de Mu fueron muy mágicos. Y así fue. Amor jamás regresó a los Templos de Rejuvenecimiento. Tenía recuerdos maravillosos de esa experiencia y con frecuencia escribió sobre ella, pero siguió adelante hacia una época, energía y amor nuevos. Y en ese día todo estuvo bien en Mu.

Espavo, queridos.

Yo soy el Guardián del Tiempo

El grupo



La palabra Espavo es un antiguo saludo lemuriano que significa: “Gracias por asumir tu poder”
Steve Rother.





Fuente:
http://www.trabajadoresdelaluz.com
12 de Mayo 2018