Por Tyler Durden
El ex congresista estadounidense Ron Paul se ha unido a una creciente lista de periodistas políticos independientes y comentaristas, que están siendo castigados económicamente por YouTube, a pesar de producir videos que rutinariamente reciben cientos de miles de visitas.
En un tweet publicado el sábado 26 de agosto, el fundador de Wikileaks, Julian Assange, twitteó una captura de pantalla de la página “Liberty Report” de Paul, mostrando que sus videos habían sido etiquetados como “no aptos” para todos los anunciantes por los árbitros —o mejor dicho: Censuradores— de contenido de YouTube.
Por criticar a Trump
Assange afirma que Paul fue castigado por hablar sobre la decisión del presidente Donald Trump de aumentar el número de tropas estadounidenses en Afganistán, después de que Paul publicara un video sobre el tema.
La idea de que YouTube quiera castigar económicamente a un ex miembro del Congreso de Estados Unidos, por compartir sus puntos de vista sobre la política exterior de Estados Unidos —un tema del que él está inequívocamente calificado para hablar— es absurda. Además, la marca de “revisión solicitada”, en uno de los videos de Paul, revela que fueron inicialmente marcados por los usuarios antes de que los moderadores de YouTube confirmaran que los videos no eran adecuados para una amplia audiencia.
La élite de Silicon Valley
Otros comentaristas políticos que han sido censurados por YouTube incluyen a Paul Joseph Watson y Tim Black –aparentemente por compartir puntos de vista políticos que difieren de la ideología neoliberal predominante favorecida por la élite de Silicon Valley.
La semana pasada, Google –otra compañía de Alphabet Inc.– prohibió brevemente a Salil Mehta, un profesor adjunto en Columbia y Georgetown que enseña probabilidades y ciencia de datos, de usar su servicio, congelando sus cuentas sin proporcionar una explicación. Más tarde se le permitió volver al servicio.
Una censura activa de Google y Facebook
La periodista conservadora Lauren Southern habló, durante una entrevista con Daily Caller, sobre la campaña de YouTube para sofocar a los periodistas y comentaristas políticamente divergentes.
“Creo que sería una locura sugerir que no hay un esfuerzo activo para censurar las opiniones conservadoras e independientes”, dijo Southern.
Por supuesto, Google no es la única compañía de Silicon Valley que está enamorada de la censura. Facebook ha prometido erradicar “noticias falsas”, las cuales, por su definición, incluyen contenido político que cae fuera de la propaganda oficial.
Aun así, castigar económicamente a un ex congresista y médico de Estados Unidos, es un nuevo y sórdido intento de la campaña de Silicon Valley para eliminar la disidencia.
Texto original:
http://nuevodesordenmundial.blogspot.com
30 de Agosto 2017