MARÍA

Audio
Soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra.
Amados hijos, vengo entre vosotros con el fin de estar con vosotros.
capas aislantes son ahora permeables en totalidad, me es fácil ahora venir a hablaros, ya no solamente para llamaros por vuestro nombre, sino más bien de estar con vosotros y en vosotros, con el fin de que seáis alimentados por vuestra propia verdad, por vuestra propia eternidad.
Mis hermanas Estrellas así como los Ancianos
os han comunicado unos elementos, que ya no son unas enseñanzas, por supuesto,
sino unos medios y unas técnicas muy simples para acercaros a vuestra
evidencia, y para vivirlo. Así es el sentido de mi presencia en este lugar y en
todo lugar donde me leeréis y me escucharéis.
No vengo a hacer nada más que de estar allí
con vosotros, en vuestro corazón, con el fin de deciros: « No tengáis miedo, no
tengáis ningún miedo ». Se produzca lo que se produzca, dejad florecer el Amor
en vuestros labios, en vuestros ojos, en vuestro corazón y en todo lo que
toquéis o veáis.
Estáis descubriendo, para muchos de vosotros,
sea cual sea lo que hayáis vivido hasta ahora, la sencillez del Amor, la
sencillez que debéis de tener los unos con los otros, permitiéndoos ajustaros
lo más cerca posible a la Verdad y a la Inteligencia de la Luz.
El Verbo se vuelve cada vez más activo en la
superficie de este mundo. Vuestras palabras ya no serán unas palabras, vuestras
miradas ya no serán unas miradas, sino que serán unos momentos de gran amor, en
el silencio de vuestras miradas, en el silencio de vuestros corazones,
manifestado en este mundo entre vosotros y para vosotros. Cuando la sonrisa
nace en vuestros labios y cuando vuestro corazón se eleva, significa también
que me habéis reconocido y que me esperáis. Estad serenos, sed ligeros.
Los tiempos se han efectivamente cumplido y estamos
como vosotros, a los limites de vuestro planeta ahora, aunque todavía ocultados
a vuestros ojos de carne y a vuestros instrumentos. Como lo sabéis, el Arcángel
Metatron se ha desplegado en el seno de los Círculos de Fuego. Del mismo modo,
os desplegáis en vuestra eternidad, dándoos a vivir unos elementos verdaderos,
unos elementos de Amor que os eran ocultados hasta ahora. Vivid lo que tenéis
que vivir, captad allí la esencia y dejad también todas las interpretaciones,
sean cuales sean. Contentaos con vivir el Amor que os es propuesto en
cualquiera ocasión que sea.
Vengo a reafirmaros en el Amor y en la Verdad
de vuestro Ser. Mi presencia amorosa, igual que vuestra presencia amorosa, hace
volar en pedazos las normas y las reglas de este mundo. Tal vez lo hayáis
observado, en ciertos lugares donde pasáis, con ciertos encuentros que vivís,
las cosas se vuelven ahora más ligeras y simples, porque hay un reconocimiento
entre vosotros, más allá de todas las apariencias y más allá de todos los
papeles que habéis podido jugar hasta ahora. Tal es el estado de Gracia, tal es
la alineación con la Gracia, con el fin de que vuestra vida se llene de Gracia
en vosotros mismos, sin depender de las circunstancias de este mundo y de las
leyes de este mundo.
Al fin tomáis consciencia, para muchos de
vosotros, de que estáis realmente sobre este mundo pero que no sois de este
mundo. Después de la aparición de vuestros linajes, para algunos de vosotros,
hoy hay cada vez más hermanos y hermanas encarnados que, de la noche a la
mañana, descubren lo que es el Amor. No el amor romántico, no el amor ligado a
una persona, sea cual sea, sino que mucho más el Amor como la expresión
espontánea y natural de vuestro ser. Es allí dónde debéis crecer, es allí dónde
debéis ir y a ninguna otra parte. No necesitáis nada más, sólo vuestra propia
Presencia.
Viviéndolo, ponéis punto final a las
inquietudes, a las preguntas. Porque el germen del Amor que se despliega hoy a
nivel colectivo, a pesar de las apariencias, a veces, que pueden pareceros
opuestas, sólo son unas resistencias ligadas al miedo, pero en el momento en
que depositáis vuestros miedos a mis pies, me encontráis en totalidad. No
necesitamos de grandes discursos, sólo necesitamos reencontrarnos y celebrarlo.
Descubrís una cierta forma de libertad que no es todavía la Liberación, para
muchos de vosotros, pero que os empuja en cierto modo a reajustar a la vez
vuestra conciencia y vuestro posicionamiento en el mismísimo seno de este
mundo.
Unos elementos se producen en vuestras vidas.
Son varios e incontables pero estad seguros que todos estos elementos concurren
a revelaros a vosotros mismos, a mostraros la Gracia en acción y la Verdad en
acción. Como lo podéis ver alrededor vuestro, todo lo que era falso, todo lo
que era mentira, es iluminado por la Luz y por la presencia de la Confederación
Intergaláctica, pero también por la presencia de vuestro corazón.
Cada día, en cualquier lugar que sea, de la
Tierra como en vuestra vida, se están revelando cosas. Todo lo que era corrupto,
todo lo que fue puesto para manteneros en la cárcel de la Tierra, vuela hoy en
pedazos. La mismísima Tierra comienza a cantar de manera diferente de como
solía cantar habitualmente. Los Elementos se combinan cada vez más en la
superficie de la Tierra, dando algunos fenómenos inusuales y que hasta ahora
nunca habían alcanzado estas proporciones que calificaría de bíblicas, y que
corresponden precisamente a lo que ya ocurrió en el pasado, pero esta vez las
cosas son muy diferentes porque ya no habrá más encierro, porque ya no habrá
más ilusión. Sólo estarán la verdad y la belleza del Amor tal como empezáis a
descubrirlo.
Las cosas, las situaciones que os parecían
bloqueadas, parecen desbloquearse como por milagro. La evidencia de la Luz os
ajusta a veces con nuevas vidas, con nuevas situaciones, con nuevos movimientos
y a veces hasta con una inmovilidad más grande. A la medida de vuestras
disposiciones, de vuestros sueños, de vuestros encuentros, os acercáis cada vez
más a esta verdad. Estáis, unos y otros, listos, si puedo decirlo así, igual
que nosotros estamos listos para vivir ahora la culminación de los tiempos. No
quedan barreras, no quedan obstáculos, sólo quedan simplemente las últimas
costumbres, las últimas resistencias colectivas a la Verdad. Éstas, se están
cayendo unas tras otras, dondequiera que pongáis vuestra mirada, en vuestra
vida, en vuestro entorno y en el conjunto del planeta.
La falsificación de las religiones que os han
encerrado más que os han liberado, empiezan a aparecer a plena luz del día, de
Oriente a Occidente, del Sur al Norte.
La Verdad no necesita ninguna religión, el
Amor no necesita ningún templo, sois vosotros mismos el Templo del Amor. Todo
ello lo descubrís con una mirada nueva, la del niño, maravillado, sorprendido y
a veces asustado por lo que está ocurriendo. Pero la finalidad es el
alumbramiento del Amor, en totalidad.
Muchos de vosotros viven incluso una especie
de revolución interior cuando aparentemente nada se está moviendo. Nuevos
elementos aparecen. Os han sido dados de hecho unos medios de realizarlo a
través de técnicas simples comunicadas por mis hermanas Estrellas y por los
Ancianos. Los pueblos de la naturaleza os acogen en el momento en que vayáis a
su encuentro, incluso pueden acompañaros y seguiros hasta vuestras casas.
No, no estáis soñando. Allí está la verdadera
vida, allí está la verdadera verdad. Todo ello concurre, a su manera, a
realizar realmente la Ascensión que está en curso.
Parecéis menos paralizados, menos bloqueados
por las situaciones, por unos a priori, por unos miedos y hasta por la ausencia
de vuestra vibración, si no la habéis percibido.
Son unos momentos para las últimas gracias,
antes de mi Llamada. Seguid serenamente vuestro camino. Vivid lo que se
presenta a vosotros y observad la alegría que está en vosotros cuando
permanecéis en la sencillez, en la humildad, cuando permanecéis como el niño
que acepta todo lo que le viene. Allí, estáis en la precisión, estáis en el
equilibrio, estáis en la verdad.
Numerosos encuentros se vuelven cada vez más
evidentes, no solamente con los pueblos de la naturaleza, no solamente con los
Ancianos, las Estrellas, los Arcángeles, sino que todo lo que constituye la
vida en los mundos unificados se presenta ante vosotros, durante vuestros paseos
y durante vuestros encuentros. Son unos encuentros de Amor, son unas fiestas y
unas celebraciones. Celebráis la Vida, celebráis el Amor, aunque a veces estáis
rabiosos o enfadados, no es nada con respecto a la Verdad que inunda vuestra
vida, vuestra conciencia y la totalidad de este mundo.
Estáis a las puertas de lo maravilloso, estáis
a las puertas del renacimiento final. Habéis cumplido, unos y otros,
dondequiera que estéis, a la medida de vuestras posibilidades, de vuestros
miedos, habéis conseguido liberar el Amor en esta Tierra. Así que veis muy bien
que lo que es antiguo, lo que pertenece a las antiguas energías como decís, ya
no es de actualidad, ya no funciona, ya no sirve.
La Vida os invita en cada instante a ser
virgen de toda impresión, de todo pasado, de toda historia y a estar cada vez
más disponible para el momento que tenéis que vivir, para vivirlo plenamente
sin ser afectado por ninguna herida, sin ser afectado por la naturaleza de
vuestras relaciones, sean cuales sean y sean con quienes sean.
No, no estáis soñando, hasta diría que es lo
contrario. Salís del sueño y volvéis a la realidad, la que no conoce ni el
nacimiento ni la muerte, la que es eterna y la que permite la libertad de
manifestación de la conciencia, como su desaparición. Todo ello en el mismo
canto, en la misma danza, en la misma vida. Las barreras se caen unas tras
otras, vuestras resistencias también. Y de manera a veces sorprendente. Lo que
todavía os estorbaba ayer ya no os estorba hoy, y será, cada día, cada vez más
verdadero. Cada circunstancia de vuestra vida os invita a la capitulación de
las resistencias y a la realización del Amor.
Vedlo, porque es realmente lo que está
pasando. Estad en la vida, estad vivos, sed ligeros. Enfrentaos a lo que la
vida os da que enfrentar, porque en definitiva, sea cual sea lo que se tiene
que enfrentar, y que puede parecer difícil, no es nada con relación a la verdad
del Amor. Y no olvidéis que detrás de cada acontecimiento que puede pareceros
opuesto a la Luz, sólo está la Luz, sólo está el Amor.
Lo que todavía era imposible ayer se vuelve
cada vez más insistente hoy, y cada vez más posible. Así es el Verbo Creador,
así es el aliento de la co-creación consciente y así es el establecimiento de
la Gracia de manera definitiva.
Como lo podéis ver, muchas cosas se
transforman en vosotros y alrededor vuestro a un ritmo cada vez más rápido y
cada vez más evidente. Como lo podéis ver también, algunos hermanos entran en
la negación o en una especie de ira. No Importa. Porque, seguidamente o al día
siguiente, o pasados unos días, o pasadas unas semanas, ellos mismos se
perdonarán con lo que les haya afectado en esos momentos.
Así que seguid sonriendo, seguid amando,
seguid siendo vosotros mismos, más allá de todos los papeles, más allá de todas
las funciones que ocupáis en vuestras vidas, porque no sois vuestras funciones,
ni siquiera sois vuestras experiencias, ni las más transcendentales. Y sin
embargo todo ello os conduce a la misma Gracia, a la misma revelación final, a
vuestra Resurrección. Así que sed felices, sed ligeros. Vuestra presencia es
indispensable en la superficie de este mundo en este período, porque sois
vosotros quienes estabilizáis lo nuevo, los que dejáis aparecer lo que viene.
De hecho, observáis quizás que cuando menos
resistís, las cosas se vuelven más fáciles para vosotros. Que sea al nivel de
este cuerpo efímero, que sea al nivel de las manifestaciones y que sea sobre
todo con vuestra manera de ser a diario. Ved, objetivamente, acordaos cómo
erais hace sólo un año, y ved hoy cómo sois. ¿Acaso no corresponde en totalidad
al derramamiento del Amor y a la revelación de vuestro Amor? Vais a ver cada
vez más claro y vais también a vivir cada vez más en el corazón, sin esfuerzo,
sin siquiera pensar en ello. Así es el estado de Gracia, así es la verdadera
vida, aquí mismo en este mundo. Estáis preparados, por vosotros mismos, para
vivirlo.
Perdonad lo que todavía os parece que debe ser
perdonado, y olvidad lo que todavía puede perturbar vuestra cabeza y vuestro
corazón. Mirad como vuestros pensamientos, de manera cada vez más frecuente, se
dirigen hacia el Amor. Mirad como vuestra vida se dirige cada vez más hacia la
sonrisa, hacia el hecho de abrazar a vuestros hermanos y a vuestras hermanas, y
de abrazar por allí la mismísima vida. Mirad, a pesar de la dureza de este
mundo, cómo os volvéis amorosos, cómo os habéis transformado, y cada día
progresáis. Cada día unas nuevas oportunidades de crecer en el Amor se
presentan a vosotros, sin siquiera comprender, sin tener ninguna información,
porque lo esencial no está allí, percibís el Amor. De hecho os es pedido, por
las circunstancias de vuestra vida, de entrar cada vez más en este Amor, de
olvidar los rencores, de olvidar las heridas, de olvidar los sufrimientos
porque la Gracia, cuando más la aceptéis, más os ayudará a olvidar lo que debe
morir y a aparecer en lo que ha nacido.
El tiempo que os es concedido os permite
justamente sacarle provecho y dejar siempre el Amor emerger y manifestarse en
la superficie de este mundo. Sean cuales sean vuestras vibraciones, sea cual
sea vuestra situación familiar y profesional, sea cual sea vuestro estado
físico, tenéis todos la capacidad de dejar crecer el Amor, de dejarlo
manifestarse y de seguir la Inteligencia de la Luz en lugar de vuestra propia
inteligencia, los condicionamientos que pueden todavía quedar o las
obligaciones de este mundo, aunque sea para sobrevivir en el.
Mirad en vuestras vidas como los elementos
toman forma. Si no tenéis ningún lugar para vivir, os acogen en alguna parte,
si no tenéis dinero, el dinero acaba por llegar. Todo lo que es necesario y
útil, ya no hace falta nada superfluo. ¡Mirad! Mirad lo que se resuelve en
vosotros y alrededor vuestro, sea cual sea la apariencia de este mundo. Todo
esto sólo está destinado en demostraros la evidencia de la Alegría y de la
Gracia en el mismo seno de este mundo.
Así que vengo, por mi Presencia, a animaros
para ser lo que sois, antes incluso de mi Llamada formal. Disfrutad de la vida,
en lo que os da, en lo que os ofrece, en vuestras relaciones, en vuestros
encuentros con los pueblos sutiles de la naturaleza o con nuestras Presencias.
Sed afectuosos, afectuosos con vosotros mismos ante todo y afectuosos con las
circunstancias de vuestras vidas. Y mirad cómo, si aceptáis esta dulzura, esta
bondad, y lo que sois en realidad, cómo las circunstancias, incluso las más
difíciles y las más desagradables que tengáis que vivir, se solucionan y os
permiten no estar ya más condicionados, ni sometidos a estas fuerzas de
predación del pasado, del encierro.
La Gracia en acción, es verlo y no ver nada
más. Porque acordaos también que la conciencia, vuestra atención, es portadora
del Verbo, es portadora del Aliento sagrado, es portadora de la co-creación
consciente. Esto os da, a la vez una libertad y una forma de responsabilidad, y
también una ligereza. ¿Podéis verlo? Y veis claramente y cada vez más
claramente. No podéis escapar de lo que sois, no podéis escapar al Amor diga lo
que diga vuestra persona, digan lo que digan las situaciones de vuestras vidas,
y esto es cada vez más fácil.
Os estáis dando cuenta que vuestros
pensamientos, vuestras ideas, vuestra atención son cada vez más dirigidos hacia
el Amor y hacia la Verdad, independientemente de toda circunstancia personal.
Diría incluso que ya no hay elección. Estáis, cada uno de vosotros, en el lugar
perfecto para vivir lo que hay que vivir. Así que, acoged con la misma gracia
todo lo que se os presenta a vosotros. Y retened que si algo opuesto se
manifiesta, es porque está desapareciendo y no reapareciendo. Todo depende de
allí donde os situáis. Y si os situáis en la gracia del Amor que sois, entonces
todo se disolverá sin dificultad alguna.
Sed afectuosos y sed humildes con vosotros
mismos, sed afectuosos y sed humildes con la vida, con el fin de ser grande en
el Amor y por el Amor. Sed sensibles a vuestra propia respiración, sed
sensibles a vuestros propios sonidos interiores, sed sensibles a la belleza.
Así como quizás lo podéis observar, a menudo, no buscáis más sacar provecho de
una situación, sea la que sea, sino más bien compartir y equilibrar. Mirad como
huís de los conflictos, no para evitar verlos sino para atravesarlos y ser
libres de estos conflictos con el fin de dejar el Amor florecer todavía más
rápidamente, y aparecer de manera cada vez más intensa alrededor vuestro, y en
vosotros.
Si tenéis confianza en la Gracia y en la Luz,
podéis averiguarlo instantáneamente en vuestra vida. No necesitaréis más luchar
por tal cosa o tal otra, no necesitaréis más oponeros o confrontaros con
vosotros mismos o con ninguna situación o ningún hermano.
Allí está la Gracia, allí está el milagro
ahora a diario en vuestras vidas. Sólo queda decir sí, decir sí a lo que se
presenta, y seréis cada vez más ligeros.
Cada vez más, en vuestra naturaleza verdadera,
encontraréis unos recursos insospechados, para vuestro cuerpo, para vuestra
vida, con el fin ya, de no estar más molestados por lo que está opuesto al
Amor. Hasta dejaréis de verlo. Algunos de vosotros ya lo viven con intensidad y
fuerza, otros viven todavía ciertas agitaciones, pero los agitaciones, ellas
también, sólo anuncian la Luz.
Observad también cómo sois cada vez más
capaces de manteneros en el instante presente, en la Presencia, hagáis lo que
hagáis. Incluso si es una tarea que apela a vuestra mente, mirad por vosotros
mismos cómo lográis, en cierto modo, trascender el tiempo, borrarlo y no ser
afectados por ninguna circunstancia que antes no era aceptada. ¿Podéis verlo
todo esto?
Todo lo que ocurre en vuestros cielos, en esta
Tierra, en vosotros, en vuestro cuerpo, en vuestras relaciones, en los sistemas
que sean, se están transformando con más o menos felicidad, más o menos
evidencia, pero nadie puede negar lo que acontece sobre la pantalla de vuestra
conciencia como en la pantalla del mundo. Por supuesto, muchos hermanos y
hermanas viviéndolo no entienden del todo lo que está ocurriendo. Pero no
temáis, en cuanto haga mí Llamada nadie podrá dudar de la Liberación en curso.
Contentaos con vivir, contentaos con obedecer
a lo que la Inteligencia de la Luz os proponga. Asumid vuestra edad, asumid
vuestras funciones, asumid los cambios si se presentan, y mirad cómo lográis,
sin esfuerzo, en mantener el equilibrio. Mirad cómo antes hacia falta luchar,
comprender y cómo hoy esto parece verdaderamente quedar atrás de manera más o
menos intensa. Mirad vuestra capacidad para desaparecer, vuestra capacidad para
no ser vosotros mismos, para olvidar lo que sólo pasa. Aunque pueda presentar
algunos pequeños inconvenientes en la vida diaria, sólo son unas preocupaciones
que sólo pasan y que ya no os alteran, que ya no os molestan más. Mirad la
Verdad obrando, realmente y concretamente.
Si lo veis, entonces estáis listos para acoger
mi Llamada, estáis listos para oírme, estáis listos para Él, que como un
ladrón, viene por la noche. Mirad las señales del cielo y de la Tierra, mirad
las señales de vuestros diferentes países, de vuestras diferentes sociedades y
mirad la coincidencia con lo que pude anunciar en múltiples lugares en la Tierra,
correspondiendo por otra parte al conjunto de las profecías que han sido dadas
desde siempre.
Ninguna de las profecías fue dada para
provocar miedo, sino simplemente para realizar la urgencia del Amor y la
urgencia de la Verdad. Es en estos tiempos que seréis colmados de Gracia, es en
estos tiempos, los más difíciles, que habrán las facilidades más grandes para
reencontraros. Todo lo ilusorio se desploma y se desplomará cada vez más
intensamente, dejando permanecer y persistir sólo lo que es Amor.
Ofrezco la misma Gracia a cada uno de mis
hijos. Que me reconozcan o no, que me den la espalda o me acojan con los brazos
abiertos, al igual que el Sol, doy indistintamente a cada uno, de igual manera,
porque no hay ninguna diferencia, está el mismo Amor en cada uno, aunque lo que
sobresalga en la vida de esta persona sea más bien el miedo, la ira, el ego.
¿Qué importancia tiene con respecto al Amor? Y vuestra sonrisa puede hacer
tumbar el más firme de los egos, sin querer nada, sin pedir nada, porque la Gracia
es acción, ya no solamente porque ella desciende sobre vosotros, sino porque
irradia de uno a otro de manera horizontal en unos tiempos y unos espacios cada
vez más extensos. ¿Lo podéis ver?
Así que no he venido para dar unos grandes
discursos sino para sosteneros, sostener con mi emanación y llamar vuestra
atención sobre lo que acontece, de manera más concreta, realmente sobre vuestro
mundo. Ya no se trata ahora de ir al Sol, ya no se trata de construir algo,
sino más bien de asentaros allí donde estáis y de obedecer a la Luz, porque
allí se sitúa la Gracia, mostrándoos a vosotros mismos que ya no estáis
sometidos a las leyes de este mundo y a las reglas de este cuerpo, sino que
mucho más y exclusivamente al Amor, a la Verdad y a la Libertad.
Muchos hermanos y hermanas alrededor vuestro
descubren su eternidad sin haberla buscado nunca, porque estaban listos, sólo
esperaban el momento justo que ha llegado. Así que vais a ver unos cambios
importantes, no solamente en vosotros sino también con vuestros allegados. Lo
que os parecía imposible será posible. Habrá, en cierto modo, unos vuelcos
súbitos de la conciencia de los hermanos y las hermanas.
Contentaos con estar presentes, si lo estáis,
sin juzgar, simplemente estando allí y acompañando lo que hay que acompañar. Lo
comprobáis también, en nuestras intervenciones múltiples y diversas, que sea
aquí y en otra parte, nuestra acción es cada vez más próxima a vosotros,
proporcionando unas mejoras, unas curaciones con algunas situaciones, algunas
enfermedades, algunas confusiones, por la gracia de la Luz. Estamos muy cerca
ahora. Estamos dentro de vosotros, pero nuestra manifestación está muy cercana.
No busquéis ninguna otra cosa que no sea la
vida que vivís con la alegría, con la paz. Porque la Gracia es Paz y es
Alegría, y no depende de vuestra persona, de ninguna posesión o de ninguna
relación. Esta alegría, lo sabéis, nace en vosotros y es independiente de toda
circunstancia, o de todo trabajo personal como decís. Todo esto es obsoleto,
anticuado. Todo lo que os apegaba, si puedo decirlo así, hasta hace poco,
desaparece solo. Descubrís que el instante presente, la espontaneidad, son unos
conceptos que no son abstractos, sino que se aplican para la vida diaria, y
veréis que todo se suavizará, incluso lo que todavía puede pareceros difícil.
No es una cuestión de fe, ni de confianza, sino que es una cuestión de
evidencia.
Algunos ven la evidencia muy fácilmente.
Otros, entre vosotros, siguen todavía incrustados, de un cierto modo diría yo,
en unos esquemas arcaicos. Basta con depositar simplemente las armas y ver la
verdad de lo que está pasando.
Vengo simplemente, a que me leáis, que me
escuchéis, que estéis allí, a observar en cierto modo vuestro Amor. Porque me
alimento de el, porque soy vuestra madre y porque os quiero libres, libres,
autónomos, espontáneos. Os quiero, en estos tiempos de la Tierra, como unos
niños descubriendo lo maravilloso y estando realmente maravillados con la
belleza del Amor y su magnificencia.
Acordaos, todo lo que era invisible se hace
visible, todo lo que fue ocultado es revelado. Ahí está el verdadero sentido
del Apocalipsis. Entonces por supuesto, el que está todavía encerrado en su ego
verá el Apocalipsis como la destrucción de su propio ego y de los demás egos.
Pero acabará viendo el Amor, porque cuando el ego esté destruido, cuando el
mundo esté destruido, ¿qué quedará si no es el Amor? Entendedlo. Ninguna bomba,
ningún grito, ningún sufrimiento puede ahora alterar la verdad y la belleza de
lo que sois. Esto será, no sólo evidente, sino que diría que hasta cada vez más
flagrante.
Algunos de vosotros ya han percibido la Luz a
través de su propio cuerpo, que sea el cuerpo de Êtreté o a través de la Luz
depositándose sobre sus cuerpos. Pronto, sólo veréis la Luz, realmente y
concretamente, y no veréis nada más. Y allí sabréis, de manera directa, aunque
no hayáis vivido nada, que es el momento, incluso antes de mi Llamada e incluso
antes de las Trompetas. Entonces, cuando las Trompetas surjan, no estaréis
sorprendidos, ni enloquecidos. Viviréis una alegría sin igual, con relación a
lo que ya habéis vivido, abriéndoos totalmente a mi Llamada y a vuestra
Resurrección.
Los momentos que tienen que vivirse y que se
vivirán, son más importantes que cualquier nacimiento y que cualquier muerte,
porque representan realmente la Resurrección de la Eternidad. Todas las
circunstancias de este mundo sólo son unos pretextos ahora para la revelación
del Amor. Nada puede oponerse, nada puede luchar contra la majestad del Amor, y
es exactamente lo que estáis viviendo, aunque no lo percibáis todavía, aunque
no lo aceptéis completamente y totalmente.
Vuestra coronación está al llegar. Se traduce
de diferentes maneras, es lo que acabo de expresar pero también, para los que
viven las vibraciones, es la activación simultánea de las Estrellas, de las
Puertas y del conjunto de las estructuras víbrales que habéis tenido o que
habéis vivido. Es una sinfonía de vibraciones. De hecho, el Coro de los
Ángeles, para muchos, empieza a cantar en vuestros oídos, no de manera
permanente sino que durante algunos momentos del día o de las noches. Este
sonido, este Coro de los Ángeles como lo llamamos, sólo es la resolución de la
separación. En efecto, el segundo sol se aproxima ahora del Sol que os es
visible, con el fin de realizar la alquimia de la Liberación. El núcleo de la
Tierra, que está unido a Sirius como lo sabéis, desde la Liberación de la
Tierra, ha comenzado su fase de expansión, él también, de la misma manera que
vosotros también os expandís y vivís algunas cosas que no habríais podido vivir
hace algunos años, aquí mismo en este mundo.
Entonces, aquí y en otra parte, os diría en
este preciso día: « Juntos recemos ». Recemos, no para obtener algo, pero
recemos para rendir gracia a la belleza del Amor y de la Verdad. Reforcemos
nuestra alegría, reforcemos nuestra emanación, los unos y los otros, no dudéis
más. No os hace falta para ello quedar, no os hace falta para ello siquiera
reuniros, sino que dondequiera que estéis, sea cual sea la circunstancia,
tenéis ahora la posibilidad de estar alineados con la Gracia y de ver los
efectos de esta Gracia por todas partes en el mundo.
Si cada uno de vosotros pasase sólo cinco
minutos en esta oración silenciosa del corazón, alineado con la Gracia,
entonces veríais muy rápidamente acercarse el momento de la Resurrección. Haced
como queráis, pero contestad a la Llamada de la Luz, contestad a la
Inteligencia de la Luz. Id simplemente más allá de las normas, más allá de las
experiencias, y rezad fervientemente, no para pedir algo - porque todo se ha
cumplido - sino que rezad fervientemente para que todo pase en el Amor - será
el caso- para que cada vez más hermanos y hermanas sean tocados por esta última
Gracia.
Más allá de todos los acontecimientos de la
Tierra, que sean climáticos, o ligados a la locura de las energías arcaicas, no
tendrán ningún peso porque el Amor acaba con todas las bombas, no oponiéndose a
ellas, sino que desplegando su majestad.
Tomad cinco minutos, cada mañana, cada tarde,
cuando tengáis tiempo para ello, simplemente para estar alineados a la Gracia y
dejad obrar la Inteligencia de la Luz en vosotros como fuera. La alineación que
realizabais hace todavía unos años de manera habitual, ahora se hace
espontáneamente, y esta alineación no es simplemente una alineación con la Luz
Vibral, sino que es verdaderamente una alineación a la especificidad de la
Gracia que es propia al Espíritu Santo.
Mi Manto os cubre en totalidad. Vuestro
corazón exulta, que sea manifestándose a través de dolores, a través de
palpitaciones, a través de sensaciones inhabituales en la espalda o delante
sobre vuestro pecho. No quedéis estancados con la necesidad de comprender un
dolor por medio de algún mecanismo fisiológico, patológico, sino que veáis
realmente ahí lo que es, es decir la instalación de la Gracia.
Y cuando os encontréis en una situación del
ego, una situación de la persona con ira o de la persona disgustada, dejad
obrar la Gracia. No pongáis a la persona delante, sino que confiaos a la
Gracia, porque ella actuará siempre mucho mejor que vosotros, sea cual sea la
circunstancia, sea cual sea la situación.
He venido a animaros a ser vosotros mismos y a
veros a vosotros mismos.
No retengáis lo que se aleja de vosotros y
acoged lo que se presenta, aunque no tengáis explicaciones, hasta si no os
parece verdadero. Lo importante ahora es la Llamada final de la Luz. Nada puede
superar ese momento. Ninguna alegría podrá ser superior a ese momento.
Vivís las primicias para muchos de vosotros;
aunque no logréis formular algunas ideas o algunas palabras sobre esto, es
exactamente lo que esto significa la llegada de la Luz, de manera tangible y
visible y no solamente en los planos sutiles o en los planos interiores.
Entonces, os lo repito, estad listos. No hay
mejor manera de estar listo que de ser humilde y simple y de ser Amor.
Cuando las resistencias de ciertos hermanos y
hermanas consideran el Amor como una señal de debilidad, enseñadles que es la
más grande de las fuerzas. Que vuestra persona, y vuestra historia, no tienen
allí nada que ver, sino que es el estado actual de la Tierra y la Resurrección
final de la Tierra. No os hace falta ninguna palabra para ello, no os hace
falta ninguna explicación, sólo necesitáis presentaros tales como sois, con la sonrisa,
con la mirada que brilla de Amor, sin querer nada. Sed simplemente presentes.
Todo lo demás sucederá sin vuestra intervención, una vez más, sea cual sea el
caso, sea cual sea la situación produciéndose.
Os digo, al igual que algunos Ancianos y algunas
Estrellas, vividlo, no me creáis, vividlo y experimentadlo vosotros mismos.
El estado de Gracia, la alineación con la
Gracia es un bálsamo que viene para reparar y para borrar todos los vacíos,
todas las carencias, todas las heridas, todas las incomprensiones, todas las
dificultades. Así que vivamos juntos la alineación con la Gracia y el estado de
Gracia. Percibid, sentid, para los de entre vosotros, aquí y en otra parte, que
leerán, que escucharán, lo que ocurre en este preciso momento, el despliegue de
la Gracia, la verdad del Amor, de la Alegría, de la Verdad, de la Paz.
…Silencio...
Dejad la Gracia llegar a vuestro Templo, dejad
desplegarse la Verdad. Acojo a cada uno de vosotros en mi corazón, y acogeos
los unos a los otros en vuestro corazón.
…Silencio...
La Fuente te hablaba diciendo «mi amigo, mi
amado», yo te digo «mi amor», porque eres mi único amor. Eres mucho más que mi
hijo. Eres mucho más que simplemente el portador de mi firma vibral, eres todo
lo que soy. Que seas hombre o mujer, eres Creador ante todo, mucho antes de la
idea de ser una persona viviendo aquí entre el nacimiento y la muerte. Ahí está
tu Resurrección.
Podría hablarte de Amor y vivir el Amor
contigo de manera perpetua, y quedar así muchas horas permanentemente contigo,
pero no olvides que estoy en ti, ante todo.
Te acojo cada vez más en mi corazón, porque
estás allí, y me acoges cada vez más en tu corazón, porque estoy allí.
Escucha el silencio. Incluso mis palabras se
vuelven superfluas, incluso el Verbo se hace silencio. Deja la Gracia llegar en
tu corazón, es lo que eres.
…Silencio...
Y respira la vida, eres la vida.
Escucha la dulzura de nuestro encuentro y la
intensidad de este Amor.
…Silencio...
Deposito de nuevo mi Manto sobre tus hombros y
la Gracia se despliega hasta tus pies, en cada parcela de tu cuerpo, en cada
parte de tu conciencia.
…Silencio...
Soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra
y quedo para siempre en tu corazón.
…Silencio...
Hasta pronto.
mialmadediamante.blogspot.com