“EN ESTOS TIEMPOS DE LA TIERRA” Noviembre de 2015 con audios-08


MARÍA 




Audio 


Soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Amados hijos, vengo entre vosotros con el fin de estar con vosotros. 



Muchos de vosotros, en la superficie de esta Tierra, comienzan, diría, sin siquiera poder nombrarme, a percibir mi vibración de madre. Ya que las
capas aislantes son ahora permeables en totalidad, me es fácil ahora venir a hablaros, ya no solamente para llamaros por vuestro nombre, sino más bien de estar con vosotros y en vosotros, con el fin de que seáis alimentados por vuestra propia verdad, por vuestra propia eternidad. 



Mis hermanas Estrellas así como los Ancianos os han comunicado unos elementos, que ya no son unas enseñanzas, por supuesto, sino unos medios y unas técnicas muy simples para acercaros a vuestra evidencia, y para vivirlo. Así es el sentido de mi presencia en este lugar y en todo lugar donde me leeréis y me escucharéis. 



No vengo a hacer nada más que de estar allí con vosotros, en vuestro corazón, con el fin de deciros: « No tengáis miedo, no tengáis ningún miedo ». Se produzca lo que se produzca, dejad florecer el Amor en vuestros labios, en vuestros ojos, en vuestro corazón y en todo lo que toquéis o veáis. 



Estáis descubriendo, para muchos de vosotros, sea cual sea lo que hayáis vivido hasta ahora, la sencillez del Amor, la sencillez que debéis de tener los unos con los otros, permitiéndoos ajustaros lo más cerca posible a la Verdad y a la Inteligencia de la Luz. 



El Verbo se vuelve cada vez más activo en la superficie de este mundo. Vuestras palabras ya no serán unas palabras, vuestras miradas ya no serán unas miradas, sino que serán unos momentos de gran amor, en el silencio de vuestras miradas, en el silencio de vuestros corazones, manifestado en este mundo entre vosotros y para vosotros. Cuando la sonrisa nace en vuestros labios y cuando vuestro corazón se eleva, significa también que me habéis reconocido y que me esperáis. Estad serenos, sed ligeros. 



Los tiempos se han efectivamente cumplido y estamos como vosotros, a los limites de vuestro planeta ahora, aunque todavía ocultados a vuestros ojos de carne y a vuestros instrumentos. Como lo sabéis, el Arcángel Metatron se ha desplegado en el seno de los Círculos de Fuego. Del mismo modo, os desplegáis en vuestra eternidad, dándoos a vivir unos elementos verdaderos, unos elementos de Amor que os eran ocultados hasta ahora. Vivid lo que tenéis que vivir, captad allí la esencia y dejad también todas las interpretaciones, sean cuales sean. Contentaos con vivir el Amor que os es propuesto en cualquiera ocasión que sea. 



Vengo a reafirmaros en el Amor y en la Verdad de vuestro Ser. Mi presencia amorosa, igual que vuestra presencia amorosa, hace volar en pedazos las normas y las reglas de este mundo. Tal vez lo hayáis observado, en ciertos lugares donde pasáis, con ciertos encuentros que vivís, las cosas se vuelven ahora más ligeras y simples, porque hay un reconocimiento entre vosotros, más allá de todas las apariencias y más allá de todos los papeles que habéis podido jugar hasta ahora. Tal es el estado de Gracia, tal es la alineación con la Gracia, con el fin de que vuestra vida se llene de Gracia en vosotros mismos, sin depender de las circunstancias de este mundo y de las leyes de este mundo. 



Al fin tomáis consciencia, para muchos de vosotros, de que estáis realmente sobre este mundo pero que no sois de este mundo. Después de la aparición de vuestros linajes, para algunos de vosotros, hoy hay cada vez más hermanos y hermanas encarnados que, de la noche a la mañana, descubren lo que es el Amor. No el amor romántico, no el amor ligado a una persona, sea cual sea, sino que mucho más el Amor como la expresión espontánea y natural de vuestro ser. Es allí dónde debéis crecer, es allí dónde debéis ir y a ninguna otra parte. No necesitáis nada más, sólo vuestra propia Presencia. 



Viviéndolo, ponéis punto final a las inquietudes, a las preguntas. Porque el germen del Amor que se despliega hoy a nivel colectivo, a pesar de las apariencias, a veces, que pueden pareceros opuestas, sólo son unas resistencias ligadas al miedo, pero en el momento en que depositáis vuestros miedos a mis pies, me encontráis en totalidad. No necesitamos de grandes discursos, sólo necesitamos reencontrarnos y celebrarlo. Descubrís una cierta forma de libertad que no es todavía la Liberación, para muchos de vosotros, pero que os empuja en cierto modo a reajustar a la vez vuestra conciencia y vuestro posicionamiento en el mismísimo seno de este mundo. 



Unos elementos se producen en vuestras vidas. Son varios e incontables pero estad seguros que todos estos elementos concurren a revelaros a vosotros mismos, a mostraros la Gracia en acción y la Verdad en acción. Como lo podéis ver alrededor vuestro, todo lo que era falso, todo lo que era mentira, es iluminado por la Luz y por la presencia de la Confederación Intergaláctica, pero también por la presencia de vuestro corazón. 



Cada día, en cualquier lugar que sea, de la Tierra como en vuestra vida, se están revelando cosas. Todo lo que era corrupto, todo lo que fue puesto para manteneros en la cárcel de la Tierra, vuela hoy en pedazos. La mismísima Tierra comienza a cantar de manera diferente de como solía cantar habitualmente. Los Elementos se combinan cada vez más en la superficie de la Tierra, dando algunos fenómenos inusuales y que hasta ahora nunca habían alcanzado estas proporciones que calificaría de bíblicas, y que corresponden precisamente a lo que ya ocurrió en el pasado, pero esta vez las cosas son muy diferentes porque ya no habrá más encierro, porque ya no habrá más ilusión. Sólo estarán la verdad y la belleza del Amor tal como empezáis a descubrirlo. 



Las cosas, las situaciones que os parecían bloqueadas, parecen desbloquearse como por milagro. La evidencia de la Luz os ajusta a veces con nuevas vidas, con nuevas situaciones, con nuevos movimientos y a veces hasta con una inmovilidad más grande. A la medida de vuestras disposiciones, de vuestros sueños, de vuestros encuentros, os acercáis cada vez más a esta verdad. Estáis, unos y otros, listos, si puedo decirlo así, igual que nosotros estamos listos para vivir ahora la culminación de los tiempos. No quedan barreras, no quedan obstáculos, sólo quedan simplemente las últimas costumbres, las últimas resistencias colectivas a la Verdad. Éstas, se están cayendo unas tras otras, dondequiera que pongáis vuestra mirada, en vuestra vida, en vuestro entorno y en el conjunto del planeta. 



La falsificación de las religiones que os han encerrado más que os han liberado, empiezan a aparecer a plena luz del día, de Oriente a Occidente, del Sur al Norte. 



La Verdad no necesita ninguna religión, el Amor no necesita ningún templo, sois vosotros mismos el Templo del Amor. Todo ello lo descubrís con una mirada nueva, la del niño, maravillado, sorprendido y a veces asustado por lo que está ocurriendo. Pero la finalidad es el alumbramiento del Amor, en totalidad. 



Muchos de vosotros viven incluso una especie de revolución interior cuando aparentemente nada se está moviendo. Nuevos elementos aparecen. Os han sido dados de hecho unos medios de realizarlo a través de técnicas simples comunicadas por mis hermanas Estrellas y por los Ancianos. Los pueblos de la naturaleza os acogen en el momento en que vayáis a su encuentro, incluso pueden acompañaros y seguiros hasta vuestras casas. 



No, no estáis soñando. Allí está la verdadera vida, allí está la verdadera verdad. Todo ello concurre, a su manera, a realizar realmente la Ascensión que está en curso. 



Parecéis menos paralizados, menos bloqueados por las situaciones, por unos a priori, por unos miedos y hasta por la ausencia de vuestra vibración, si no la habéis percibido. 



Son unos momentos para las últimas gracias, antes de mi Llamada. Seguid serenamente vuestro camino. Vivid lo que se presenta a vosotros y observad la alegría que está en vosotros cuando permanecéis en la sencillez, en la humildad, cuando permanecéis como el niño que acepta todo lo que le viene. Allí, estáis en la precisión, estáis en el equilibrio, estáis en la verdad. 



Numerosos encuentros se vuelven cada vez más evidentes, no solamente con los pueblos de la naturaleza, no solamente con los Ancianos, las Estrellas, los Arcángeles, sino que todo lo que constituye la vida en los mundos unificados se presenta ante vosotros, durante vuestros paseos y durante vuestros encuentros. Son unos encuentros de Amor, son unas fiestas y unas celebraciones. Celebráis la Vida, celebráis el Amor, aunque a veces estáis rabiosos o enfadados, no es nada con respecto a la Verdad que inunda vuestra vida, vuestra conciencia y la totalidad de este mundo. 



Estáis a las puertas de lo maravilloso, estáis a las puertas del renacimiento final. Habéis cumplido, unos y otros, dondequiera que estéis, a la medida de vuestras posibilidades, de vuestros miedos, habéis conseguido liberar el Amor en esta Tierra. Así que veis muy bien que lo que es antiguo, lo que pertenece a las antiguas energías como decís, ya no es de actualidad, ya no funciona, ya no sirve. 



La Vida os invita en cada instante a ser virgen de toda impresión, de todo pasado, de toda historia y a estar cada vez más disponible para el momento que tenéis que vivir, para vivirlo plenamente sin ser afectado por ninguna herida, sin ser afectado por la naturaleza de vuestras relaciones, sean cuales sean y sean con quienes sean. 



No, no estáis soñando, hasta diría que es lo contrario. Salís del sueño y volvéis a la realidad, la que no conoce ni el nacimiento ni la muerte, la que es eterna y la que permite la libertad de manifestación de la conciencia, como su desaparición. Todo ello en el mismo canto, en la misma danza, en la misma vida. Las barreras se caen unas tras otras, vuestras resistencias también. Y de manera a veces sorprendente. Lo que todavía os estorbaba ayer ya no os estorba hoy, y será, cada día, cada vez más verdadero. Cada circunstancia de vuestra vida os invita a la capitulación de las resistencias y a la realización del Amor. 



Vedlo, porque es realmente lo que está pasando. Estad en la vida, estad vivos, sed ligeros. Enfrentaos a lo que la vida os da que enfrentar, porque en definitiva, sea cual sea lo que se tiene que enfrentar, y que puede parecer difícil, no es nada con relación a la verdad del Amor. Y no olvidéis que detrás de cada acontecimiento que puede pareceros opuesto a la Luz, sólo está la Luz, sólo está el Amor. 



Lo que todavía era imposible ayer se vuelve cada vez más insistente hoy, y cada vez más posible. Así es el Verbo Creador, así es el aliento de la co-creación consciente y así es el establecimiento de la Gracia de manera definitiva. 



Como lo podéis ver, muchas cosas se transforman en vosotros y alrededor vuestro a un ritmo cada vez más rápido y cada vez más evidente. Como lo podéis ver también, algunos hermanos entran en la negación o en una especie de ira. No Importa. Porque, seguidamente o al día siguiente, o pasados unos días, o pasadas unas semanas, ellos mismos se perdonarán con lo que les haya afectado en esos momentos. 



Así que seguid sonriendo, seguid amando, seguid siendo vosotros mismos, más allá de todos los papeles, más allá de todas las funciones que ocupáis en vuestras vidas, porque no sois vuestras funciones, ni siquiera sois vuestras experiencias, ni las más transcendentales. Y sin embargo todo ello os conduce a la misma Gracia, a la misma revelación final, a vuestra Resurrección. Así que sed felices, sed ligeros. Vuestra presencia es indispensable en la superficie de este mundo en este período, porque sois vosotros quienes estabilizáis lo nuevo, los que dejáis aparecer lo que viene. 



De hecho, observáis quizás que cuando menos resistís, las cosas se vuelven más fáciles para vosotros. Que sea al nivel de este cuerpo efímero, que sea al nivel de las manifestaciones y que sea sobre todo con vuestra manera de ser a diario. Ved, objetivamente, acordaos cómo erais hace sólo un año, y ved hoy cómo sois. ¿Acaso no corresponde en totalidad al derramamiento del Amor y a la revelación de vuestro Amor? Vais a ver cada vez más claro y vais también a vivir cada vez más en el corazón, sin esfuerzo, sin siquiera pensar en ello. Así es el estado de Gracia, así es la verdadera vida, aquí mismo en este mundo. Estáis preparados, por vosotros mismos, para vivirlo. 



Perdonad lo que todavía os parece que debe ser perdonado, y olvidad lo que todavía puede perturbar vuestra cabeza y vuestro corazón. Mirad como vuestros pensamientos, de manera cada vez más frecuente, se dirigen hacia el Amor. Mirad como vuestra vida se dirige cada vez más hacia la sonrisa, hacia el hecho de abrazar a vuestros hermanos y a vuestras hermanas, y de abrazar por allí la mismísima vida. Mirad, a pesar de la dureza de este mundo, cómo os volvéis amorosos, cómo os habéis transformado, y cada día progresáis. Cada día unas nuevas oportunidades de crecer en el Amor se presentan a vosotros, sin siquiera comprender, sin tener ninguna información, porque lo esencial no está allí, percibís el Amor. De hecho os es pedido, por las circunstancias de vuestra vida, de entrar cada vez más en este Amor, de olvidar los rencores, de olvidar las heridas, de olvidar los sufrimientos porque la Gracia, cuando más la aceptéis, más os ayudará a olvidar lo que debe morir y a aparecer en lo que ha nacido. 



El tiempo que os es concedido os permite justamente sacarle provecho y dejar siempre el Amor emerger y manifestarse en la superficie de este mundo. Sean cuales sean vuestras vibraciones, sea cual sea vuestra situación familiar y profesional, sea cual sea vuestro estado físico, tenéis todos la capacidad de dejar crecer el Amor, de dejarlo manifestarse y de seguir la Inteligencia de la Luz en lugar de vuestra propia inteligencia, los condicionamientos que pueden todavía quedar o las obligaciones de este mundo, aunque sea para sobrevivir en el. 



Mirad en vuestras vidas como los elementos toman forma. Si no tenéis ningún lugar para vivir, os acogen en alguna parte, si no tenéis dinero, el dinero acaba por llegar. Todo lo que es necesario y útil, ya no hace falta nada superfluo. ¡Mirad! Mirad lo que se resuelve en vosotros y alrededor vuestro, sea cual sea la apariencia de este mundo. Todo esto sólo está destinado en demostraros la evidencia de la Alegría y de la Gracia en el mismo seno de este mundo. 



Así que vengo, por mi Presencia, a animaros para ser lo que sois, antes incluso de mi Llamada formal. Disfrutad de la vida, en lo que os da, en lo que os ofrece, en vuestras relaciones, en vuestros encuentros con los pueblos sutiles de la naturaleza o con nuestras Presencias. Sed afectuosos, afectuosos con vosotros mismos ante todo y afectuosos con las circunstancias de vuestras vidas. Y mirad cómo, si aceptáis esta dulzura, esta bondad, y lo que sois en realidad, cómo las circunstancias, incluso las más difíciles y las más desagradables que tengáis que vivir, se solucionan y os permiten no estar ya más condicionados, ni sometidos a estas fuerzas de predación del pasado, del encierro. 



La Gracia en acción, es verlo y no ver nada más. Porque acordaos también que la conciencia, vuestra atención, es portadora del Verbo, es portadora del Aliento sagrado, es portadora de la co-creación consciente. Esto os da, a la vez una libertad y una forma de responsabilidad, y también una ligereza. ¿Podéis verlo? Y veis claramente y cada vez más claramente. No podéis escapar de lo que sois, no podéis escapar al Amor diga lo que diga vuestra persona, digan lo que digan las situaciones de vuestras vidas, y esto es cada vez más fácil. 



Os estáis dando cuenta que vuestros pensamientos, vuestras ideas, vuestra atención son cada vez más dirigidos hacia el Amor y hacia la Verdad, independientemente de toda circunstancia personal. Diría incluso que ya no hay elección. Estáis, cada uno de vosotros, en el lugar perfecto para vivir lo que hay que vivir. Así que, acoged con la misma gracia todo lo que se os presenta a vosotros. Y retened que si algo opuesto se manifiesta, es porque está desapareciendo y no reapareciendo. Todo depende de allí donde os situáis. Y si os situáis en la gracia del Amor que sois, entonces todo se disolverá sin dificultad alguna. 



Sed afectuosos y sed humildes con vosotros mismos, sed afectuosos y sed humildes con la vida, con el fin de ser grande en el Amor y por el Amor. Sed sensibles a vuestra propia respiración, sed sensibles a vuestros propios sonidos interiores, sed sensibles a la belleza. Así como quizás lo podéis observar, a menudo, no buscáis más sacar provecho de una situación, sea la que sea, sino más bien compartir y equilibrar. Mirad como huís de los conflictos, no para evitar verlos sino para atravesarlos y ser libres de estos conflictos con el fin de dejar el Amor florecer todavía más rápidamente, y aparecer de manera cada vez más intensa alrededor vuestro, y en vosotros. 



Si tenéis confianza en la Gracia y en la Luz, podéis averiguarlo instantáneamente en vuestra vida. No necesitaréis más luchar por tal cosa o tal otra, no necesitaréis más oponeros o confrontaros con vosotros mismos o con ninguna situación o ningún hermano. 



Allí está la Gracia, allí está el milagro ahora a diario en vuestras vidas. Sólo queda decir sí, decir sí a lo que se presenta, y seréis cada vez más ligeros. 



Cada vez más, en vuestra naturaleza verdadera, encontraréis unos recursos insospechados, para vuestro cuerpo, para vuestra vida, con el fin ya, de no estar más molestados por lo que está opuesto al Amor. Hasta dejaréis de verlo. Algunos de vosotros ya lo viven con intensidad y fuerza, otros viven todavía ciertas agitaciones, pero los agitaciones, ellas también, sólo anuncian la Luz. 



Observad también cómo sois cada vez más capaces de manteneros en el instante presente, en la Presencia, hagáis lo que hagáis. Incluso si es una tarea que apela a vuestra mente, mirad por vosotros mismos cómo lográis, en cierto modo, trascender el tiempo, borrarlo y no ser afectados por ninguna circunstancia que antes no era aceptada. ¿Podéis verlo todo esto?



Todo lo que ocurre en vuestros cielos, en esta Tierra, en vosotros, en vuestro cuerpo, en vuestras relaciones, en los sistemas que sean, se están transformando con más o menos felicidad, más o menos evidencia, pero nadie puede negar lo que acontece sobre la pantalla de vuestra conciencia como en la pantalla del mundo. Por supuesto, muchos hermanos y hermanas viviéndolo no entienden del todo lo que está ocurriendo. Pero no temáis, en cuanto haga mí Llamada nadie podrá dudar de la Liberación en curso. 



Contentaos con vivir, contentaos con obedecer a lo que la Inteligencia de la Luz os proponga. Asumid vuestra edad, asumid vuestras funciones, asumid los cambios si se presentan, y mirad cómo lográis, sin esfuerzo, en mantener el equilibrio. Mirad cómo antes hacia falta luchar, comprender y cómo hoy esto parece verdaderamente quedar atrás de manera más o menos intensa. Mirad vuestra capacidad para desaparecer, vuestra capacidad para no ser vosotros mismos, para olvidar lo que sólo pasa. Aunque pueda presentar algunos pequeños inconvenientes en la vida diaria, sólo son unas preocupaciones que sólo pasan y que ya no os alteran, que ya no os molestan más. Mirad la Verdad obrando, realmente y concretamente. 



Si lo veis, entonces estáis listos para acoger mi Llamada, estáis listos para oírme, estáis listos para Él, que como un ladrón, viene por la noche. Mirad las señales del cielo y de la Tierra, mirad las señales de vuestros diferentes países, de vuestras diferentes sociedades y mirad la coincidencia con lo que pude anunciar en múltiples lugares en la Tierra, correspondiendo por otra parte al conjunto de las profecías que han sido dadas desde siempre. 



Ninguna de las profecías fue dada para provocar miedo, sino simplemente para realizar la urgencia del Amor y la urgencia de la Verdad. Es en estos tiempos que seréis colmados de Gracia, es en estos tiempos, los más difíciles, que habrán las facilidades más grandes para reencontraros. Todo lo ilusorio se desploma y se desplomará cada vez más intensamente, dejando permanecer y persistir sólo lo que es Amor. 



Ofrezco la misma Gracia a cada uno de mis hijos. Que me reconozcan o no, que me den la espalda o me acojan con los brazos abiertos, al igual que el Sol, doy indistintamente a cada uno, de igual manera, porque no hay ninguna diferencia, está el mismo Amor en cada uno, aunque lo que sobresalga en la vida de esta persona sea más bien el miedo, la ira, el ego. ¿Qué importancia tiene con respecto al Amor? Y vuestra sonrisa puede hacer tumbar el más firme de los egos, sin querer nada, sin pedir nada, porque la Gracia es acción, ya no solamente porque ella desciende sobre vosotros, sino porque irradia de uno a otro de manera horizontal en unos tiempos y unos espacios cada vez más extensos. ¿Lo podéis ver? 



Así que no he venido para dar unos grandes discursos sino para sosteneros, sostener con mi emanación y llamar vuestra atención sobre lo que acontece, de manera más concreta, realmente sobre vuestro mundo. Ya no se trata ahora de ir al Sol, ya no se trata de construir algo, sino más bien de asentaros allí donde estáis y de obedecer a la Luz, porque allí se sitúa la Gracia, mostrándoos a vosotros mismos que ya no estáis sometidos a las leyes de este mundo y a las reglas de este cuerpo, sino que mucho más y exclusivamente al Amor, a la Verdad y a la Libertad. 



Muchos hermanos y hermanas alrededor vuestro descubren su eternidad sin haberla buscado nunca, porque estaban listos, sólo esperaban el momento justo que ha llegado. Así que vais a ver unos cambios importantes, no solamente en vosotros sino también con vuestros allegados. Lo que os parecía imposible será posible. Habrá, en cierto modo, unos vuelcos súbitos de la conciencia de los hermanos y las hermanas. 



Contentaos con estar presentes, si lo estáis, sin juzgar, simplemente estando allí y acompañando lo que hay que acompañar. Lo comprobáis también, en nuestras intervenciones múltiples y diversas, que sea aquí y en otra parte, nuestra acción es cada vez más próxima a vosotros, proporcionando unas mejoras, unas curaciones con algunas situaciones, algunas enfermedades, algunas confusiones, por la gracia de la Luz. Estamos muy cerca ahora. Estamos dentro de vosotros, pero nuestra manifestación está muy cercana.



No busquéis ninguna otra cosa que no sea la vida que vivís con la alegría, con la paz. Porque la Gracia es Paz y es Alegría, y no depende de vuestra persona, de ninguna posesión o de ninguna relación. Esta alegría, lo sabéis, nace en vosotros y es independiente de toda circunstancia, o de todo trabajo personal como decís. Todo esto es obsoleto, anticuado. Todo lo que os apegaba, si puedo decirlo así, hasta hace poco, desaparece solo. Descubrís que el instante presente, la espontaneidad, son unos conceptos que no son abstractos, sino que se aplican para la vida diaria, y veréis que todo se suavizará, incluso lo que todavía puede pareceros difícil. No es una cuestión de fe, ni de confianza, sino que es una cuestión de evidencia. 



Algunos ven la evidencia muy fácilmente. Otros, entre vosotros, siguen todavía incrustados, de un cierto modo diría yo, en unos esquemas arcaicos. Basta con depositar simplemente las armas y ver la verdad de lo que está pasando. 



Vengo simplemente, a que me leáis, que me escuchéis, que estéis allí, a observar en cierto modo vuestro Amor. Porque me alimento de el, porque soy vuestra madre y porque os quiero libres, libres, autónomos, espontáneos. Os quiero, en estos tiempos de la Tierra, como unos niños descubriendo lo maravilloso y estando realmente maravillados con la belleza del Amor y su magnificencia. 



Acordaos, todo lo que era invisible se hace visible, todo lo que fue ocultado es revelado. Ahí está el verdadero sentido del Apocalipsis. Entonces por supuesto, el que está todavía encerrado en su ego verá el Apocalipsis como la destrucción de su propio ego y de los demás egos. Pero acabará viendo el Amor, porque cuando el ego esté destruido, cuando el mundo esté destruido, ¿qué quedará si no es el Amor? Entendedlo. Ninguna bomba, ningún grito, ningún sufrimiento puede ahora alterar la verdad y la belleza de lo que sois. Esto será, no sólo evidente, sino que diría que hasta cada vez más flagrante. 



Algunos de vosotros ya han percibido la Luz a través de su propio cuerpo, que sea el cuerpo de Êtreté o a través de la Luz depositándose sobre sus cuerpos. Pronto, sólo veréis la Luz, realmente y concretamente, y no veréis nada más. Y allí sabréis, de manera directa, aunque no hayáis vivido nada, que es el momento, incluso antes de mi Llamada e incluso antes de las Trompetas. Entonces, cuando las Trompetas surjan, no estaréis sorprendidos, ni enloquecidos. Viviréis una alegría sin igual, con relación a lo que ya habéis vivido, abriéndoos totalmente a mi Llamada y a vuestra Resurrección. 



Los momentos que tienen que vivirse y que se vivirán, son más importantes que cualquier nacimiento y que cualquier muerte, porque representan realmente la Resurrección de la Eternidad. Todas las circunstancias de este mundo sólo son unos pretextos ahora para la revelación del Amor. Nada puede oponerse, nada puede luchar contra la majestad del Amor, y es exactamente lo que estáis viviendo, aunque no lo percibáis todavía, aunque no lo aceptéis completamente y totalmente. 



Vuestra coronación está al llegar. Se traduce de diferentes maneras, es lo que acabo de expresar pero también, para los que viven las vibraciones, es la activación simultánea de las Estrellas, de las Puertas y del conjunto de las estructuras víbrales que habéis tenido o que habéis vivido. Es una sinfonía de vibraciones. De hecho, el Coro de los Ángeles, para muchos, empieza a cantar en vuestros oídos, no de manera permanente sino que durante algunos momentos del día o de las noches. Este sonido, este Coro de los Ángeles como lo llamamos, sólo es la resolución de la separación. En efecto, el segundo sol se aproxima ahora del Sol que os es visible, con el fin de realizar la alquimia de la Liberación. El núcleo de la Tierra, que está unido a Sirius como lo sabéis, desde la Liberación de la Tierra, ha comenzado su fase de expansión, él también, de la misma manera que vosotros también os expandís y vivís algunas cosas que no habríais podido vivir hace algunos años, aquí mismo en este mundo. 



Entonces, aquí y en otra parte, os diría en este preciso día: « Juntos recemos ». Recemos, no para obtener algo, pero recemos para rendir gracia a la belleza del Amor y de la Verdad. Reforcemos nuestra alegría, reforcemos nuestra emanación, los unos y los otros, no dudéis más. No os hace falta para ello quedar, no os hace falta para ello siquiera reuniros, sino que dondequiera que estéis, sea cual sea la circunstancia, tenéis ahora la posibilidad de estar alineados con la Gracia y de ver los efectos de esta Gracia por todas partes en el mundo. 



Si cada uno de vosotros pasase sólo cinco minutos en esta oración silenciosa del corazón, alineado con la Gracia, entonces veríais muy rápidamente acercarse el momento de la Resurrección. Haced como queráis, pero contestad a la Llamada de la Luz, contestad a la Inteligencia de la Luz. Id simplemente más allá de las normas, más allá de las experiencias, y rezad fervientemente, no para pedir algo - porque todo se ha cumplido - sino que rezad fervientemente para que todo pase en el Amor - será el caso- para que cada vez más hermanos y hermanas sean tocados por esta última Gracia. 



Más allá de todos los acontecimientos de la Tierra, que sean climáticos, o ligados a la locura de las energías arcaicas, no tendrán ningún peso porque el Amor acaba con todas las bombas, no oponiéndose a ellas, sino que desplegando su majestad. 



Tomad cinco minutos, cada mañana, cada tarde, cuando tengáis tiempo para ello, simplemente para estar alineados a la Gracia y dejad obrar la Inteligencia de la Luz en vosotros como fuera. La alineación que realizabais hace todavía unos años de manera habitual, ahora se hace espontáneamente, y esta alineación no es simplemente una alineación con la Luz Vibral, sino que es verdaderamente una alineación a la especificidad de la Gracia que es propia al Espíritu Santo. 



Mi Manto os cubre en totalidad. Vuestro corazón exulta, que sea manifestándose a través de dolores, a través de palpitaciones, a través de sensaciones inhabituales en la espalda o delante sobre vuestro pecho. No quedéis estancados con la necesidad de comprender un dolor por medio de algún mecanismo fisiológico, patológico, sino que veáis realmente ahí lo que es, es decir la instalación de la Gracia. 



Y cuando os encontréis en una situación del ego, una situación de la persona con ira o de la persona disgustada, dejad obrar la Gracia. No pongáis a la persona delante, sino que confiaos a la Gracia, porque ella actuará siempre mucho mejor que vosotros, sea cual sea la circunstancia, sea cual sea la situación. 



He venido a animaros a ser vosotros mismos y a veros a vosotros mismos. 



No retengáis lo que se aleja de vosotros y acoged lo que se presenta, aunque no tengáis explicaciones, hasta si no os parece verdadero. Lo importante ahora es la Llamada final de la Luz. Nada puede superar ese momento. Ninguna alegría podrá ser superior a ese momento. 



Vivís las primicias para muchos de vosotros; aunque no logréis formular algunas ideas o algunas palabras sobre esto, es exactamente lo que esto significa la llegada de la Luz, de manera tangible y visible y no solamente en los planos sutiles o en los planos interiores. 



Entonces, os lo repito, estad listos. No hay mejor manera de estar listo que de ser humilde y simple y de ser Amor. 



Cuando las resistencias de ciertos hermanos y hermanas consideran el Amor como una señal de debilidad, enseñadles que es la más grande de las fuerzas. Que vuestra persona, y vuestra historia, no tienen allí nada que ver, sino que es el estado actual de la Tierra y la Resurrección final de la Tierra. No os hace falta ninguna palabra para ello, no os hace falta ninguna explicación, sólo necesitáis presentaros tales como sois, con la sonrisa, con la mirada que brilla de Amor, sin querer nada. Sed simplemente presentes. Todo lo demás sucederá sin vuestra intervención, una vez más, sea cual sea el caso, sea cual sea la situación produciéndose. 



Os digo, al igual que algunos Ancianos y algunas Estrellas, vividlo, no me creáis, vividlo y experimentadlo vosotros mismos. 



El estado de Gracia, la alineación con la Gracia es un bálsamo que viene para reparar y para borrar todos los vacíos, todas las carencias, todas las heridas, todas las incomprensiones, todas las dificultades. Así que vivamos juntos la alineación con la Gracia y el estado de Gracia. Percibid, sentid, para los de entre vosotros, aquí y en otra parte, que leerán, que escucharán, lo que ocurre en este preciso momento, el despliegue de la Gracia, la verdad del Amor, de la Alegría, de la Verdad, de la Paz. 



…Silencio... 

Dejad la Gracia llegar a vuestro Templo, dejad desplegarse la Verdad. Acojo a cada uno de vosotros en mi corazón, y acogeos los unos a los otros en vuestro corazón. 



…Silencio... 




La Fuente te hablaba diciendo «mi amigo, mi amado», yo te digo «mi amor», porque eres mi único amor. Eres mucho más que mi hijo. Eres mucho más que simplemente el portador de mi firma vibral, eres todo lo que soy. Que seas hombre o mujer, eres Creador ante todo, mucho antes de la idea de ser una persona viviendo aquí entre el nacimiento y la muerte. Ahí está tu Resurrección. 



Podría hablarte de Amor y vivir el Amor contigo de manera perpetua, y quedar así muchas horas permanentemente contigo, pero no olvides que estoy en ti, ante todo. 



Te acojo cada vez más en mi corazón, porque estás allí, y me acoges cada vez más en tu corazón, porque estoy allí. 



Escucha el silencio. Incluso mis palabras se vuelven superfluas, incluso el Verbo se hace silencio. Deja la Gracia llegar en tu corazón, es lo que eres. 



…Silencio... 



Y respira la vida, eres la vida. 



Escucha la dulzura de nuestro encuentro y la intensidad de este Amor. 



…Silencio... 



Deposito de nuevo mi Manto sobre tus hombros y la Gracia se despliega hasta tus pies, en cada parcela de tu cuerpo, en cada parte de tu conciencia. 



…Silencio... 



Soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra y quedo para siempre en tu corazón. 



…Silencio... 



Hasta pronto.



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