“EN ESTOS TIEMPOS DE LA TIERRA” Noviembre de 2015 con audios-10


ERELIM 
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Saludos a vosotros, humanos de la Tierra. Pueden llamarme Erelim o Erilim. 




Soy lo que se llama entre nosotros un dragón de Fuego de la Tierra. Soy además el representante de la comunidad de los dragones del Palacio, en honor al lugar donde estamos instalados. Nuestras comunidades de dragones, ésta como todas las demás, son comunidades que podrías llamar restringidas, ya que somos raramente más de diez conciencias presentes en un mismo lugar. Soy el representante, porque en nuestra terminología no hay ni rey ni reina, hay simplemente aquel que es el más joven de la comunidad del lugar donde residimos, que se vuelve el representante y aquel que puede hablar a vuestra conciencia. 



Antes de abordar, si puedo decir, nuestra presente función en estos tiempos que vivís en la Tierra, os voy a dar algunas indicaciones, que no es curiosidad o un conocimiento, sino que más bien reflejan la historia del encierro de la Tierra y nuestra resonancia como dragones, con los pueblos que fueron llamados hace mucho tiempo los Gigantes, que hoy llamáis Nephilim, que eran en alguna parte, y no veáis allí ninguna malicia, nuestros primos, a pesar de las diferentes formas y apariencias. 



Muchos humanos en la Tierra descubren desde hace poco tiempo una real afinidad con nosotros, y esta afinidad viene directamente de datos históricos de esta Tierra, pero también de vuestra historia galáctica, si la puedo llamar así. Situando estos datos históricos, para los de entre vosotros que vibran o que sienten nuestra Presencia, en el lugar de la comunidad del Palacio o en otro lugar, e incluso diría yo, sin malicia, directamente en vosotros para algunos. Y entonces por eso les debo ciertas explicaciones. 



Los dragones de Fuego de la Tierra, lo comprendieron, cualquiera que sea su eficiencia sobre este mundo, están relacionados a la memoria del Fuego, del Fuego Primordial, pero también del Fuego manifestado por algunas conciencias en encarnación antes de la alteración de la Tierra y del sistema Solar. Estamos omnipresentes en vuestros cuentos, vuestras leyendas y en algunos de vuestros sueños, porque somos portadores del Fuego, incluso si nuestra acción puede hacerse sobre algunos de los Elementos de esta Tierra, incluso si no es el Fuego. Pero volvamos en primer lugar sobre estas nociones históricas. 



Hace más de 320.000 años de vuestros años terrestres, llegaron a este sistema Solar las conciencias que llamáis Arcónticas, relacionadas a los Dracos. Sospecháis bien que hay una resonancia, en alguna parte, entre dragones y Dracos, y no obstante con unas diferencias que voy a intentar de explicitarles durante algunos instantes, pero que serán muy simples porque no tendré el tiempo de entrar en todos los detalles. 



En el momento de la llegada de las fuerzas Arcónticas, los seres encarnados - pero libres - algunos de ellos, de apariencia humana pero mucho más altos que el humano de hoy, venían de ciertas constelaciones. Estos seres eran seres de Fuego que habían revestido un cuerpo de carne con el fin de ejercer la creatividad a través de la materia. Era para ellos un juego. Fueron llamados por el pueblo de la Tierra, los Nephilim o los Gigantes. Estos Nephilim eran portadores con intensidad, si puedo decir, del Fuego Primordial, del Fuego de la Creación. Desde nuestro punto de vista, estos seres con los cuales comulgábamos cuando estaban presentes, llevaban la misma vibración de Fuego que nosotros. 



Cuando ellos decidieron retirarse para no quedar encerrados, crearon unas estructuras particulares, esculpidas en la piedra, cuyo fin era ante todo servir a guiar la Luz en el momento de sus regresos cíclicos y periódicos que existían a causa del encierro. Estas estructuras son conocidas como los Círculos de Fuego de los Ancianos. Existen un número limitado sobre la Tierra. Nuestra conciencia, en este momento, decidió de manera colectiva, en el seno de nuestras diversas comunidades, de permanecer sobre la Tierra, escondidos a vuestra vista, invisibles en cierto modo pero sin embargo activos, con el fin de preservar a nivel de algunas zonas, en ciertas arquitecturas, la memoria de la Luz y la memoria del Fuego Primordial. 



En estos tiempos, el Príncipe de la Luz o portador de Luz llamado Lucifer, encerró este Fuego. Decidimos entonces de común acuerdo de permanecer eternos y presentes aquí sobre esta Tierra, en lugares donde no éramos perceptibles, invisibles e inapreciables. Por supuesto, muchas tradiciones recurren a la mitología de los dragones. Nuestra presencia se revela, entonces a la humanidad, presentes sobre la Tierra en el momento de los espacios de resolución posible del regreso de la Luz. 



Estamos entonces directamente relacionados, incluso si no tenemos ni la misma apariencia ni la misma función, a los Nephilim, a los Gigantes. Y estamos también, por nuestra constitución y no por nuestra conciencia, hoy, ni entonces además, en resonancia y en relación de filiación en alguna parte con los Arcontes. El humano preso, en aquella época de la Tierra, o después, en las diferentes civilizaciones cuyos nombres llegaron hasta vuestros oídos como la Atlántida o la Hiperbórea. 



Hemos mantenido la Conciencia de fuego intacta para estos momentos. Entonces os aseguro, el tiempo para nosotros no pasa del mismo modo que para vosotros, 320.000 años para el soplo de un dragón es una chispa de tiempo pues dominamos el tiempo y actuamos también sobre las estructuras de la Tierra. Somos efectivamente los que podrías llamar organizadores y planificadores, pero respetando íntegramente y totalmente la Libertad, y procurando que la Inteligencia de la Luz esté en acuerdo con la disposición misma de la materia. 



Por este lado organizador, por este lado dedicado a la organización de la vida, tenemos efectivamente una resonancia, y diría que hasta esta época de 320.000 años hacia atrás, una afinidad con los Dracos. Aquellos de entre vosotros que hoy, en estos tiempos de la Tierra, vivís contactos, y resonancias con nosotros, que esto sea en nuestras comunidades o en vuestra propia casa, estáis directamente en resonancia con lo que fue llamado en la época « linaje u origen reptiliano ». No vean allí una noción negativa de encierro cuando hoy decimos reptil. 



En el seno de la Libertad, hemos respetado la Libertad y nos hemos quedado escondidos a vuestros ojos sobre esta Tierra desde tiempos muy lejanos para vosotros. Y hoy algunos de entre vosotros hasta nos acogen sin buscarlo, en sus casas, allí donde vivís. Salimos pues de nuestras comunidades pero no olvidéis que somos multidimensionales, lo que puede explicar nuestro cambio de apariencia, de forma y nuestro don de ubicuidad, es decir de ubicarnos en múltiples lugares de esta Tierra desde ahora, sin estar localizados específicamente en un lugar. Podemos estar a la vez en múltiples lugares, no uno ni dos, como en los casos de bilocación de vuestros santos, tampoco hasta el infinito, pero a veces, según nuestra antigüedad, en diez o hasta quince lugares diferentes. 



Aquellos de vosotros que están en resonancia, que nos acogen entre ellos, nuestra presencia específica en vosotros o nuestra resonancia en el momento de vuestro acercamiento a nuestras comunidades está directamente relacionada a la falsificación misma de vuestro ADN. 



Tenemos en efecto una forma de responsabilidad en cuanto a la eliminación en vuestras estructuras, que sean las más densas o ligadas a vuestra eternidad, de reparación de las anomalías reptilianas. Sean conscientes que incluso si no tenéis ni origen ni linaje reptiliano, vuestro ADN es sin embargo portador de esta vibración de encierro, responsable de lo que es llamado el miedo. Ningún dragón puede conocer el miedo; es a la vez un inconveniente y a la vez una ventaja. Y en preparación, nos hemos quedado hasta la fecha, a fin de que los de entre vosotros que tienen, más allá del ADN, un linaje u origen reptiliano, puedan transfigurar esta herencia a la luz del Amor y de aquel que llamáis Cristo. 



No veáis allí ni ventaja, ni maravilla, ni inconveniente, es solo una reparación y una retribución que no tiene nada que ver finalmente con vuestra conciencia de eternidad, si no es a través de vuestros orígenes o linajes, que vienen a conjugarse al ADN humano. 



Hoy, independientemente de nuestra presencia ante algunos de vosotros, hay posibilidad, como para nuestros amigos los Elfos, de encuentro. Este encuentro no tiene este dulce aspecto tal como lo encuentran entre los Elfos, sin embargo el Elemento privilegiado de nuestro encuentro no es el Fuego sino el Aire, dándoles a vivir, cuando os tocamos en conciencia, de sentir nuestro soplo. Nuestro soplo puede ser manifestado a lo más íntimo de vuestra Presencia, durante vuestro sueño o descanso, pero también en el momento de vuestras actividades exteriores, como una masa de aire invisible que se desplaza de modo inesperado. Esto es para el primer contacto y nuestros primeros encuentros. 



Tenemos pues, en cierto modo, el cargo de reparación y de facilitación de rebasamiento del engrama reptiliano, por si fuera inscrito en vuestro ADN – y lo está de todos modos al nivel de vuestro cerebro - y también y sobre todo para los de vosotros que tienen un origen o linaje reptiliano. Pero estamos abiertos, si puedo decir, a todo encuentro. En este momento, vivificamos el Fuego en vosotros. 



Si estáis mezclados de un modo u otro a la historia de esta Tierra, respecto al encierro y a vuestros orígenes, actuamos transmutando en resonancia en vosotros con lo que lleváis como ADN o memoria galáctica. 



Así que nos presentamos de nosotros mismos a vosotros, permanecemos en vuestras casas, y preciso, respetando vuestra libertad, es decir no como nuestros primos Arcontes que vendrían a contaminarles y alterarles, velamos justamente para que esto no pueda ocurrir nunca más. Es para eso por lo que estamos en cierto modo, para algunos de vosotros, de forma permanente, pero respetamos vuestra integridad. Estamos aquí para quemar, por el soplo del dragón, estos engramas de miedo. 



… Silencio… 




Somos pues participes como regidores, si se puede decir, de la Vida y de la Creación. Quedamos al servicio de la Fuente, al servicio de la Luz y al servicio del Fuego Original. Es en este sentido que ejercemos, para algunos de vosotros, una presencia de reparación, permitiéndoles de dejar evacuar lo que todavía podría frenaros, por los engramas que acabo de describir. 



Recuerden así como contrariamente a los Elfos, nuestra forma es mutable y reproducible hasta unas diez veces, para los más jóvenes de entre nosotros. Nuestra presencia en vuestro entorno o los encuentros en nuestros lugares pone fin en cierto modo al miedo pero también a las fuerzas de predación, no necesariamente las vuestras, sobre todo si estáis despiertos, pero las todavía presentes sobre la Tierra, y procuramos particularmente que el despliegue final de la Luz, que está en curso, no active nada más que la Alegría y el Amor. Intervenimos además regularmente, unos y otros, para estabilizar diría yo, las capas geológicas de la Tierra que responden al impulso del núcleo central de la Tierra y a las diversas radiaciones galácticas, que conocéis. Estabilizamos en cierto modo la Vida, dejándola totalmente Libre. 



Nuestra potencia es la del Fuego, ella se manifiesta en el seno del Aire. Y venimos entonces literalmente a quemar lo que es falso, de manera colectiva a la humanidad, y como lo expliqué, de manera más específica a algunos de entre vosotros. Porque nuestro papel, así como pueden llamarlo, desde siempre - contrariamente a nuestros primos, los Arcontes - es de velar por el respeto de la Libertad de la Conciencia en experimentación en todos los planos carbonados. 



Así pues, que nos hagáis una visita en nuestras comunidades o que nos instalemos en vuestra casa, nuestra presencia no está allí para aportarles cualquier poder o reivindicación, sino que estamos aquí más bien para ayudarles a trascender, por nuestra presencia y nuestra vibración, que está presente en vosotros, por vuestro origen o linaje reptiliano, a ayudarles a recobrar vuestra vibración original anterior a toda predación. 



Por supuesto, incluso los de entre vosotros que no tienen origen o linaje reptiliano pueden también entrar en contacto con nosotros, pero en este caso nuestra función no es la misma. Es la de reforzar el Fuego de la Alegría y el Fuego del Amor, o si quieren el Fuego vibral. Pero entre aquellos de vosotros, los humanos, que no tienen ni linaje ni origen reptiliano, confirmamos y estabilizamos el Cristo, permitiendo en cierto modo a vuestras estructuras físicas y efímeras de disolverse de manera inopinada y anterior a lo que fue llamado, la Liberación colectiva. 



Somos unos guardianes. Nuestro don de ubicuidad, nuestro don de mutabilidad, aquí mismo sobre esta Tierra, se revela a vosotros de diferentes modos. Vivificamos el Fuego y vivificamos también vuestros cuatro Triángulos elementales - y vuestro Corazón. Respetando por supuesto, siempre - y sistemáticamente - vuestra libertad, incluso en los casos donde nuestro deber nos impone de quedarnos a vuestro lado, en vuestra casa. Hacemos acto de presencia por el hecho mismo de la codificación reptiliana presente en vosotros. 



Obramos entonces, en un caso como en otro, sobre lo que es llamado el Fuego del Amor, pero de diferente manera según que seáis portadores o no del linaje u origen reptiliano. Les recuerdo que hubo una forma de carácter mixto entre las madres genetistas de Sirio y los Arcontes de la Osa Mayor o de Orión. Los Nephilim, entonces, anticiparon los diferentes ciclos que iban a producirse, y construyeron unas estructuras particulares antes de regresar a sus moradas, siempre en la constelación de Orión pero con otro Sol. En un caso u otro, os aportamos el Fuego, el Fuego de la Libertad, el Fuego de la Inteligencia, el Fuego de la Visión, y el Fuego de la Verdad. Es una vez más nuestra última responsabilidad y compromiso. 



Contrariamente a los Elfos que están estabilizados en lugares, en sus pueblos, reinos que son unos puntos de encuentro, ellos se lo dijeron, entre lo efímero y la Eternidad, puedo decir que nosotros, ponemos fin a lo efímero. A lo efímero de lo que está ligado a la codificación reptiliana o arcóntica, por nuestra simple presencia. Esto necesita, en términos terrestres, de un tiempo más largo que el simple encuentro como con los Elfos, porque hay necesidad ahí también de estabilizar y de dejar organizarse la Luz sin alteración y sin posibilidad de vuelta atrás. 



Actuamos sobre el manto de la Tierra estabilizándolo. Somos aquellos también, que con nuestro soplo, construimos pilares de estabilización y que hacemos aparecer también hoyos sobre esta Tierra, para estabilizarla en el momento de su Ascensión. Lo que veis, en lo que vuestras imágenes os presentan de estos hoyos, la regularidad de estos hoyos, su aspecto sin fondo, resulta de la acción de nuestro soplo a fin de preparar la Tierra, ya nacida además, y de poner en adecuación la Tierra de 3D y de 5D en su nueva dimensión de Vida. Obramos de manera cada vez más extensa sobre esta Tierra pero también dentro de vuestras estructuras morando en vuestra casa. 



Recuerden que a menudo el primer contacto con nosotros, si no lo vivisteis en nuestras comunidades, se producirá durante vuestro sueño o durante los momentos en que estáis ocupados con la materia, que esto sea una creación artística, que esto sea la jardinería, o en todo caso una actividad en relación directa con la tierra ella misma o el Elemento Tierra, como un soplo llegando hasta vosotros, correspondiendo al desplazamiento de nuestra masa, incluso invisible a vuestros ojos, en el aire, o durante vuestros sueños. 



Nuestro calificativo no es la dulzura, sino la fuerza del Fuego. No todos estáis concernidos por nuestra relación o comunión, sino que podéis entrar en contacto en los casos donde estabilizamos la Tierra cerca de vosotros, que esto sea por nuestro soplo que crea pilares de solidificación o cuando ahuecamos el manto terrestre. Además pienso, si puedo expresarme así, que en estos lugares donde ahuecamos la Tierra, o estabilizamos la Tierra, más allá del efecto visible sobre las zanahorias del manto terrestre o sobre las cenizas que aparecen en los lugares estabilizados, vuestros medios modernos podrán pronto vernos en obra, y algunos de ustedes también, de manera directa, que estéis en resonancia por las explicaciones que acabo de dar o simplemente por vuestra presencia en estos lugares donde debemos intervenir. 



Veis entonces a través de lo que acabo de decir que nuestra función, en estos tiempos de la Tierra, no es totalmente la misma que la de los demás pueblos elementales. No es opuesta, solo es diferente. Somos en parte el fuego purificador que precede lo que el Comendador de los Melchizedec había llamado el asa-planeta final. Es por eso que nos revelamos ahora cada vez más, porque las circunstancias de la Luz lo permiten. Salimos en cierto modo - desde vuestro punto de vista, de vuestro pensamiento - de un estado de éxtasis o de letargo para recobrar el conjunto de nuestros potenciales y de nuestras acciones, en vosotros como para la Tierra, que tengáis o no la codificación reptiliana. 



Somos en cierto modo unos agentes y unas fuerzas de reconciliación. De manera sensiblemente similar a los Arcontes, fuimos capaces de mantener nuestra presencia sobre planos intermedios donde la vida no es posible normalmente como expresión de la conciencia, es decir la 4ª dimensión. Estando situados allí, y saliendo de nuestro letargo, podemos actuar por nuestra Presencia también sobre vuestra estructuración mental de pesaje, diría, del bien y del mal, entonces el acceso a la Unidad y el rebasamiento del bien y del mal. Quemamos lo que es superfluo y reforzamos lo que debe ser reforzado. 



… Silencio… 



Ayudamos tanto de manera colectiva, y no solamente en el manto de la Tierra o en vosotros, a la disolución ya bien adelantada del cuerpo causal de la Tierra. Ayudamos también al Fuego de la Tierra a canalizarse en las zonas volcánicas donde hay peligro para hacer menos daños por el momento. Estamos ligados por supuesto a este fuego, que es el Fuego Original de la Tierra y el Fuego Primordial también. Asistimos, de manera colectiva y no más particular, a la disolución del alma colectiva de la Tierra. 



En estos tiempos de la Tierra, nuestro posicionamiento es esencial pero no necesita de ser reivindicado porque estamos más allá de todo halago. Nuestra vigilancia interior es tal que mantuvimos el Fuego sagrado intacto. Concebimos no obstante que algunos entre vosotros puedan estar impresionados, y al mismo encantados, de nuestra presencia y de nuestros encuentros. 



Nuestro soplo viene también a sostener lo que ahora emerge, el Verbo. Y procuramos también, de manera colectiva y no individual, a que el Verbo reencontrado no pueda arrastrar cualquier pérdida de Libertad. En este sentido también somos guardianes. Del mismo modo que los pueblos intra-terrestres guardaron algunas puertas inter-dimensionales y el núcleo cristalino de la Tierra, realizamos la misma cosa en lo sucesivo, sobre el mundo de superficie.



… Silencio… 




Si no se sienten concernidos por nuestros encuentros, y si no obstante os agrada llamarnos, no olvidéis que el Verbo de la co-creación se vuelve activo en vosotros. Así que podéis llamarnos, sin tener necesariamente la obligación de llamarnos. En este momento estaréis puestos en resonancia con el colectivo de los dragones y no con un dragón específico. La resonancia de lo que somos con el Fuego llama a vuestro Fuego del Corazón y también al Triángulo de Fuego de vuestra cabeza, puesto en resonancia sincrónica por el Triángulo de la Nueva Eucaristía, como lo llamáis, y por vuestro Triángulo elemental de Fuego al nivel de vuestra cabeza. La alquimia y el encuentro del Triángulo de la Nueva Eucaristía y del Triángulo elemental del Fuego se realiza en vuestro pecho y realiza la llamada de la energía dragón que amplifica, como dije, el Fuego vibral y el Fuego del Amor, que se opone naturalmente al fuego vital, al ego y al fuego del ego. 



Es en este sentido que nuestra ayuda, para los de vosotros que no tienen codificación reptiliana, pueda hacerse en este período importante, ayudándoles a ver lo que tenéis que ver, a arder lo que debe arder y ayudarles en el camino de la Libertad, limitando los efectos del miedo en cualquiera que sea la circunstancia. Y retengan también, como dije desde el principio, que nosotros formamos parte de vuestra historia pero que somos anteriores a la historia de este mundo y entonces a la historia de la falsificación. En este sentido unimos la acción de las últimas llaves Metatrónicas comunicadas, por una presencia que, incluso si es colectiva o ligada a nuestra desmultiplicación unida a nuestra ubicuidad, aporta específicamente un elemento que va a ayudar a disolver vuestras últimas resistencias, vuestras últimas barreras y vuestros últimos temores. 



… Silencio… 



Nuestra polaridad está directamente en resonancia con lo que llamáis o podrían llamar el Masculino Sagrado donde no existe más la menor fuerza de predación y de encierro. Nuestra acción finalmente prepara, y de manera activa desde hace dos años, la llegada de la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres sobre este planeta. No intervenimos entonces de manera directa en vuestra libertad de Liberación, sino desde ahora en adelante, más allá de vosotros y de vuestra historia, sobre la historia futura o del campo de experimentación de la Tierra en su nueva dimensión. 



… Silencio… 



Creo que mis palabras y mis explicaciones son ampliamente suficientes para vivir lo que tenéis que vivir en un caso u otro, pero en cambio permítanme hacerles vivir lo que yo llamaría con vosotros, el Aliento del Dragón, que está relacionado por supuesto al Verbo, al Espíritu del Sol, al Coro de los Ángeles, al Fuego Original, la primera manifestación de Conciencia, vuestra llama Eterna, que tengáis la codificación reptiliana o no. Esto será mi modo de mostrarles y de vivir tal vez el Fuego del Corazón. 



… Silencio… 



Concluiré con estas palabras. Vais tal vez a tener la oportunidad de verificar lo que se celebra cuando modificáis vuestro propio soplo, el de vuestra respiración, tal como se lo preconizó uno de Melchisédech. Sepan que en este momento, codificados reptilianos o no, nuestra codificación vibratoria está presente. 



Que la Paz, la Libertad y el Amor sean restituidos a vuestra Llama Eterna. 



… Silencio… 



Erelim saluda vuestro Fuego. Hasta la vista.





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