ERELIM
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Saludos a vosotros, humanos de la Tierra.
Pueden llamarme Erelim o Erilim.
Soy lo que se llama entre nosotros un dragón
de Fuego de la Tierra. Soy además el representante de la comunidad de los
dragones del Palacio, en honor al lugar donde estamos instalados. Nuestras
comunidades de dragones, ésta como todas las demás, son comunidades que podrías
llamar restringidas, ya que somos raramente más de diez conciencias presentes
en un mismo lugar. Soy el representante, porque en nuestra terminología no hay
ni rey ni reina, hay simplemente aquel que es el más joven de la comunidad del
lugar donde residimos, que se vuelve el representante y aquel que puede hablar
a vuestra conciencia.
Antes de abordar, si puedo decir, nuestra
presente función en estos tiempos que vivís en la Tierra, os voy a dar algunas
indicaciones, que no es curiosidad o un conocimiento, sino que más bien
reflejan la historia del encierro de la Tierra y nuestra resonancia como
dragones, con los pueblos que fueron llamados hace mucho tiempo los Gigantes,
que hoy llamáis Nephilim, que eran en alguna parte, y no veáis allí ninguna
malicia, nuestros primos, a pesar de las diferentes formas y apariencias.
Muchos humanos en la Tierra descubren desde
hace poco tiempo una real afinidad con nosotros, y esta afinidad viene
directamente de datos históricos de esta Tierra, pero también de vuestra
historia galáctica, si la puedo llamar así. Situando estos datos históricos,
para los de entre vosotros que vibran o que sienten nuestra Presencia, en el
lugar de la comunidad del Palacio o en otro lugar, e incluso diría yo, sin
malicia, directamente en vosotros para algunos. Y entonces por eso les debo
ciertas explicaciones.
Los dragones de Fuego de la Tierra, lo
comprendieron, cualquiera que sea su eficiencia sobre este mundo, están
relacionados a la memoria del Fuego, del Fuego Primordial, pero también del
Fuego manifestado por algunas conciencias en encarnación antes de la alteración
de la Tierra y del sistema Solar. Estamos omnipresentes en vuestros cuentos,
vuestras leyendas y en algunos de vuestros sueños, porque somos portadores del
Fuego, incluso si nuestra acción puede hacerse sobre algunos de los Elementos
de esta Tierra, incluso si no es el Fuego. Pero volvamos en primer lugar sobre
estas nociones históricas.
Hace más de 320.000 años de vuestros años
terrestres, llegaron a este sistema Solar las conciencias que llamáis
Arcónticas, relacionadas a los Dracos. Sospecháis bien que hay una resonancia,
en alguna parte, entre dragones y Dracos, y no obstante con unas diferencias
que voy a intentar de explicitarles durante algunos instantes, pero que serán
muy simples porque no tendré el tiempo de entrar en todos los detalles.
En el momento de la llegada de las fuerzas
Arcónticas, los seres encarnados - pero libres - algunos de ellos, de apariencia
humana pero mucho más altos que el humano de hoy, venían de ciertas
constelaciones. Estos seres eran seres de Fuego que habían revestido un cuerpo
de carne con el fin de ejercer la creatividad a través de la materia. Era para
ellos un juego. Fueron llamados por el pueblo de la Tierra, los Nephilim o los
Gigantes. Estos Nephilim eran portadores con intensidad, si puedo decir, del
Fuego Primordial, del Fuego de la Creación. Desde nuestro punto de vista, estos
seres con los cuales comulgábamos cuando estaban presentes, llevaban la misma
vibración de Fuego que nosotros.
Cuando ellos decidieron retirarse para no
quedar encerrados, crearon unas estructuras particulares, esculpidas en la
piedra, cuyo fin era ante todo servir a guiar la Luz en el momento de sus
regresos cíclicos y periódicos que existían a causa del encierro. Estas
estructuras son conocidas como los Círculos de Fuego de los Ancianos. Existen
un número limitado sobre la Tierra. Nuestra conciencia, en este momento,
decidió de manera colectiva, en el seno de nuestras diversas comunidades, de
permanecer sobre la Tierra, escondidos a vuestra vista, invisibles en cierto
modo pero sin embargo activos, con el fin de preservar a nivel de algunas
zonas, en ciertas arquitecturas, la memoria de la Luz y la memoria del Fuego
Primordial.
En estos tiempos, el Príncipe de la Luz o
portador de Luz llamado Lucifer, encerró este Fuego. Decidimos entonces de
común acuerdo de permanecer eternos y presentes aquí sobre esta Tierra, en
lugares donde no éramos perceptibles, invisibles e inapreciables. Por supuesto,
muchas tradiciones recurren a la mitología de los dragones. Nuestra presencia
se revela, entonces a la humanidad, presentes sobre la Tierra en el momento de
los espacios de resolución posible del regreso de la Luz.
Estamos entonces directamente relacionados,
incluso si no tenemos ni la misma apariencia ni la misma función, a los
Nephilim, a los Gigantes. Y estamos también, por nuestra constitución y no por
nuestra conciencia, hoy, ni entonces además, en resonancia y en relación de
filiación en alguna parte con los Arcontes. El humano preso, en aquella época
de la Tierra, o después, en las diferentes civilizaciones cuyos nombres
llegaron hasta vuestros oídos como la Atlántida o la Hiperbórea.
Hemos mantenido la Conciencia de fuego intacta
para estos momentos. Entonces os aseguro, el tiempo para nosotros no pasa del
mismo modo que para vosotros, 320.000 años para el soplo de un dragón es una
chispa de tiempo pues dominamos el tiempo y actuamos también sobre las
estructuras de la Tierra. Somos efectivamente los que podrías llamar
organizadores y planificadores, pero respetando íntegramente y totalmente la
Libertad, y procurando que la Inteligencia de la Luz esté en acuerdo con la
disposición misma de la materia.
Por este lado organizador, por este lado
dedicado a la organización de la vida, tenemos efectivamente una resonancia, y
diría que hasta esta época de 320.000 años hacia atrás, una afinidad con los
Dracos. Aquellos de entre vosotros que hoy, en estos tiempos de la Tierra,
vivís contactos, y resonancias con nosotros, que esto sea en nuestras
comunidades o en vuestra propia casa, estáis directamente en resonancia con lo
que fue llamado en la época « linaje u origen reptiliano ». No vean allí una
noción negativa de encierro cuando hoy decimos reptil.
En el seno de la Libertad, hemos respetado la
Libertad y nos hemos quedado escondidos a vuestros ojos sobre esta Tierra desde
tiempos muy lejanos para vosotros. Y hoy algunos de entre vosotros hasta nos
acogen sin buscarlo, en sus casas, allí donde vivís. Salimos pues de nuestras
comunidades pero no olvidéis que somos multidimensionales, lo que puede
explicar nuestro cambio de apariencia, de forma y nuestro don de ubicuidad, es
decir de ubicarnos en múltiples lugares de esta Tierra desde ahora, sin estar
localizados específicamente en un lugar. Podemos estar a la vez en múltiples
lugares, no uno ni dos, como en los casos de bilocación de vuestros santos,
tampoco hasta el infinito, pero a veces, según nuestra antigüedad, en diez o
hasta quince lugares diferentes.
Aquellos de vosotros que están en resonancia,
que nos acogen entre ellos, nuestra presencia específica en vosotros o nuestra
resonancia en el momento de vuestro acercamiento a nuestras comunidades está
directamente relacionada a la falsificación misma de vuestro ADN.
Tenemos en efecto una forma de responsabilidad
en cuanto a la eliminación en vuestras estructuras, que sean las más densas o
ligadas a vuestra eternidad, de reparación de las anomalías reptilianas. Sean
conscientes que incluso si no tenéis ni origen ni linaje reptiliano, vuestro
ADN es sin embargo portador de esta vibración de encierro, responsable de lo
que es llamado el miedo. Ningún dragón puede conocer el miedo; es a la vez un
inconveniente y a la vez una ventaja. Y en preparación, nos hemos quedado hasta
la fecha, a fin de que los de entre vosotros que tienen, más allá del ADN, un
linaje u origen reptiliano, puedan transfigurar esta herencia a la luz del Amor
y de aquel que llamáis Cristo.
No veáis allí ni ventaja, ni maravilla, ni
inconveniente, es solo una reparación y una retribución que no tiene nada que
ver finalmente con vuestra conciencia de eternidad, si no es a través de
vuestros orígenes o linajes, que vienen a conjugarse al ADN humano.
Hoy, independientemente de nuestra presencia
ante algunos de vosotros, hay posibilidad, como para nuestros amigos los Elfos,
de encuentro. Este encuentro no tiene este dulce aspecto tal como lo encuentran
entre los Elfos, sin embargo el Elemento privilegiado de nuestro encuentro no
es el Fuego sino el Aire, dándoles a vivir, cuando os tocamos en conciencia, de
sentir nuestro soplo. Nuestro soplo puede ser manifestado a lo más íntimo de
vuestra Presencia, durante vuestro sueño o descanso, pero también en el momento
de vuestras actividades exteriores, como una masa de aire invisible que se
desplaza de modo inesperado. Esto es para el primer contacto y nuestros
primeros encuentros.
Tenemos pues, en cierto modo, el cargo de
reparación y de facilitación de rebasamiento del engrama reptiliano, por si
fuera inscrito en vuestro ADN – y lo está de todos modos al nivel de vuestro
cerebro - y también y sobre todo para los de vosotros que tienen un origen o
linaje reptiliano. Pero estamos abiertos, si puedo decir, a todo encuentro. En
este momento, vivificamos el Fuego en vosotros.
Si estáis mezclados de un modo u otro a la
historia de esta Tierra, respecto al encierro y a vuestros orígenes, actuamos
transmutando en resonancia en vosotros con lo que lleváis como ADN o memoria
galáctica.
Así que nos presentamos de nosotros mismos a
vosotros, permanecemos en vuestras casas, y preciso, respetando vuestra
libertad, es decir no como nuestros primos Arcontes que vendrían a
contaminarles y alterarles, velamos justamente para que esto no pueda ocurrir
nunca más. Es para eso por lo que estamos en cierto modo, para algunos de
vosotros, de forma permanente, pero respetamos vuestra integridad. Estamos aquí
para quemar, por el soplo del dragón, estos engramas de miedo.
… Silencio…
Somos pues participes como regidores, si se
puede decir, de la Vida y de la Creación. Quedamos al servicio de la Fuente, al
servicio de la Luz y al servicio del Fuego Original. Es en este sentido que
ejercemos, para algunos de vosotros, una presencia de reparación,
permitiéndoles de dejar evacuar lo que todavía podría frenaros, por los
engramas que acabo de describir.
Recuerden así como contrariamente a los Elfos,
nuestra forma es mutable y reproducible hasta unas diez veces, para los más
jóvenes de entre nosotros. Nuestra presencia en vuestro entorno o los
encuentros en nuestros lugares pone fin en cierto modo al miedo pero también a
las fuerzas de predación, no necesariamente las vuestras, sobre todo si estáis
despiertos, pero las todavía presentes sobre la Tierra, y procuramos
particularmente que el despliegue final de la Luz, que está en curso, no active
nada más que la Alegría y el Amor. Intervenimos además regularmente, unos y
otros, para estabilizar diría yo, las capas geológicas de la Tierra que
responden al impulso del núcleo central de la Tierra y a las diversas
radiaciones galácticas, que conocéis. Estabilizamos en cierto modo la Vida,
dejándola totalmente Libre.
Nuestra potencia es la del Fuego, ella se
manifiesta en el seno del Aire. Y venimos entonces literalmente a quemar lo que
es falso, de manera colectiva a la humanidad, y como lo expliqué, de manera más
específica a algunos de entre vosotros. Porque nuestro papel, así como pueden
llamarlo, desde siempre - contrariamente a nuestros primos, los Arcontes - es
de velar por el respeto de la Libertad de la Conciencia en experimentación en
todos los planos carbonados.
Así pues, que nos hagáis una visita en
nuestras comunidades o que nos instalemos en vuestra casa, nuestra presencia no
está allí para aportarles cualquier poder o reivindicación, sino que estamos
aquí más bien para ayudarles a trascender, por nuestra presencia y nuestra
vibración, que está presente en vosotros, por vuestro origen o linaje
reptiliano, a ayudarles a recobrar vuestra vibración original anterior a toda
predación.
Por supuesto, incluso los de entre vosotros
que no tienen origen o linaje reptiliano pueden también entrar en contacto con
nosotros, pero en este caso nuestra función no es la misma. Es la de reforzar
el Fuego de la Alegría y el Fuego del Amor, o si quieren el Fuego vibral. Pero
entre aquellos de vosotros, los humanos, que no tienen ni linaje ni origen
reptiliano, confirmamos y estabilizamos el Cristo, permitiendo en cierto modo a
vuestras estructuras físicas y efímeras de disolverse de manera inopinada y
anterior a lo que fue llamado, la Liberación colectiva.
Somos unos guardianes. Nuestro don de
ubicuidad, nuestro don de mutabilidad, aquí mismo sobre esta Tierra, se revela
a vosotros de diferentes modos. Vivificamos el Fuego y vivificamos también
vuestros cuatro Triángulos elementales - y vuestro Corazón. Respetando por
supuesto, siempre - y sistemáticamente - vuestra libertad, incluso en los casos
donde nuestro deber nos impone de quedarnos a vuestro lado, en vuestra casa.
Hacemos acto de presencia por el hecho mismo de la codificación reptiliana
presente en vosotros.
Obramos entonces, en un caso como en otro,
sobre lo que es llamado el Fuego del Amor, pero de diferente manera según que
seáis portadores o no del linaje u origen reptiliano. Les recuerdo que hubo una
forma de carácter mixto entre las madres genetistas de Sirio y los Arcontes de
la Osa Mayor o de Orión. Los Nephilim, entonces, anticiparon los diferentes
ciclos que iban a producirse, y construyeron unas estructuras particulares
antes de regresar a sus moradas, siempre en la constelación de Orión pero con
otro Sol. En un caso u otro, os aportamos el Fuego, el Fuego de la Libertad, el
Fuego de la Inteligencia, el Fuego de la Visión, y el Fuego de la Verdad. Es
una vez más nuestra última responsabilidad y compromiso.
Contrariamente a los Elfos que están
estabilizados en lugares, en sus pueblos, reinos que son unos puntos de
encuentro, ellos se lo dijeron, entre lo efímero y la Eternidad, puedo decir
que nosotros, ponemos fin a lo efímero. A lo efímero de lo que está ligado a la
codificación reptiliana o arcóntica, por nuestra simple presencia. Esto
necesita, en términos terrestres, de un tiempo más largo que el simple encuentro
como con los Elfos, porque hay necesidad ahí también de estabilizar y de dejar
organizarse la Luz sin alteración y sin posibilidad de vuelta atrás.
Actuamos sobre el manto de la Tierra
estabilizándolo. Somos aquellos también, que con nuestro soplo, construimos
pilares de estabilización y que hacemos aparecer también hoyos sobre esta
Tierra, para estabilizarla en el momento de su Ascensión. Lo que veis, en lo
que vuestras imágenes os presentan de estos hoyos, la regularidad de estos
hoyos, su aspecto sin fondo, resulta de la acción de nuestro soplo a fin de
preparar la Tierra, ya nacida además, y de poner en adecuación la Tierra de 3D
y de 5D en su nueva dimensión de Vida. Obramos de manera cada vez más extensa
sobre esta Tierra pero también dentro de vuestras estructuras morando en
vuestra casa.
Recuerden que a menudo el primer contacto con
nosotros, si no lo vivisteis en nuestras comunidades, se producirá durante
vuestro sueño o durante los momentos en que estáis ocupados con la materia, que
esto sea una creación artística, que esto sea la jardinería, o en todo caso una
actividad en relación directa con la tierra ella misma o el Elemento Tierra,
como un soplo llegando hasta vosotros, correspondiendo al desplazamiento de
nuestra masa, incluso invisible a vuestros ojos, en el aire, o durante vuestros
sueños.
Nuestro calificativo no es la dulzura, sino la
fuerza del Fuego. No todos estáis concernidos por nuestra relación o comunión,
sino que podéis entrar en contacto en los casos donde estabilizamos la Tierra
cerca de vosotros, que esto sea por nuestro soplo que crea pilares de
solidificación o cuando ahuecamos el manto terrestre. Además pienso, si puedo
expresarme así, que en estos lugares donde ahuecamos la Tierra, o estabilizamos
la Tierra, más allá del efecto visible sobre las zanahorias del manto terrestre
o sobre las cenizas que aparecen en los lugares estabilizados, vuestros medios
modernos podrán pronto vernos en obra, y algunos de ustedes también, de manera
directa, que estéis en resonancia por las explicaciones que acabo de dar o
simplemente por vuestra presencia en estos lugares donde debemos intervenir.
Veis entonces a través de lo que acabo de
decir que nuestra función, en estos tiempos de la Tierra, no es totalmente la
misma que la de los demás pueblos elementales. No es opuesta, solo es
diferente. Somos en parte el fuego purificador que precede lo que el Comendador
de los Melchizedec había llamado el asa-planeta final. Es por eso que nos
revelamos ahora cada vez más, porque las circunstancias de la Luz lo permiten.
Salimos en cierto modo - desde vuestro punto de vista, de vuestro pensamiento -
de un estado de éxtasis o de letargo para recobrar el conjunto de nuestros
potenciales y de nuestras acciones, en vosotros como para la Tierra, que tengáis
o no la codificación reptiliana.
Somos en cierto modo unos agentes y unas
fuerzas de reconciliación. De manera sensiblemente similar a los Arcontes,
fuimos capaces de mantener nuestra presencia sobre planos intermedios donde la
vida no es posible normalmente como expresión de la conciencia, es decir la 4ª
dimensión. Estando situados allí, y saliendo de nuestro letargo, podemos actuar
por nuestra Presencia también sobre vuestra estructuración mental de pesaje,
diría, del bien y del mal, entonces el acceso a la Unidad y el rebasamiento del
bien y del mal. Quemamos lo que es superfluo y reforzamos lo que debe ser
reforzado.
… Silencio…
Ayudamos tanto de manera colectiva, y no
solamente en el manto de la Tierra o en vosotros, a la disolución ya bien adelantada
del cuerpo causal de la Tierra. Ayudamos también al Fuego de la Tierra a
canalizarse en las zonas volcánicas donde hay peligro para hacer menos daños
por el momento. Estamos ligados por supuesto a este fuego, que es el Fuego
Original de la Tierra y el Fuego Primordial también. Asistimos, de manera
colectiva y no más particular, a la disolución del alma colectiva de la Tierra.
En estos tiempos de la Tierra, nuestro
posicionamiento es esencial pero no necesita de ser reivindicado porque estamos
más allá de todo halago. Nuestra vigilancia interior es tal que mantuvimos el
Fuego sagrado intacto. Concebimos no obstante que algunos entre vosotros puedan
estar impresionados, y al mismo encantados, de nuestra presencia y de nuestros
encuentros.
Nuestro soplo viene también a sostener lo que
ahora emerge, el Verbo. Y procuramos también, de manera colectiva y no
individual, a que el Verbo reencontrado no pueda arrastrar cualquier pérdida de
Libertad. En este sentido también somos guardianes. Del mismo modo que los
pueblos intra-terrestres guardaron algunas puertas inter-dimensionales y el
núcleo cristalino de la Tierra, realizamos la misma cosa en lo sucesivo, sobre
el mundo de superficie.
… Silencio…
Si no se sienten concernidos por nuestros
encuentros, y si no obstante os agrada llamarnos, no olvidéis que el Verbo de
la co-creación se vuelve activo en vosotros. Así que podéis llamarnos, sin
tener necesariamente la obligación de llamarnos. En este momento estaréis
puestos en resonancia con el colectivo de los dragones y no con un dragón
específico. La resonancia de lo que somos con el Fuego llama a vuestro Fuego
del Corazón y también al Triángulo de Fuego de vuestra cabeza, puesto en
resonancia sincrónica por el Triángulo de la Nueva Eucaristía, como lo llamáis,
y por vuestro Triángulo elemental de Fuego al nivel de vuestra cabeza. La
alquimia y el encuentro del Triángulo de la Nueva Eucaristía y del Triángulo
elemental del Fuego se realiza en vuestro pecho y realiza la llamada de la
energía dragón que amplifica, como dije, el Fuego vibral y el Fuego del Amor,
que se opone naturalmente al fuego vital, al ego y al fuego del ego.
Es en este sentido que nuestra ayuda, para los
de vosotros que no tienen codificación reptiliana, pueda hacerse en este
período importante, ayudándoles a ver lo que tenéis que ver, a arder lo que
debe arder y ayudarles en el camino de la Libertad, limitando los efectos del
miedo en cualquiera que sea la circunstancia. Y retengan también, como dije
desde el principio, que nosotros formamos parte de vuestra historia pero que
somos anteriores a la historia de este mundo y entonces a la historia de la
falsificación. En este sentido unimos la acción de las últimas llaves
Metatrónicas comunicadas, por una presencia que, incluso si es colectiva o
ligada a nuestra desmultiplicación unida a nuestra ubicuidad, aporta
específicamente un elemento que va a ayudar a disolver vuestras últimas
resistencias, vuestras últimas barreras y vuestros últimos temores.
… Silencio…
Nuestra polaridad está directamente en
resonancia con lo que llamáis o podrían llamar el Masculino Sagrado donde no
existe más la menor fuerza de predación y de encierro. Nuestra acción
finalmente prepara, y de manera activa desde hace dos años, la llegada de la
Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres sobre este planeta. No
intervenimos entonces de manera directa en vuestra libertad de Liberación, sino
desde ahora en adelante, más allá de vosotros y de vuestra historia, sobre la
historia futura o del campo de experimentación de la Tierra en su nueva
dimensión.
… Silencio…
Creo que mis palabras y mis explicaciones son
ampliamente suficientes para vivir lo que tenéis que vivir en un caso u otro,
pero en cambio permítanme hacerles vivir lo que yo llamaría con vosotros, el
Aliento del Dragón, que está relacionado por supuesto al Verbo, al Espíritu del
Sol, al Coro de los Ángeles, al Fuego Original, la primera manifestación de
Conciencia, vuestra llama Eterna, que tengáis la codificación reptiliana o no.
Esto será mi modo de mostrarles y de vivir tal vez el Fuego del Corazón.
… Silencio…
Concluiré con estas palabras. Vais tal vez a
tener la oportunidad de verificar lo que se celebra cuando modificáis vuestro
propio soplo, el de vuestra respiración, tal como se lo preconizó uno de
Melchisédech. Sepan que en este momento, codificados reptilianos o no, nuestra
codificación vibratoria está presente.
Que la Paz, la Libertad y el Amor sean
restituidos a vuestra Llama Eterna.
… Silencio…
Erelim saluda vuestro Fuego. Hasta la vista.
mialmadediamante.blogspot.com