...el proceso denominado muerte crea una gran inquietud...

“MUERTES”
(Incluye una videoconferencia sobre una experiencia de muerte)
El Proceso de la muerte

Para la mayoría de los seres humanos, el proceso denominado muerte crea una gran inquietud y a veces temor; el ser comienza a formularse una serie de preguntas y cuestionamientos, como saber lo que sucede después de la muerte física, si realmente existe otra vida y de ser así: qué acontece en estos planos y muchos otros interrogantes más.

Estos cuestionamientos se presentan en gran parte por el hecho de asumir las personas que ésta es la primera y la única vida en que vamos a estar aquí, en este mundo, lo cual no es cierto, ya que en numerosas ocasiones y bajo diferentes cuerpos, ya sea como hombres o como mujeres hemos pasado por esta escuela de aprendizaje, siendo una más de las infinitas moradas del padre creador. Es posible que muchos seres, que actualmente utilizan este planeta como su morada, no sean originarios del mismo, sino que por el contrario, sean foráneos, rezagados de otros planetas, moradas del padre también, las cuales han avanzado un paso más en su evolución.

Existen básicamente tres tipos o clases de muerte; la primera de ellas: la natural, la cual se presenta por vejes, por enfermedad progresiva o por infarto. La segunda ocurre por medio de accidentes o muertes violentas, al igual que por desastres naturales. La tercera que es la menos deseable para ningún hijo de Dios, ocurre por el suicidio.

Vamos a contemplar el caso de la muerte natural, es el más frecuente y el que esperamos que nos corresponda. Esto no quiere decir en ningún caso que quien sufra una muerte violenta, es porque se lo merece o bien, que es un castigo, puesto que no es así, ya que la mayoría de las veces, la forma de fallecimiento ese producto de nuestra propia querencia, y la hemos programado antes de venir a esta vida, para lograr una determinada experiencia o bien, para saldar alguna antigua deuda kármica: es lo que generalmente sucede cuando la persona tiene un desenlace lento y difícil, como en el caso del cáncer, en estos casos el ser ha programado este experiencia, la cual le era necesaria para la evolución del individuo.

Por lo tanto no importa mucho como muera la persona, ya que en sí, el proceso es más o menos el mismo. Lo que si importa es conocer es que el tipo de muerte ha sido programado por nosotros. Pero con nuestra mentalidad actual cargada de morbosidad y orgullo, lo que pasa es que cuando nosotros hemos seleccionado nuestra forma de morir, allí, en la cuarta dimensión, estamos desprovistos de toda serie de temores, ansiedades, inquietudes y deseos, que nos hace pensar: que la muerte es ilógica e injusta.

La muerte, no es más que un paso a un estado de vibración mayor y es aún, más suave y dulce que el paso de nacer a una vida, ya que al nacer nos estamos enfrentando a nuevas experiencias y luchas, mientras que al morir, estamos por decirlo así, graduándonos en el curso que acabamos de terminar y yendo a disfrutar de unas merecidas vacaciones. Nosotros, por decirlo así, morimos todas las noches, ya que el estado de sueño es igual al proceso de la muerte. Los egipcios llamaban a la muerte en el gran sueño, la única diferencia es que cuando dormimos estamos conectados a nuestro cuerpo físico por medio de nuestro cordón de plata y por nuestros cuerpos: etérico, mental y emocional, es decir el conjunto denominado Ello, que se desprende pero permanece unido por este cordón umbilical. Cuando acontece la muerte, este cordón se rompe y el Ello ya no puede regresar al cuerpo físico.

Cuando la persona fallece da un paso a un estado de mayor vibración y pasa por diferentes estados vibratorios, que podríamos resumir en cuatro, correspondiendo cada uno a los niveles físico, etérico, mental y emocional. Es decir que el ser debe trasegar a través de estos estados, para completar su proceso de muerte; por esto, posteriormente a la muerte del cuerpo físico, viene la desintegración del etérico, luego de la del emocional y por último, la del cuerpo mental.

En el momento en que el ser expira, el Ello comienza a desprenderse lentamente del cuerpo de la persona, esto lo hace girando como en una especie de vórtice; este giro es lento, y van desprendiéndose del ello, unas emanaciones de diversos colores. El conjunto de estos tres cuerpos va subiendo lentamente y el ser va tomando conciencia de lo que ve allá, en ése nuevo estado vibratorio. Esto es lo que ha permitido traer las referencias de personas, que han vivido experiencias de la muerte cercana, por fallecimiento clínico y que luego han vuelto a la vida física.

Todos ellos reportan lo siguiente: ver su cuerpo, por lo tanto todos vamos a ver nuestro cuerpo físico, podemos oír, aún podemos sentir y comenzamos a ver algo que antes no podíamos ver con nuestros ojos físicos. Cuando los que están alrededor piensan algo, el ve las emanaciones mentales de los mismos, comienza a ver cómo vibra, ve colores, ve auras, comienza a percibir pensamientos, sentimientos, incluso colores, esto dura un tiempo determinado, algunos dicen que son horas otros que son minutos; todo depende del estado de ansiedad del individuo, del estado de la conciencia por su conocimiento al respecto y por las características del fallecimiento.

La capacidad auditiva persiste dos horas y media luego de la exhalación final. En este momento, cuando para el ser que desconoce lo que está aconteciendo, viene el primer desconcierto y ve que lo lloran y el siente, pero no comprende. Le descontrola lo que hablamos, lo que sentimos o lo que pensamos, ya que él lo interpreta con una velocidad extraordinaria y el gran dolor de aquellos seres que le son queridos, hacen que se sienta comprometida y atraída a volver a su cuerpo para tratar de mitigar esos sentimientos.

Los sentidos físicos están en cierta forma conectados al ello, de tal manera, que la persona escucha pero no sabe por dónde escucha. Si uno toma las manos de la persona recién fallecida, y las frota, lo mismo que las plantas de los pies, la persona lo va a sentir. Estos sentidos poco a poco se van desconectando; el último que se pierde es el oído; de deja de escuchar más o menos unas dos horas y media después de la muerte física. Pero ya para ese tiempo, comienza a entender mucho mejor lo que los demás piensan. No importa lo lejos que estén de él, si se piensa, esto les llega directamente a su mente, sin importar donde se encuentre el emisor. Todo este mundo de pensamientos, él los va a sentir, es decir, su lenguaje ya es el pensamiento.

En este punto, el ser entra en un estado de latencia, en el cual la persona no sabe que hacer; es el momento cuando las personas que han tenido este tipo de experiencias describen como una entrada a un túnel oscuro, donde hay una luz al fondo y allí se les aparecen personas conocidas o seres blancos y radiantes, seres de mucha espiritualidad que lo van a acompañar. Cuando el ser que vive ésta experiencia, no debe aún fallecer; al llegar a este punto, es interrogado por un ser de mayor espiritualidad, el cual le pregunta, respetando su libre albedrío, si desea venir, o regresar. Cuando la persona no va regresar, acuden personas con el fin de orientarlo, como ya se dijo; éstas, por lo general, son familiares fallecidos recientemente, o seres de mucha espiritualidad, que lo asisten y orientan. Si el Atman del ser, está casi limpio, su Yo Superior estará presente en éste paso.

En este momento, y desde el plano físico, podemos ayudarles muy fácilmente, a través de la comunicación con nuestros pensamientos, diciéndole: que miren el color que emiten sus pies y sus tobillos y luego: “que busquen a sus compañeros que tengan el mismo color”, ya que esto le permitirá entrar al estado migratorio que le corresponde (todo el trabajo se efectúa mentalmente, si por el contrario lo hacemos en voz audible y ahí personas que desconocen todo esto no van a comprenderlo) recordemos, que toda vibración está expresada en tonos y colores. Si nosotros vibramos en blanco y nos reunimos con los seres vibración café; lo más posible es que la calidad de amigos no va a ser nada recomendable.

Una vez que el proceso se torna irreversible, es decir: se produce la ruptura del cordón de plata, comienza en una serie de pasos a seguir, los cuales son obligatorios en todos los casos:

1. las esferas mentales del yo o del cuerpo físico, se adhieren a las meninges del Ello. Si el Atman (el Ello) del ser está casi limpio, el Yo Superior estará presente durante el proceso de desenlace.

2. Viene después, un lapso de reposo y de concientización de errores. Este es un período de descanso, en compañía de seres queridos, conocidos y amigos que se encuentran desencarnados, para presentarse luego ante la junta kármica, donde tendrá lugar el juicio vivencial de lo que fue la vida que acaba de dejar.

3. Después del periodo de descanso, el ser recibe la citación para presentarse ante el tribunal kármico. Este no es un tribunal de acusación; es un tribunal de oyentes de tal magnitud espiritual y de tanto amor, que la persona se siente cohibida, impactada, impresionada y muchas veces se siente más enjuiciada aún, aunque allí el juez es uno mismo.

En el momento de la citación, aparece un ángel recubierto con una capa violeta y una diadema con una estrella de oro de siete puntas. En sus manos porta un pergamino enrollado con una cinta de color violeta. Cuando éste ángel llega, todo ser sabe que le ha llegado la hora de su juicio. Sin embargo, muchos seres en ese momento sienten miedo y rechazan esta citación. Como hasta allí llega libre albedrío, cuando el ser rechaza esa maravillosa experiencia, simplemente se le permite permanecer allí tanto tiempo como el desee. Anteriormente éste tiempo podía durar hasta 200 años, pero ahora, que el planeta se encuentra en entreplanos y pasa por la línea Bond, ha quedado reducido a un período máximo de seis meses a dos años. El temor de presentarse al tribunal de amor, por lo general se debe, a las creencias de las religiones, las cuales inculcan la idea de un infierno, o de un purgatorio, donde el ser es atormentado y quemado vivo en una paila hirviente.

Al llegar al tribunal kármico, encuentra un edificio blanco muy grande, al cual se llega ascendiendo por unas amplias escaleras. En la entrada principal encontrará una serie de puertas con los nombres de las diferentes religiones del planeta, en las cuales el ser humano lo ha fraccionado. Entra por la de su país o por la de su propio lenguaje, y luego de una espera, es llevado a una sala de audiencias, donde se encuentran, entre otros, los Siete Miembros de la Junta Kármica, (seres de infinita luz y amor) que se encuentran en sendos estrados. Llega el ser a éste salón, con su ángel guardián, sus respectivos padrinos, sus guías espirituales si los tiene, ya que únicamente cuando el hombre ha alcanzado el plano de iniciado, por lo menos dentro del sendero probatorio, puede tener un guía espiritual. Aquéllos, que viven como hombres comunes y que no han llegado al plano de postulante, no tendrán un guía espiritual, pero estarán acompañados por su ángel guardián, su maestro interno, o su Yo Superior.

Al iniciarse juicio, un ángel comienza en forma desconcertante a leer todas las oportunidades que ese ser tuvo para hacer el bien a sus hermanos y las desperdició. Allí parecen quellos pequeños favores a alguien, quien le solicitó, por ejemplo la hora o un pedazo de pan, o ayuda y consejo, o la atención que se le negó a un hijo, o a un padre y general, todas las oportunidades que se le escaparon de las manos para hacer el bien, para lograr equilibrar su propia evolución, elevar su propio darma y crecer espiritualmente. Del mismo modo, le son mostradas todas las oportunidades que dejó pasar de lado para el encontrarse con la luz y la verdad. Revive igualmente, las escenas en que obró mal y el alma sufre de la misma manera que sufrió aquel, a cual perjudicó alguna vez y padece igual a aquellos a los cuales hizo sufrir en su vida terrenal.

Todo esto acontece, para que el ser valore sus actos, haciendo imposible la gratificación de lo malo, ya que padece exactamente como hizo a otros padecer, con su intolerancia, deshonestidad, crítica, crueldad y todo lo malo y negativo. De ésta manera, aprende a obrar correctamente, en forma justa y recta.

irradiando amor y luzDurante éste juicio, muchas veces, los seres de luz (Miembros de la Junta Kármica y la Madre Cósmica) que lo presiden, tienen que intervenir irradiando su amor infinito, su paz y su misericordia a través de las energías ya conocidas para calmar a esa corriente de vida, o ser enjuiciado, porque el ser puede entrar en verdadera tensión, dolores y ataques de llanto, que hacen derramar lágrimas, incluso, a los mismos seres del tribunal kármico, al ver todo el dolor de este ser, que pide y clama perdón y misericordia. Hay casos, en los cuales los seres que están presentando el juicio vivencial, no tienen allí a nadie que pueda dar testimonio de sus buenas obras, ya que toda su vida la dedicaron a la maldad, pero en ese momento puede parecer uno de los seres del reino animal, (un cuadrúpedo, por ejemplo) y da cuenta, del día en que ese ser lo defendido de alguien que pretendía torturarlo o del día que lo acarició con amor y ternura. Esto es muy tenido en cuenta, ya que no importa cuán malo sea el ser, ya que algo bueno ha de tener, puesto que siempre dentro de su corazón está la chispa inmortal, a imagen y semejanza de nuestro Padre Creador.

Una vez terminado el juicio, habiendo intervenido El Ser Crístico, presentando su propio balance y después de haber intervenido sus guías, su ángel guardián y demás seres que le acompañaron, se hace un balance de lo que ha sido su vida anterior y se genera el karma para la próxima encarnación. Se escogen los posibles padres, con la participación del mismo individuo, con excepción del suicida, en cuyo caso, le son impuestos los padres; se escoge igualmente, el lugar donde transcurrirá su próxima vida. Una vez ajustado todo lo anterior, el ser es conducido a las llamadas Aulas del karma.

4. En las aulas el karma, tendrá la oportunidad de recibir el fuego violeta de la transmutación y del perdón y podrá ser instruido por seres de mayor evolución o asistir a las Bibliotecas Cósmicas del plano astral Superior, podrá igualmente asistir a retiros espirituales y usar su voluntad, el fuego liberador, que limpia mucho de su nuevo karma, lo cual hace muchas veces, que al ir a reencarnar, éste sea revisado nuevamente por el tribunal kármico y en base a ello atenuado o cambiado.

5. Una vez hecha la renegociación del karma, pasa a una cámara especial, donde se inicia su proceso de desintegración o segunda muerte, la muerte del Ello. Su cuerpo etérico se desintegra y vuelve a su elemento el fuego, como sucedió con el cuerpo físico que regresó a la tierra. Todas las grabaciones de nuestro cuerpo etérico que existan para ese momento y en especial, aquellas que el Yo Superior considere que deban quedar archivadas, simplemente pasarán al cuerpo mental y el etérico, se desintegrará.

6. Posteriormente todas las líneas eléctricas y las grabaciones propias de nuestro cuerpo emocional, que el Yo Superior considere que deben quedar registradas porque aún no están superadas, simplemente pasarán al cuerpo mental y el cuerpo emocional morirá, regresando al agua, elemento al cual pertenece.

Por último, el cuerpo mental regresa a su elemento, el aire y todas nuestras experiencias y vivencias positivas pasan a nuestro cuerpo mental superior o cuerpo CAUSAL, por lo tanto de nuestros cuerpos inferiores sólo quedan básicamente sus átomos fundamentales, a saber: el átomo físico-etérico, el átomo emocional y el átomo mental, los cuales contienen todo aquello que aún no ha logrado llegar a nuestro cuerpo Causal Superior, y que por lo tanto debe aún ser superado o saldado, según sea el caso.

Cuando el ser en evolución está listo para reencarnar, en ese momento se hacen allí presentes: el Amantísimo señor MahaChoan, Pablo el Veneciano, quien es el gran director del Espíritu Santo para la tierra la Amantísima Madre Cósmica (conocida en el mundo católico como la Virgen María), los cuales preparan el corazón y el aliento de vida, de la mejor sustancia que ha de alimentar al nuevo ser, en el momento en que la nueva materia se forme, al ser fecundado el lóbulo por el espermatozoide; y a las 48 horas, se insufla este hálito de vida o Chispa Divina, al ser que regresa otra vez al plano terrenal.

Las muertes ocasionadas por enfermedades largas y a veces dolorosas, así como las muertes trágicas, son simplemente programaciones kármicas que de esta manera se saldan y terminan. Es por ello, que no debemos sentirnos tristes cuando esto acontece, ya que el ser querido que se fue, acaba de pagar una deuda muy grande que tenía pendiente. Sin en un accidente o desastre, el ser no muere y queda con vida, ésta es una nueva oportunidad que se le da, para hacer un examen de conciencia de su vida hasta ese momento. Si el ser considera que ha vuelto a nacer y su examen de conciencia es sincero y profundo, su karma quedará soldado; sin embargo, si considera que ese accidente es injusto y genera pasiones, odios, e incluso blasfema de la divinidad, su oportunidad se le escapa de las manos y su karma se verá aumentado.

En el caso del suicida, éste mantiene la conciencia del yo al morir y se produce en él un trauma angustiante. Trata de comunicarse con sus seres queridos, se aferra a su cadáver sin obtener respuesta, entra en estados de angustia y desesperación, presencia su propio entierro, sufre su autopsia y en gran parte la descomposición de su cuerpo, pues aunque su cordón de plata se ha cortado, quedan ciertas ligaduras etéricas entre el Ello y el cuerpo físico. Por otra parte su Yo Superior lo abandona temporalmente, y se ve sometido toda clase de burlas y tormentos por los seres que habitan en el bajo astral. Lógicamente vivirán un verdadero infierno, hasta que es rescatado de allí por seres de luz que tienen el don de bajar a estos estratos para rescatarle. El impacto están grande, que tiene que ser llevado a clínicas de recuperación psiquiátrica, en cuarta dimensión, donde se le somete a ajustes interbioesferales, ya que ha generado grandes traumas a nivel de su propia conciencia. Una vez restablecido, es llevado ante la junta kármica.

Ahora bien, si un ser al desencarnar, mantiene su conciencia limitada, ególatra o suicida, permanece mucho más tiempo entre tercera y cuarta dimensión, confuso y alterado. Quienes han llevado una vida normal poco trascendente como es el caso de los epicúreos, llegan a ese proceso en un estado anestésico, captan bagamente las cosas que suceden en tercera dimensión, (de pronto escuchan algunos murmullos que dicen lo bueno que era o se murió y no me pago la deuda, y muchas cosas más), ésto lo escucha ligeramente. Quienes se resisten a morir y temen dar ese paso tan suave y trascendental en su vida, es decir, aquellos que temen a la muerte, desencarnan en forma suave, y entran en un estado como de aletargamiento o anestesia.

Quienes han llevado una vida desequilibrada, de vicios, de lujuria, de mal manejo de la energía, de conflictos y deshonestidad, así como de homicidios, escuchan lo que ocurre en tercera dimensión, tratan de comunicarse con los suyos, y aferrarse a sus cuerpos. Al igual que los suicidas, se impactan grandemente y deben ser llevados a clínicas especiales de recuperación psiquiátrica, donde son atendidos por seres de infinito amor, para que después de ser restablecidos puedan presentar el juicio vivencial ante la junta kármica.

Estas clínicas son las que han dado origen a las versiones del purgatorio y el infierno, ya que los seres allí, son tratados por medio del fuego y la llama violeta, así como por las demás energías ya conocidas.

CONFERENCIA DE UNA EXPERIENCIA DE LA MUERTE POR GLORIA POLO COMPLETO


http://www.youtube.com/watch?v=IIgCydFFEKk&feature=player_embedded#!

Ciencia Cósmica

www.cienciacosmica.net

Gabriel Vallejo




https://gemmav58.wordpress.com
28 de Diciembre 2017