Interlocutor: ¿Qué es el karma?
K.: Karma es una de las palabras peculiares que usamos, es una de esas palabras en que se halla atrapado nuestro pensamiento. El hombre pobre tiene que aceptar la vida en los términos de una teoría. Tiene que aceptar la miseria, el hambre, la escualidez, porque está desnutrido y no tiene la energía para romper con ello y crear una revolución. Tiene que aceptar lo que la vida le da, por eso dice: "Es mi karma ser así"; y los políticos, los grandes hombres le alientan para que acepte su desdicha. Ustedes no desean que se rebele contra todo esto, ¿verdad? Pero cuando le pagan al pobre tan poco, teniendo ustedes tanto, es muy probable que eso suceda; entonces usan la palabra karma para fomentar la aceptación de la miseria en su vida.
El hombre educado, el que ha alcanzado el éxito, el que ha heredado, el que ha llegado a la cima de las cosas, el que tiene poder, posición y los medios de corrupción, él también dice: "Es mi karma. He obrado bien en una vida anterior y ahora estoy cosechando el premio por mis acciones pasadas".K.: Karma es una de las palabras peculiares que usamos, es una de esas palabras en que se halla atrapado nuestro pensamiento. El hombre pobre tiene que aceptar la vida en los términos de una teoría. Tiene que aceptar la miseria, el hambre, la escualidez, porque está desnutrido y no tiene la energía para romper con ello y crear una revolución. Tiene que aceptar lo que la vida le da, por eso dice: "Es mi karma ser así"; y los políticos, los grandes hombres le alientan para que acepte su desdicha. Ustedes no desean que se rebele contra todo esto, ¿verdad? Pero cuando le pagan al pobre tan poco, teniendo ustedes tanto, es muy probable que eso suceda; entonces usan la palabra karma para fomentar la aceptación de la miseria en su vida.
¿Pero cuál es el significado del karma? ¿Aceptar las cosas como están? ¿Comprenden? ¿Acaso karma quiere decir aceptar las cosas sin cuestionarlas, sin una pizca de rebelión? Ésa es la actitud que todos tenemos. Así que ya ves cuán fácilmente ciertas palabras se vuelven una red en la que quedamos atrapados, porque no estamos realmente vivos. El verdadero significado de esa palabra karma no puede entenderse como una teoría; no pueden comprenderlo si dicen: "Eso es lo que afirma el Bhagavad Gita".
¿Saben?, la mente comparativa es la más estúpida de todas las mentes porque no reflexiona, sólo dice: "He leído el libro tal y tal y lo que usted dice es lo mismo". Quien dice esto ha dejado de pensar; cuando comparamos, ya no investigamos para descubrir lo verdadero, para descubrirlo sin tener en cuenta lo que puedan haber dicho algún libro o gurú en particular. Lo esencial, pues, es descartar a todas las autoridades e investigar, descubrir, no comparar. La comparación es el culto de la autoridad, es imitación, irreflexión. El comparar constituye la naturaleza misma de una mente que no está despierta para descubrir lo que es verdadero. Ustedes dicen: "Es así, es como lo que dijo el Buda", y piensan que de ese modo han resuelto sus problemas. Pero para descubrir realmente la verdad de cualquier cosa, uno tiene que ser extremadamente activo, vigoroso, tiene que confiar en sí mismo, y no podemos tener confianza en nosotros mismos mientras estemos pensando comparativamente. Por favor, escuchen esto. Si no confían en sí mismos, pierden todo poder de investigar y descubrir lo verdadero. Esa confianza en uno mismo trae cierta libertad en lo que descubrimos; y esa libertad nos es negada cuando estamos comparando.
Interlocutor: ¿Hay un elemento de miedo en el respeto?
K.: ¿Qué dices tú? Cuando muestras respeto hacia tu maestro, hacia tus padres, hacia tu gurú, y falta de respeto hacia tu sirviente; cuando pateas a los que no son importantes para ti y lames las botas a los que están por encima de ti, los funcionarios, los políticos, los encumbrados, ¿no hay en esto un elemento de miedo? De las personas importantes, del maestro, del examinador, del profesor, de tus padres, del político, del gerente de banco, esperas obtener alguna cosa; en consecuencia, eres respetuoso. ¿Pero qué pueden darte los pobres? Por lo tanto, los pasas por alto, los tratas con desprecio, ni siquiera sabes que están ahí cuando pasan junto a ti en la calle. No los miras, no te preocupa que tiriten de frío, que estén sucios y hambrientos. Pero a los personajes importantes, a los grandes del país les darás algo, aunque tengas muy poco, a fin de recibir más de sus favores. En esto hay definitivamente un elemento de miedo, ¿no es así? No hay amor. Si tuvieras amor en tu corazón, mostrarías respeto a aquéllos que no tienen nada y también a los que lo tienen todo; no sentirías miedo de los que tienen ni descuidarías a los que no tienen. El respeto con la esperanza de una recompensa es el resultado del miedo. En el amor no hay miedo.
EL ARTE DE VIVIR
J. Krishnamurti
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09 de Diciembre 2017