Abandono. Humildad. Simplicidad. I

“Es el corazón puro de niño que sabe abandonarse, en Nuestros brazos adormentarse”

Comentario

Programar la vida es una cosa esencial para poder vivirla plenamente.

Las exigencias de la vida cotidiana son múltiples.

Por lo tanto, si deseamos dar espacio a lo que es necesario para nuestro cuerpo, para el corazón, y para el Alma, es indispensable hacer una lista con las cosas que son prioritarias para nosotros, después de lo que la cotidianidad ya nos requiere.
Difícilmente logramos hacer siempre todo lo que deseamos o sentimos necesario para nosotros.

Esto sobre todo si estamos insertados en una sociedad del tipo occidental que exige una programación en todo, incluso a largo plazo.

Además, existen las exigencias de las personas que amamos, de la familia, de los amigos, etcétera.

Por lo tanto, inevitablemente, cada día nos vemos en la necesidad de tener que tomar decisiones.

A menudo ocurren imprevistos que cambian nuestros programas y nos llevan a vivir fuertes reacciones emotivas y un estrés inesperado.

Por esto no es fácil hablar de abandono en una vida tan ‘programada’.

Puede venir espontáneo por lo tanto pensar que sólo un modo de vida ‘alternativo’ (sin trabajo o fuera de la sociedad, etc.), puede permitir de vivir el ‘abandono’.

Los Ángeles nos ayudan a comprender que no es así, que el ‘abandono’ es un estado del corazón que permite al Alma de vivir su diseño, para nosotros desconocido, y que se puede vivir abandonados, más allá de la realidad que nos circunda.

‘Abandonarse’ significa permitir que suceda aquello que nuestra Alma ha elegido antes de iniciar este viaje.

Nos exige no obstaculizar esto tratando de vivir y de ser como queremos, tener lo que deseamos, pero escuchando lo que nuestra Alma nos pide.

Cuando era adolescente he recibido dos ofrendas bellísimas que me han ayudado tantísimo a vivir en este abandono.

Una ofrenda era la imagen de una pequeña barca a remos con una vela sutil, en medio del océano, con abajo una leyenda:

“Rema siempre con todas tus fuerzas, pero debes también saber dejar los remos cuando es necesario, para permitir a tu Alma de soplar la vela y conducirte hacia tu playa, porque sólo ella sabe dónde es.”

La otra ofrenda ha sido conocer la metáfora del campesino que es obligado a desviar el curso natural del agua, con tablones de madera, para conducirla hacia los prados que necesitan de ella.

El agua ‘ve’ aquellos tablones como obstáculos que le impide ir hacia dónde quisiera y no ciertamente como una ayuda para llegar donde puede vivir su función de agua: saciar la sed a quien lo necesita.

Sólo el campesino, como nuestra Alma, conoce el recorrido justo.

Por lo tanto, es necesario permitir a nuestra Alma de llevarnos por el camino correcto, y comprender que, a veces, lo que vemos como obstáculos, pueden ser, en cambio, ayudas para llegar a nuestra meta.

En mi vida he tenido muchas confirmaciones de esta metáfora.

Y cada vez que he aceptado serenamente el cerrarse de una puerta, luego se me abría un portón.

Para que esto suceda, uno no puede permanecer delante de la puerta tratándola de abrir a toda costa, es necesario continuar serenamente el camino.

Así que, ahora más que nunca estoy convencida de que:

‘Lo que viene, conviene...’

Esto incluso cuando no sé comprender lo que me ocurre, o no me parece una cosa buena para mí.

Estoy segura que, en todo caso, lo es para mí Alma, y que me conviene para llegar a mi meta.

He vivido mucho tiempo sola y he encontrado múltiples dificultades.

Por lo tanto, no me ha sido fácil aprender a comprender cuando tengo que dejar los remos en mi barca y permitir a mi Alma, a mis Ángeles, de soplar la vela, a menudo cambiando mi ruta, o si en ese momento se me exige insistir, luchar, aún con más fuerza.

No lo sabría comprender ni siquiera ahora si valorase la situación con la mente. Puedo ‘sentir’ en ese momento tengo que hacer, si escucho el corazón, si extiendo la mano a mis Ángeles, si dono a Ellos mi vida, si meto mi Alma delante de todo.

De esta manera no puedo equivocarme y mi corazón estará en paz, porque estoy segura de que mis Ángeles saben dónde conducirme, mi Alma conoce bien mi meta.

Y nada es más importante para mí que seguirla, que ser un medio para mis Ángeles.

El abandono es una conquista grande, y requiere mucha fuerza, coraje, determinación y constancia.

Sería necesario mucho tiempo para explicar aquello que puede ayudar a vivir abandonados y superar los obstáculos que se pueden encontrar.

Además, cada uno, llega al abandono con sus experiencias y sus tiempos.

El camino más simple es vivir la Esencia de Niños.

Los Niños no buscan el significado de aquello que viven, no piensan en el pasado, no programan el futuro, y viven intensamente el presente.

Cuando extienden la mano a quién los puede acompañar, no preguntan dónde están yendo, se encomiendan totalmente, con la certeza que quién los guía, los conducirá dónde tienen que ir y los protegerá en todo.

Con conciencia, podemos estar atentos a vivir siempre en la Luz y en el Amor, y, con responsabilidad, hacer todo lo que nos es posible.

Así podemos hacer como los niños: extender la mano a nuestro Ángel y abandonarnos serenos a Su guía, con la certeza de estar protegidos totalmente y de llegar a nuestra meta.

Con el corazón simple y cándido de niños, podemos sentir la voz del Alma, y así comprender si realmente estamos haciendo todo lo que nos compite, para dejar luego que todo ocurra.

Este equilibrio entre el hacer aquello que nos corresponde, y el permitir a nuestro Ángel de soplar sobre nuestra vela, entre el tener el coraje de cambiar las cosas que podemos cambiar y el aceptar las cosas que no podemos cambiar, nos lleva a vivir el verdadero abandono.

Sabremos así aceptar todo con serenidad, con la certeza que aquello que vivimos, es bueno para nosotros y nos ayuda a realizar el diseño de nuestra Alma.

Querida Alma Luminosa, por experiencia personal, puedo confirmar que esta conquista exige muchísimo, pero dona mucho, mucho más.

Viviendo en el abandono todo es más simple de vivir y de aceptar, las alegrías son continuas y cada vez más grandes, la paz del corazón es incesante.

Pregunta:

¿Qué es lo que puede ayudarme para aprender el abandono?

Respuesta:

“Meter el Alma delante de todo, elegir de vivir el diseño del Alma, extenderMe tu mano, segura de que te guiaré hacia dónde tu Alma ha elegido ir.

Puedes llevar Luz a cada parte tuya y volver luego a iluminar las partes que has ya iluminado, porque el crecimiento es continuo, el viaje no termina nunca.

Quitando los guijarros más grandes, se descubren aquellos más pequeños, quitando estos, se descubren los granos de arena.

Y para que todo fluya, es necesaria hacer esto con mucha alegría.

Piensa en un riachuelo de agua: primero inicia a fluir como riachuelo, luego se convierte en arroyo, luego en un río, poco a poco se vuelve cada vez más grande, y cuando entra en el mar, se convierte en mar, se convierte en olas que fluyen y que se dejan guiar.

Debes ser como el agua que corre sin conocer su recorrido, y se convierte en una ola que se deja guiar, sigue al Alma.

Al principio puedes encontrar dificultades, resistencias, pero llegará el momento en que la unión profunda con el Todo, te permitirá de fluir en el Todo, muy dulcemente.

Tu Alma te ha elegido el Gran Mar, Nuestro Mar, y puedes convertirte en agua, entrar en Nuestro Mar y convertirte en una ola. En ese momento todo será muy dulce, será maravilloso.

Cada día puedes alegrarte diciendo:

– Hoy puedo fluir mucho más que ayer, abandonarme más que ayer – .”

Pregunta:

Me es difícil aceptar lo que no comprendo.

Respuesta:

“Recuerda que es casi imposible comprender siempre todo de este viaje, comprender todo de la realidad que te rodea, comprender todos los motivos de las situaciones que ocurren. Por lo tanto, no permitas a tu mente de juzgar, clasificar, interpretar.

Si vives muchos momentos de silencio, puedes aprender a percibir el corazón, y en el corazón la voz del Alma. De esta manera sabrás aceptar serenamente también aquello no sabes comprender.

Ama todo lo que sucede, aunque no lo comprendes, vive con el entusiasmo incluso en la confusión de los acontecimientos.

Vive con responsabilidad, haz todo lo que sientas necesario para tu cuerpo, para tu corazón, para tu Alma.

PídeMe ayuda para comprender en dónde puedes todavía hacer algo, en dónde puedes cambiar algo, en dónde es necesario sólo aceptar.

Ama todo lo que te rodea, pero no te aferres a nada.

Vive intensamente todo lo que ocurre, pero no te agarres a nada, no retengas nada.

Alégrate por cada cosa que tengas, que vivas, ama cada cosa que ocurra.

Recuérdate de cantar, danzar, jugar.

Sé feliz por ser un Alma Luminosa, por poder vivir un viaje muy importante, por estar acompañada y protegida por Mí, por poder donar a quien encuentre tu Esencia.

Muchas veces llegan cosas incomprensibles para ayudarte a desapegarte de aquello que estás viviendo, de la realidad visible, para aprender a escuchar el sentir corazón, la voz del Alma.

A veces alrededor llega la confusión para ayudarte a entrar aún más dentro de ti, para empujarte a buscar todavía más el silencio.

No trates de comprender lo que es incomprensible. A menudo, la incomprensión, la confusión, son grandes ofrendas que permiten sentir todo sólo con el corazón, percibir todo con el Alma, vivir con el corazón, sintiéndose Alma.”

Pregunta:

Sé que es bueno seguir al corazón, pero a veces, siguiendo al corazón, me he apartado de mi Sendero, de mí misma...

Respuesta:

“Esto puede ocurrir cuando el corazón no está completamente sanado, hasta cuando existan las necesidades, hasta cuando se busquen satisfacciones fuera de uno mismo, hasta cuando se persigan las ilusiones, hasta cuando se deje espacio a la personalidad.

He aquí porque es bello y justo dejarse guiar por el corazón, pero a veces también puede ser peligroso.

Ahora puedes decir:

– Elijo de seguir mi Alma – .

Con humildad acepta que, a veces, por miedo, para querer retener seguridades, se pueden distorsionar las palabras del Alma, o no se la escucha.

Existe una llave para poder escuchar siempre el Alma y estar seguros de que lo que se siente son las palabras del Alma: no tener miedo a perder, a tener que dejar, a tener que modificar, y estar preparados para dejar, modificar, perder.

Si estamos preparados para esto, si hemos dejado ir toda la personalidad, si el corazón es cándido, podemos entender el lenguaje del Alma.”



Extraído del libro: Estoy a tu lado
Autora: Satya
Además de estos libros hemos publicado 22 pequeños-e-book:
http://www.suonidiluce.com/es/libros/libros/peque%C3%B1os-e-books/

http://www.trabajadoresdelaluz.com.ar
10 de Marzo 2017