Pregunta:
¿Cómo puedo aprender la
Humildad?
Respuesta:
“Siéntete una niña que todo
tiene que aprender, sabiendo que para aprender es indispensable la Humildad de
reconocer que no se sabe, sintiendo que existe siempre la necesidad de
aprender.
La niña es simple y no se
impone, mientras el ‘yo’ sí, y quiere siempre hablar...
Conmigo puedes aprender la
Humildad que deseas, la Humildad necesaria para tu camino.
– Siento que ahora estoy
aprendiendo cómo comportarme en esta cosa, en esta situación –.
Toda la vida es una gran
escuela, dónde los conocimientos, aprendidos primero del mundo, ya no pueden
tener espacio, porque todo el espacio es necesario para los conocimientos del
Alma.
Cuando hables, compórtate como
si estuvieras aprendiendo a hablar, así aprenderás el lenguaje de la Humildad,
aprenderás a comunicar con la Humildad.
Cuando haces algo, siente que
estás aprendiendo a hacer ese algo, así harás todo con Humildad.
Cuándo ayudes, siente que
estás haciéndolo para aprender el arte del ayudar.
Cuándo dones, siente que estás
entrenándote a donar para aprender el arte del donar.
Cuando recibes algo, siente
que estás aprendiendo el arte del recibir.
Y tanto se donar como recibir,
van siempre envueltos por la Humildad. Y así compórtate en todo y para todo.
Ahora comprendes que todo esto
requerirá mucha atención y un gran empeño, pero te donará mucho.
La atención y el empeño
tendrán que ser incesantes, en las pequeñas y grandes cosas. Así tu ‘yo’ no
podrá tener siquiera un pequeño espacio.
Recuerda que la mente nunca
podrá comprender como, cuando ofreces una ayuda, es quien recibe tu ayuda que
está enseñándote al arte de ayudar, y debe ser visto por lo tanto como un
enseñante que está enseñándote este arte. Pero tu corazón sí, y sentirá cuanto esto
es real.
Y así es cuando donas: quien
recibe está enseñándote al arte de donar.
Te repito, la mente no puede
comprender todo esto, pero si te sientes una niña en una escuela especial, en
una escuela de Luz, sentirás que es así.
Viviendo, recordando esto,
estarás siempre agradecida a quien te permite de aprender todo esto, a quién,
en realidad, es un medio para esto.
Y en todo, como siempre, Yo
estaré allí, junto a ti, para ayudarte, para contenerte, con Mi Amor.
Observa cuánto el ‘yo’ es un
castillo fortificado que parece inasible, pero cuánto en realidad es un
castillo de papel que basta una gota de Luz, un soplo de viento de Luz, para
que se derrumbe.
Ve de ello la ilusión, la
fragilidad. Observa dónde ello lleva, cuánto crea dolores, cuánto vuelve todas
las situaciones difíciles, incluso las más simples.
Y luego observa la Esencia del
niño, cuánto él crea siempre ocasiones para jugar, cuando todas las situaciones
vives como si fueran un juego.
Siente cuánto expresar el niño
nos hace libres, nos hace aprender realmente lo que cuenta, nos hace vivir como
realmente la vida debe ser vivida.
Y el niño todo hace
simplemente, con Humildad.
Esta Simplicidad, esta
Humildad, te llevará a irradiar Luz, a vivir en alegría, en paz.”
Pregunta:
No me es simple comprender
cuando tengo que aceptar una cosa con Humildad, o luchar con orgullo.
Respuesta:
“Ahora une, en tu corazón, el
significado de la palabra ‘luchar’ al significado de la palabra ‘rendirse’.
No digo que unas estas
palabras, porque quedarían tales, digo une en tu corazón su significado que
comprende la acción y la totalidad de la expresión.
Quizás sean necesarias muchas
batallas, sobre todo para desarmar el ‘yo’, la personalidad, que opacan el
Alma, opacan el corazón.
Pero muchas batallas pueden tu
Alma también haber elegido para confirmar tus conquistas, para sellar tus
victorias.
Por este siéntete siempre
preparada para vivir las batallas que encuentres. Alégrate por hacerlas, porque
con ellas confirmas tus conquistas, sellas tus victorias, manifiestas tu Luz.
Y siénteMe ininterrumpidamente
junto a ti.
Es así que te sentirás una
guerrera de la Luz, siempre lista a todo.
Puede existir la posibilidad
que algo ocurra donde no puedes luchar, dónde sólo te es requerido rendirte.
Allí es necesaria la Humildad y decir:
– Yo no puedo avanzar más –.
Y allí cedes tus ‘armas’ a Mí,
pide Mis ‘armas’, ven a Mis brazos, déjate envolver por la Luz, por mi Amor.”
“Y he aquí que la Humildad se
vuelve indispensable para desarmar el yo y todas las partes de la personalidad
que te alejan de tu Esencia, que te alejan de la Humildad que siempre acompaña
la Luz y el Amor.
Luego, aleja el ‘yo’ que en
todo quiere imponerse.
Esto es rendirse y confiarse a
la Luz.
Esto es aceptar la historia,
los acontecimientos, que permanecen todavía desconocidos para el diseño de la
propia Alma, recordando que el diseño del Alma lleva a que seamos cada vez más
luminosos, lleva a elevarse, a vencer.
Muchas cosas para el ‘yo’ son
pérdidas, derrotas, mientras que todo para el Alma son victorias, si se viven
de esta manera, también las aparentes derrotas.
Para aprender el arte de
rendirse es necesario entrenarse para rendirse a muchos partes del propio ‘yo’,
de la propia personalidad.
Esto no significa dejarse
dominar por estas partes, sino aceptar que existen, rindiéndose por lo tanto a
esta realidad.
No es fácil comprender cómo se
debe vencer sobre estas partes rindiéndose, pero es así: en el rendirse se
aceptan estas partes con Amor, con Humildad, y por lo tanto, luego, se actúa
con Amor y Humildad para vencer por encima de ellas.
Si esto deseas hacer, con
Humildad di:
– Deseo desarmar mi ‘yo’,
elijo desarmar aquello que lo refuerza, que lo hace revivir –.
Y aquí es necesaria la
Humildad total, continua, pero luego también luchar con determinación para
desarmar estas partes.
Es rendirse a la propia
historia, a la propia Alma, al propio diseño, a veces incomprensible.
Es rendirse al verse
completamente diferentes a como se pensaba de ser, de deber ser, de poder ser,
de cómo se deseaba ser, para amarse como uno es.
Es en este desarmar que
emergen las verdaderas flores, las flores más bellas que cada uno tiene en el
corazón, que cada uno ha traído de sus Antiguo, que cada uno tiene en el Alma.
Aquí es necesaria la Humildad
total, para estar bien atentos porque este rendirse es requerido continuamente,
porque esta batalla es requerida continuamente, porque desarmarse es un proceso
que continua.
Es solo cuando está atenta,
alerta, en cada momento, en cada situación, en cada acción, en cada expresión,
que todo se puede comprender, que se actúa dónde es necesario, que uno se rinde
dónde esto es requerido, y se sabe sonreír a todo.
El ‘yo’ no muere, está siempre
listo para volver más vital, para alimentarse, para hacerse sentir
indispensable. Si dejamos de alimentar el ‘yo’, éste permanece distante, y si
no le damos espacio, ya no puede emerger.
Permanece atenta y siempre
humilde viviendo tu historia.
Permanece siempre atente
incluso de quien muestra una gran Humildad, pero no es humilde.
Pero si estás atenta, será
fácil descubrir la diferencia entre la verdadera Humildad y la humildad que
esconde un ‘yo’ bien fuerte, bien grande.”
Pregunta:
¿Por qué la Humildad es tan
indispensable en el Camino del crecimiento?
Respuesta:
“La humildad es necesaria para
reconocer todas las partes que debemos modificar, para reconocer todas las
heridas que debemos sanar, para reconocer todo lo que hay que quitar, para
comprender todo lo que hay que dejar ir.
La humildad es indispensable
para todo iluminar, y en saber luego pedir ayuda para poder hacer todo esto.
La humildad es necesaria para
reconocer y aceptar la propia fragilidad, y así volverse fuertes, porque es en
el reconocer las propias debilidades que se llega a ser luego verdaderos guerreros
de Luz, invencibles.
La Humildad es indispensable
para reconocer los propios temores, y por lo tanto descubrir la gran fuerza y
el gran coraje del Alma.
La Humildad tiene que existir
cuando con coraje se quitan las máscaras creadas para protegerse, sintiendo
que, en realidad, impiden la expresión verdadera de la propia Esencia.
La Humildad hace cavar, con
las propias manos, en la tierra, entre el barro, y hallar así los propios
tesoros.
La Humildad hace tender la
mano, para permitir a otra mano de ayudar, y así permitirnos a Nosotros de
tomar ambas manos.
La Humildad lleva a pedir
ayuda serenamente, para saber luego ayudar, porque si humildemente se aceptan
ayudas, se sabrá luego humildemente donarlas.
La Humildad es indispensable
para dejar fluir todo, para vivir abandonados.
La Humildad es indispensable
en las luchas, en las batallas, en las conquistas, en las victorias.
Si con Humildad vives la
escuela de la vida, con Humildad siempre te sentirás una alumna en una escuela
luminosa. Te volverás así una gran maestra, permaneciendo igualmente siempre
una alumna.
Este es el camino de la Luz
que enseña la Humildad.
Esta es la Humildad que el
Camino de Luz requiere.
Vive con Humildad tus
grandezas y serás grande.
Vive con Humildad tu vida y de
la vida recibirás todo.
Vive con Humildad tu Esencia y
manifestarás tu grandeza, tu Luz.
Con Humildad dona y
conságrate, así recibirás todo, te volverás una ofrenda de Amor.
Con Humildad camina por tu
Sendero luminoso, y todo el diseño de tu Alma vivirás, a tu meta llegarás.
Con Humildad y simplicidad
ama, ayuda, acompaña, despierta, aprende, enseña y serás un Alma Luminosa que
dona Luz, Amor, que vive en la Luz, en el Amor.
Y así vivirás la más grande
elección, aquella de estar al servicio de la Luz, del Amor, con Humildad, con
Simplicidad.”
Pregunta:
¿Con esta Humildad también
puedo ayudar a mi compañero?
Respuesta:
“Sí.
Sientes que él tiene tu misma
fragilidad, sencillamente tú la has reconocido ahora, mientras que él teme de
reconocerla.
He aquí porque teme de
zambullirse hasta el final en la Luz del Camino elegido, teme de zambullirse
hasta el fondo de Nuestro mar.
Si acepta su fragilidad,
reconocerá muchas partes bellísimas de sí mismo, descubrirá aquello que es
necesario modificar, pero también su Esencia luminosa.
Cuando, con coraje, se aceptan
las partes que son necesarias modificar, se da espacio a las partes que nos
vuelven resplandecientes, luminosos, se manifiesta la propia Esencia.
Comparte con él tus temores
por descubrir partes de ti que no te gustan, por aceptar tu fragilidad.
Dile que todo lo bello que
está sucediendo en ti y las cosas bellas que te han llegado, es gracias al
haber reconocido y aceptado todo.
Sé consciente que cada uno
debe quitarse sus propios vestidos, tiene que abandonar las propias máscaras de
protección, tiene que cavar en la tierra con las propias manos, para hallar sus
propios tesoros.
Por lo tanto, compartir es una
gran ayuda, pero la ayuda se detiene allí si no se requiere luego algo más.
Ahora que comprendes que no
existen motivos para temer el tener que quitar las ropas que impiden a Nuestras
ropas ‘preciosas’ de llegar, ahora que sientes el cambio que está ocurriendo en
ti por todo lo que has aceptado, has elegido modificar, puedes comprender que
sólo haciendo esto se puede sentir la voz del Alma, que llama, que invita, que
empuja hacia la expresión de la propia Esencia.
Comparte con Amor, con
Humildad, con Simplicidad, y luego continúa con orgullo tu camino, con
seguridad continúa tu sanación, tu transformación, y sigue serena tu Alma que
está empujándote hacia una nueva realidad.
Así podrás siempre tender una
mano a él, como Yo la tiendo a ti, con la certeza que Nosotros siempre le
tenderemos una mano a él, si esto él nos pedirá.
Ahora puedes ver como todas
las heridas se pueden transformar en experiencias para ayudar luego, todos los
sufrimientos se pueden transformar en alegrías que donar luego, todos los pasos
dados pueden convertirse en seguridades que infundir luego.
En tu camino sé firme,
decidida, segura, y siempre muy humilde, simple, afectuosa.
Así expresarás toda tu
Esencia, y si él con Humildad reconocerá tus pasos, tus conquistas, comprenderá
que tus ayudas son grandes ofrendas, como tú has recibido ofrendas de quien
está ayudándote.
He aquí porque, una vez más,
son necesarias la firmeza, la seguridad, la fuerza, la certeza.
Así, como humildemente has aceptado
ayudas, ahora sabrás humildemente ayudar, dejando siempre totalmente libres.
Recuerda que quien no acepta
ir a la escuela, no puede llegar a ser un maestro de Luz.
Este es el Camino de la Luz
que enseña la vida: el verdadero Camino no enseña palabras.
Dile que Nosotros lo amamos
con los temores que trata de ocultar a sí mismo, porque para Nosotros sois
todos niños que juegan a la vida, y, con alegría, os ayudamos a convertiros en
niños que saben vivir jugando.”
Pregunta:
¿En qué consiste vivir de
manera simple?
Respuesta:
“La verdadera Simplicidad es
la Simplicidad del Alma, la Simplicidad del corazón.
Una persona puede vivir sólo
de pan, poseer un solo vestido, hablar de Humildad, de Simplicidad y aun así
estar muy lejos de la humildad, de la Simplicidad.
Una persona puede tener
vestidos preciosos, puede poseer muchas cosas, y ser simple, humilde.
La Simplicidad está en el
corazón, en el Alma, y sólo con el corazón, con el Alma, debe ser vivida.
Es ser desapegado de las
cosas: si éstas existen, estamos felices y agradecidos por tenerlas, con
alegría se disfrutan totalmente.
Si no existen, estamos felices
y agradecidos igualmente, y sonreímos igualmente.
La Simplicidad es saber gustar
un pan como un alimento refinado.
La Simplicidad es alimentar
ante todo el Alma.
La Simplicidad es tener un
corazón realmente humilde, cándido.
Es estar apartados del mundo,
aun caminando por el mundo.
Es saber disfrutar del canto
de los pájaros, de la briza de la mañana, de las estrellas, de la tierra, del
sol.
Es saber escuchar en silencio,
y gozar de la música de la Naturaleza.
Es estar solos y no sentirse
solos jamás.
La Simplicidad es comunicar las
grandes cosas con el lenguaje de los niños, con el lenguaje del corazón y del
Alma.
La Simplicidad es saber ser
niños, vivir como niños.”
Comentario
Alma Luminosa, seguramente has
ya tenido manera de constatar cuánto en el mundo la humildad y la Simplicidad
no son siempre apreciadas, y pocas veces se les da el gran valor que en
realidad tienen.
Frecuentemente se confunde
humildad y Simplicidad con otras cosas totalmente diferentes.
A menudo se teme de vivirlas,
aunque si en el corazón se aprecian, porque están muy lejos de lo que la
sociedad considera importante, vital, de valor.
A veces, cuando las
expresamos, alguien trata de abrumarnos, y así nos parece que, para sobrevivir
y defendernos en el ambiente en que vivimos, no podemos expresarlas.
En parte todo esto es verdad,
pero si tenemos el coraje de vivirlas serenamente, con la sonrisa, sin
importarnos de las ventajas o de las desventajas, sólo con la alegría de poder
vivir como creemos que justo para nosotros, se puede ser humildes siempre, con
cualquier persona, se puede vivir simplemente en cualquier lugar.
Esto porque la humildad no
impide la dignidad y la Simplicidad está sobre todo en el corazón, en nuestro
interior.
La verdadera Humildad, la
verdadera Simplicidad, son grandes conquistas que requieren mucha fuerza. Son
victorias sobre nuestro ego, sobre nuestra personalidad, que requieren gran
voluntad, constancia, tenacidad y coraje.
La expresión de la Humildad y
la Simplicidad requiere un equilibrio no fácil que alcanzar, si se elige de
caminar en el mundo dejando libre nuestra Alma, respetando la libertad y las
elecciones de los otros.
Mucho más simple sería vivir
en la Simplicidad y en la Humildad, caminar por un Sendero de Luz, apartándonos
del mundo.
Vivir en el mundo y dejar
siempre libre nuestra Alma, requiere una elección continua, una atención
constante, el valor de los guerreros, para dejar ir todo lo que aparentemente
da ventajas, seguridades, prestigio y poder.
Pero la gran conquista es
caminar libres por el mundo como Almas Luminosas, sólo siguiendo el llamado del
Alma, sintiendo de no pertenecer a este mundo.
Siempre en el despertar y a lo
largo del Camino del crecimiento, existe el peligro de dar espacio a nuestro
ego, dándole una expresión espiritual.
El ego nos hace sentir
‘despertados’, ver a los otros como los ‘dormidos’, nos hace sentir mejores de
quien está cerca, nos hace creer de conocer la realidad, de poseer la verdad.
Si no hacemos esto con la
Humildad y con Simplicidad, el ego puede volverse todavía más grande,
haciéndonos sentir importantes cuando donamos nuestros conocimientos, nuestras
experiencias, nuestras ayudas, a quien encontramos.
Todo esto porque el ego se
vuelve cada vez más astuto, y, con tal de quedarse, se esconde incluso detrás
de una intención de Amor, de acciones de ayuda, de expresiones de Luz.
He aquí porque, en el Camino
del crecimiento, es indispensable acompañar cada expresión de la propia
Esencia, cada acción, cada ayuda, cada ofrenda, con Humildad profunda,
incesante, con total Simplicidad.
Extraído del libro: Estoy a tu lado
Autora: Satya
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Autora: Satya
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20 de Marzo 2017