Satya - Temor de abrir el corazón, de compartir.


Comentario

A menudo, cuando se inicia a abrir el corazón, nace un gran temor y, a veces, uno se siente ‘morir’...
En realidad existe la muerte de algo, o de una parte de nosotros, y se puede sentir que está llegando la ‘muerte’ de nuestro ‘ego’, de nuestra personalidad.
Ésta es la vida, éste es el ciclo de todo ser viviente.
Cuando la flor inicia a florecer, muere su pimpollo. 
Cuando el fruto inicia a tomar forma, muere la flor. 
Cuando nace un nuevo día, muere la noche. 
Cuando inicia la primavera, muere el invierno.

Si pensamos en este ciclo natural de todo, no tememos más a la muerte, sólo la vemos como una transformación, sentimos que lo que está ocurriendo es sólo una sucesión de diferentes expresiones de la vida. 

He aquí porque se dice que quien vive en el terror de morir, en realidad no vive.
Desde pequeños hemos sentido hablar de la muerte como el mal peor.
Difícilmente sentimos decir que la muerte del cuerpo permite al Alma la libertad de volar y de volver a Casa. 
Podemos aprender a ver a la muerte de manera nueva y a recibirla en nuestra vida de manera diferente: no más como una enemiga, sino como una amiga que permite la transformación, la conclusión, la libertad. 

Si escuchamos cuánto relatan la experiencia del coma, sentimos sólo hablar de paz, de libertad, de ligereza, de alegría, de Luz. 
A menudo las personas que han tenido esta experiencia, han conocido una felicidad tan grande que luego añoran aquello que han experimentado, y con dificultad superan la añoranza de no haber podido ir más allá. 
Esta añoranza se puede desarmar pensando que la tarea elegida por el Alma todavía no había terminado, y que ese momento maravilloso volverá.
Si aprendemos a ver la muerte como parte de la vida, como una amiga que dona la libertad de volver a Casa, para vivir en la alegría y en el Amor, ya no temeremos a la ‘muerte’ de algunas de nuestras partes, de nuestro ‘ego’, de nuestra personalidad.
Todo lo contrario, cuando esto ocurra, sonreiremos, recordando que no son más que prisiones, y sentiremos la alegría de la libertad.


Pregunta:

Siento mucho miedo a abrirme con cualquier persona…

Respuesta:

“Sonríele a este miedo tuyo y juntos observemos la realidad. 
Cuando se tiene dificultad de abrir el corazón, puede existir el temor a que luego venga evidenciado algo que se considera pueda quitar luminosidad a la imagen, mientras la Niña interior desea todavía los elogios, desea sentirse decir que es buena y bonita.
Este es un temor que viene de la mente, o de un algo experimentado en el pasado o en lo Antiguo, dónde un juicio ha creado heridas y sufrimientos.
Y este temor es aumentado por la concientización de que ahora tienes partes tuyas que iluminar, que dejar ir, que transformar.

Es como ser niños en la escuela y saber de tener en el bolsillo los juegos que no se llevan a escuela, o de haber actuado como la maestra muy bien había explicado que no se tenía que actuar.
El alumno sabe de los juegos que esconde, de las acciones llevadas a cabo, de los pensamientos de rechazo que tiene hacia la maestra, no sólo hacia la escuela.
Por ello teme de dar vuelta los bolsillos, teme que alguien descubra sus acciones, o intuya sus pensamientos.

Recuerda que estos temores siempre nacen de la mente, entonces tú escucha sólo a tu corazón.
Siente Mi Amor y el Amor que existe a tu alrededor.
Piensa en el Amor que seguiré donándote, a cuanto siempre te acepto como eres, con todos los juegos que tienes en los bolsillos, con las acciones no luminosas llevadas a cabo, con tus pensamientos no siempre luminosos, y te tomo en brazos con inmenso Amor.

Todo esto tranquilizará tu corazón porque te sentirás siempre amada y aceptada como eres.
Y siéntete libre de compartir lo que deseas, cuándo y cómo quieras.
En el momento en que lo harás, en la total confianza de ser aceptada, amada y no juzgada, todo será simple, ocurrirá en serenidad, y disfrutarás de todo lo que el compartir y la abertura del corazón donan, llevan a ser, permiten de vivir.
Y tu corazón ya no tendrá ningún temor, sólo ganas de cantar.”


* Temor del trabajo interior, de todo aquello que el crecimiento requiere

Comentario

Si las disonancias del cuerpo, del corazón, de la mente, están unidas a nuestra evolución, a nuestro crecimiento, también lo son las sanaciones, y siempre implican al Alma.
Aquí, sobre el Planeta Tierra, cada crecimiento, cada evolución espiritual, se desarrolla incluso a través del sufrimiento. 
A menudo ocurre con la ‘muerte’ de algunas nuestras partes, con la ‘muerte’ del ‘ego’ y de la personalidad.

Por ello es necesario abrir las puertas del corazón, y estar siempre preparados para deponer las armas que la mente crea para luchar con sus miedos.
A menudo existe el temor de seguir al Alma, sintiendo que haciendo esto se pueden crear cambios en la vida.
Sientes que también tú cambiarás, que no podrás estar ‘quieta’, que la transformación ocurrirá de muchas maneras, y en lugares diferentes.

Pero esta continua inseguridad es la ofrenda más bonita que el Alma puede hacerte.
Cuando descubrirás de ello la belleza, agradecerás a tu Alma y a todo lo que ha contribuido a quitar raíces, apoyos, lazos, a cambiar tu vida y a ti.
Un día olvidarás la idea de tener necesidad de puntos de apoyos, de seguridades, y vivirás la excitación de la aventura, la emoción de ser una nube transportada por el viento en la inmensidad del cielo.

La mente sabe que no puede seguirte cuando vas dentro de ti, cuando vas a examinar todo lo que existe en lo más profundo de tu interior, y entonces crea en continuación muchos temores y obstáculos para retardar o impedir este viaje interior.
Cuando sientes que existe la llamada del Alma, sonríe a la mente, y en ese momento haz con alegría lo que el Alma está pidiéndote, está llevándote a comprender.
El futuro siempre es una vía de escape, una excusa para concederse pausas, para postergar.
Es solo en el instante presente que todo se cumple y se supera, que todo puede ocurrir.


Pregunta:

Siento cada vez más fuerte el estímulo para iniciar el viaje hacia la introspección, pero un gran temor me está paralizando

Respuesta:

“Tienes miedo de zapar el terreno mientras tu Alma está empujándote con insistencia para hacer esto.
Los ‘Corazones’ que han conocido heridas, sufrimientos, privaciones, sepultan a menudo todo eso para poder seguir viviendo y continuar.
Es por ello que se tiene miedo de tomar la zapa en mano y cavar demasiado en el propio terreno.

Pero cuando el Alma ha elegido de arar ese terreno, de cerrar todas las heridas del pasado o del Antiguo, sigue pidiendo.
No temas nada y todavía confía aún más en tu Alma, porque ella te conducirá por los senderos correctos hacia la meta elegida, hacia las Altas Cumbres.
Abandónate con serenidad. 

No mires lo que has dejado, lo que has abandonado o estás a punto de abandonar, lo que sientes que deberás dejar: sencillamente abandónate a tu Alma y permíteMe tomarte entre mis brazos.
Así desaparecerán los miedos y sólo verás la Luz hacia la cual tu Alma está llevándote, sentirás Mi protección, el calor de Mis brazos, la alegría del Amor que te consagro.
Permanece atenta, no permitas a tu mente de retener de ninguna manera a tu Alma con pensamientos, dudas y temores.
Abandónate, y la mente en el abandono no podrá seguirte…”


“... Tu Alma ha elegido de hacer florecer dentro de ti un bonito jardín.
Cualquier jardín antes de recibir las semillas de las flores necesita ser arado. 
Si ese terreno hace muchos años que no es cultivado, seguramente existirán muchas malezas que quitar, muchas piedras que extraer, no bastará con excavar una vez, será necesario excavar muchas veces.

Excavando se rompe parte del terreno, terrón tras terrón, pero este es el único modo para hacerlo fértil, para permitir a Mis semillas, a tus semillas antiguas de brotar.
Saborea desde ahora la alegría que tendrás observando tu bonito jardín florido. Un tiempo, quién en los campos andaba, cantaba mucho, porque así el trabajo resultaba menos duro.
Entre cantos, risotadas, juegos, olvidaban la fatiga del cuerpo, el miedo al mañana.

Haz esto también tú: canta, ríe, juega, y no sentirás la fatiga de preparar el terreno, y así ello se transformará de prisa en un jardín florido.
Y cantando, riendo, jugando, olvidarás cada temor.”


* Temor a lo no comprensible, a lo no visible

“... Si tienes temor de percibir, de sentir o de ver lo invisible, di: 
– Estoy temiendo a la felicidad, al éxtasis – .
LlámaMe a tu lado y pídeMe de envolverte con la Luz.
Esto calmará todo dentro de ti, porque sentirás que cuando existe la Luz, las sombras no pueden hacerse sentir, ni pueden aparecer.

Cuando hagas silencio lleva las manos al corazón y llama dentro de ti a la Luz, llámaMe a tu lado y pídeMe de envolverte con la Luz, de protegerte con Mi Amor.
Sentirás que todo lo que percibes y no logras ver, lo que sientes pero no logras comprender, es una sólo expresión de la Luz.
Haz esto cada vez que percibas algo que no logras ver: así nunca existirá espacio para las sombras, sólo para la Luz.

Actúa siempre así, incluso cuando ocurra algo que no logres comprender, motivar, y luego, simplemente alégrate, porque detrás indudablemente se esconde una ofrenda para ti, para tu Alma.
Si insistes y pretendes comprender, permites a tu mente de crear una irrealidad, de separar, y en la división todo desaparece.”


“... Es solo la mente que tiene miedo a lo no comprensible, a lo no visible.
Escucha el corazón y sentirás que es feliz de vivir en la aventura, desea recorrer senderos inexplorados, ama la libertad de la inseguridad, se alegra por aquello que siente y que tú no logras ver o explicar.

Si prestas atención al corazón, sientes que nunca está del todo satisfecho: ama el movimiento y quiere seguir buscando.
Esto ocurre cuando el corazón está totalmente sanado y está dando las manos al Alma, porque el Alma es una gran aventurera, ha elegido de vivir aventuras inimaginables y mágicas.
El corazón sanado sigue al Alma, y hace que te alegres por tu continuo ir sin conocer la meta, con la certeza de que el Alma a ella te hará llegar.”


* Deshacer las dudas y las dificultades

Comentario

La duda es fruto del miedo que la mente crea. 
Tiene raíces en el deseo de protegerse, de crear seguridades, de evitar cambios, de asumirse responsabilidades.
La duda es una defensa, pero en realidad no nos defiende, más bien, nos encarcela.

Dando espacio a la duda no se vive lo que el Alma ha elegido, se impide la llegada de ofrendas inimaginables.
Cuando se sigue al Alma no existe la necesidad de defenderse, sólo de abandonarse confiados.
Y la confianza es el fruto del Amor y del Credo, lleva ser valientes.
Las dudas y los temores nacen de la mente; la confianza, el Amor, el Credo, son flores del corazón.


Pregunta:

¿Quién o qué puede ayudarme a desarmar los pensamientos y las dudas que me crean muchas dificultades?

Respuesta:

“La Luz, naturalmente, vivir cotidianamente en la Luz, dar los pasos necesarios y cumplir las acciones en la Luz.
Si caminas en la Luz, amarás todo lo que encuentres en tu camino.
Si tu mirada está en la Luz, sentirás el deseo de dejar ir costumbres, esquemas, y sentirás el deseo de calmar tu sed en las fuentes de la Luz, de alimentarte en las fuentes del Amor.

Esto te llevará al entusiasmo y la alegría que quitará espacio y tiempo a las dudas, a los pensamientos, a los temores.
Cuando un pensamiento negativo, una duda, un temor, una intención no luminosa, vuelven a surgir, tú actúa con la Luz, camina hacia la Luz, pídeMe de ayudarte: todo se disolverá y se desvanecerá.
Haciendo esto quitarás espacio y tiempo a las dudas, a los pensamientos, a todo lo que la mente crea, no alimentarás más a la mente que así se alejará.

No busques con ansiedad quién pueda ayudarte, piensa que todos pueden acompañarte en tus pasos, en tus acciones.
Extiende tu mano no pensando en que tienes que pedir ayuda, hazlo con la alegría de permitir a alguien de ayudarte, de contenerte, de acompañarte. 
Y siempre en tu camino encontrarás a alguien que te extenderá su mano para ayudarte y acompañarte, encontrará siempre algo que te ayudará.

Sé consciente que en realidad tienes los medios y la fuerza para hacer el viaje incluso sola. 
Pero si viajas sola no puedes vivir la alegría de encontrar a los viajantes que tienen tu misma meta, y de caminar juntos.
Mientras, tendiendo la mano, harás crecer la humildad que existe en el pedir y el entusiasmo en donar, porque también tú apretarás manos que se tienden para pedir una ayuda, para caminar juntos.”



Extraído del libro: Sanarse y ayudar a sanar
Autora: Satya, redactora de la gran familia de hermandadblanca.org
Además de estos libros hemos publicado 22 pequeños-e-book:




http://www.trabajadoresdelaluz.com
27 de Noviembre 2017