Seth - Gracia, Conciencia y la Experiencia diaria.

Hasta el momento me he referido con frecuencia al estado de gracia porque, aunque tiene muchas dimensiones, es, a efectos prácticos, la causa de vuestra sensación de bienestar y plenitud. Es un estado de la existencia. Cada uno de vosotros puede interpretar lo siguiente a su manera, pero a menudo parece como si la conciencia os indicara que estáis «fuera del estado de gracia», y que ya no os sustenta ese sentido de apoyo interno, misterioso y dichoso.

Por desgracia, la conciencia tal como la concebís es una guía poco fiable, ya que os habla por boca de madres y padres, maestros y sacerdotes, todos desde el lejano pasado, y cada uno con sus propias ideas sobre lo que era bueno y malo para vosotros y para la humanidad en conjunto.

Por supuesto, estas personas no eran, ni son, infalibles. De niños, los adultos os parecen dioses. Sus palabras tienen un gran peso porque básicamente dependéis de su apoyo. Durante la infancia es necesario aceptar creencias de los demás antes de que la mente consciente pueda formarse las propias.

Así pues, aceptáis los conceptos por vuestras propias razones. Estas creencias dadas representan el tejido espiritual y mental de ideas; la materia prima, por así decirlo, con que tenéis que trabajar. Durante la adolescencia se abandonan fácilmente ciertas creencias, o se alteran para que se adapten a la estructura particular de la experiencia en expansión. Pero otras creencias permanecen, quizá con algunos elementos modificados. Las creencias pueden revisarse para adaptarlas a vuestra nueva imagen, por ejemplo, mientras que la estructura principal sigue siendo la misma.

Consideremos la idea del pecado original, las diversas formas que puede adoptar dentro del conjunto de ideas, y el modo en que éstas afectan a vuestra conducta y experiencia.

Este concepto existió mucho antes del inicio del cristianismo, y se explicó de diversas formas a lo largo de los siglos en las diferentes civilizaciones. Desde la perspectiva de la conciencia, es como un cuento que representa simbólicamente el nacimiento de la mente consciente en la especie como conjunto, y el surgimiento de la propia responsabilidad. También representa la separación del ser que percibe -y por tanto juzga y valora- del objeto que se percibe y evalúa. Representa el surgimiento de la mente consciente y del ser con fuerte orientación individual, a partir de ese ser básico del que procede toda la conciencia.

Retrata a la nueva conciencia que se ve como única y separada, como una evolución del árbol de la vida y por tanto capaz de examinar sus frutos, de verse por primera vez como distinta de los demás, como la serpiente que se desliza sobre la superficie de la tierra. El hombre hizo su aparición como una criatura de elecciones. Al hacerlo así se separó intencionalmente, según "vuestras" palabras, del resto del planeta. Una parte de él anhelaba, naturalmente, "esa primitiva ignorancia" conocedora que tuvo que abandonar, donde todo estaba dado, pues no hacían falta ni juicios ni distinciones, y todas las responsabilidades estaban preestablecidas biológica mente.

Se vio a sí mismo erigiéndose por encima de la serpiente, que era un símbolo del conocimiento inconsciente. Pero la serpiente siempre desconcertó y atrajo al hombre, a pesar de que debía vencerla y elevarse a partir de su conocimiento.

Con el nacimiento de esta conciencia nació la responsabilidad consciente sobre los frutos del planeta. El hombre se convirtió en su guardián.

Éste es el fin del dictado. Podéis incluir o no en el libro, como queráis, lo que sigue a continuación.


Hace un par de meses, un amigo nuestro sufrió unos fuertes dolores de muelas y mandíbula -lo que le hizo perder peso- por las razones que se dan a continuación.


Tan pronto como tu amigo empezó a leer un libro sobre alimentos naturales, tuvo -o se proporcionó- un ejemplo excelente de la forma en que funcionan las creencias. Si ahora se da cuenta de ello, la experiencia puede resultarle de inestimable valor.

Si ciertos alimentos son "buenos", entonces otros deben ser malos. Si sufría algún síntoma después de comer ciertos alimentos, los evitaba. Antes de leer el libro nunca se le habría pasado por la cabeza hacerlo.

El rechazo de ciertas comidas, por tanto, se convirtió en un símbolo para evitar ciertas creencias, de modo que durante un tiempo no afrontó sus creencias ni ingirió ciertos alimentos. Esto es algo muy común en muchas personas que siguen con regularidad métodos similares. En el caso de tu amigo, la comprensión de que sí "puede" comer esos alimentos significa que entiende que "puede" hallar esas creencias en sí mismo, como está empezando a hacer. Su rechazo de los alimentos durante todo este tiempo era un símbolo de que aún no estaba afrontando sus creencias. Con cada «triunfo» ahora -y ha habido varios gracias a tu ayuda y la de Ruburt se demuestra a sí mismo que lo importante son las creencias y no los alimentos, lo cual refuerza su independencia y libertad.

Ha leído otro libro sobre cómo los masajes en los pies afectan a los reflejos del cuerpo. Pues bien, el trato natural que se le da al cuerpo durante esta «terapia» es muy beneficioso porque se respeta al cuerpo sin hacer el habitual juicio de valor sobre si algo es bueno o malo, propio de los libros de alimentación.

Más adelante hablaremos de los alimentos sanos. Cuanto menos "contaminada" esté vuestra comida, por ejemplo, mejor os sentiréis, pero no si creéis que el cuerpo en su sabiduría no puede asimilar los alimentos comunes que le suministráis. El masaje natural es de gran valor, especialmente cuando se realiza con fines terapéuticos, pero no "soluciona" problemas internos. No es en sí mismo una respuesta, si bien puede ayudar con la momentánea relajación que induce.

Los reflejos antes mencionados sí que existen. Si se mantiene una actitud interna adecuada, dicho masaje puede resultar de gran valor pues familiariza al cuerpo con esas sensaciones de relajación que la mente le ha negado, y puede ser un proceso de aprendizaje excelente.



Extracto de Habla Seth III
A través de Jane Roberts




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06 de Noviembre 2017