La constante creación del cuerpo físico. I

Mientras Jane descansaba un poco antes de la cena, recibió las últimas tres palabras del título de este libro: Habla Seth III: La naturaleza de la realidad personal. Véanse las notas al final del prólogo de Seth, que recibimos durante la sesión 609 del 10 de abril de 1972.

Buenas noches.

Pasaremos a comentar la relación existente entre el ser interior, vuestras creencias conscientes y vuestra creación física más íntima: vuestra imagen humana.

Fin del capítulo cuatro.

5. LA CONSTANTE CREACIÓN DEL CUERPO FÍSICO

Tal como se mencionó en el capítulo anterior, la mente consciente es un fragmento del ser interior, la parte que aflora a la superficie, por así decirlo, y que conoce la realidad física más o menos directamente.

Dado que ahora estáis orientados físicamente y os ocupáis principalmente de la materialización corpórea de la realidad interna, la mente consciente posee toda la información necesaria para una vida diaria eficaz y su acceso es fácil. Aquella información que no se aplica directamente a lo que consideráis vuestra realidad física en un «momento» determinado no se retiene en la conciencia.

Pero, tan pronto como surge la necesidad de tales datos -ayuda, información o conocimiento-, acuden de inmediato a menos que vuestras creencias conscientes generen una barrera. En la vida física se necesita esta capacidad de la mente consciente de enfocarse con gran precisión y concentración. Gracias a esta capacidad selectiva podéis «sintonizar» con toda la gama particular de actividades físicas.

A su modo, los animales también poseen esta conciencia selectiva. También ellos centran su atención en direcciones muy específicas, de modo que, del vasto campo general de percepción, captan los estímulos que «reconocen» y los incorporan de una forma organizada.

Es la mente consciente de los animales, conectada con su cerebro físico, la que hace posible esa necesaria selección. Sin ella se produciría un efecto de «desenfoque» que convertiría la supervivencia física en algo imposible, y es por ello por lo que ciertos fragmentos del ser interior afloran a la superficie del ser.

Como en la vida la mente "está" conectada al cerebro y al organismo físico, se sintoniza automáticamente con la realidad corpórea y, hasta cierto punto, hace caso omiso de la información no física que existe en cualquier campo dado de percepción. Sencillamente, no la deja entrar dentro de sus percepciones organizadoras, es decir, no la toma en cuenta.

Repito que esto es bastante necesario. Hay cierta información y datos que no corresponden a la realidad física. Parte de ella es percibida por «entidades no físicas», quienes la organizan dentro de su sistema de realidad, donde sí que tiene significado, pero de eso no nos ocuparemos aquí.

Mientras estáis en un cuerpo físico, siempre os concentráis en ciertos datos y excluís otros. En otros tipos de realidad se puede hacer caso omiso del sistema físico y concentrarse en cambio en otros sistemas de existencia que no están reconocidos dentro de la vuestra.

En vuestra vida actual, la mente consciente evalúa la realidad física, y tiene tras ella toda la energía, el poder y la capacidad del ser interior a su disposición. Puede acceder a cualquier información que necesite. Su labor es valorar esa realidad de forma eficiente utilizando ese enfoque tan preciso que mencionábamos. Por su naturaleza, la conciencia o la mente consciente nunca se ve abrumada por un exceso de detalles, por demasiada información, ya que el ser interior le envía sólo la información que pide o que cree necesaria. 

Así pues, en gran medida las creencias conscientes se ocupan de liberar este tipo de datos internos, o bien de inhibirlos.

La mente consciente se desarrolla y se expande. No es un objeto. Aprende mediante la experiencia y los efectos de su comportamiento. El ser interior produce cualquier resultado que la mente consciente desea. Eso no significa que la mente consciente permanezca ociosa, ni que el ser interior aísle de sus propias fuentes. Puesto que la mente consciente es una parte del ser interior, está obviamente compuesta de la misma energía, la colma la misma vitalidad, y la revitalizan las profundas fuentes de creatividad de donde surge todo ser.

Debéis comprender que la mente no está aislada del ser interior. Éste conserva el cuerpo físico vivo incluso mientras le da forma. La milagrosa traducción constante de espíritu en carne se lleva a cabo con una energía inagotable por parte de esos fragmentos internos del ser, pero el ser interior confía a la mente consciente la valoración del estado y la realidad del cuerpo, y da forma a la imagen del cuerpo en consonancia con las creencias conscientes de la mente.

Así pues -repito-, dais forma a vuestra realidad mediante vuestras creencias, y vuestra producción más íntima es vuestro cuerpo físico. Vuestras creencias acerca de él se convierten constantemente en datos internos. Para dar forma al cuerpo, organizáis a nivel inconsciente los átomos y las moléculas que componen las células, pero el anteproyecto lo elaboran vuestras creencias conscientes. Para cambiar el cuerpo debéis cambiar las creencias, incluso ante datos físicos o pruebas que están en desacuerdo.

Cada uno de vosotros tiene un cuerpo y una conciencia. Podéis poner en práctica estas ideas aplicándolas al cuerpo. Por ahora consideremos que, en términos generales, no vais a crecer un metro y medio más si ya sois adultos formados, ya que hay ciertas leyes físicas que debéis acatar. Hablaremos de ello con más detalle posteriormente.

Pero sí que podéis "parecer" más altos, y afectar a los demás como si lo fuerais, que habitualmente es lo que deseáis. Pero, con ciertas restricciones que veremos más adelante, podéis volveros saludables si sois enfermizos, delgados si estáis gruesos, ganar peso si así lo queréis, o alterar vuestra imagen física de forma bastante radical mediante el empleo de vuestras ideas y creencias.

Estas forman el anteproyecto en virtud del cual creáis vuestro cuerpo, tanto si sois conscientes de ello como si no. El cuerpo es una creación artística, formada y conservada constantemente de un modo inconsciente, pero totalmente en consonancia con vuestras creencias sobre qué y quiénes sois.

Constantemente os hacéis sugerencias sobre vuestro cuerpo y vuestra buena o mala salud. Así pues, pensáis a menudo en vuestro cuerpo, y enviáis al ser interior un aluvión de creencias e instrucciones que afectan a vuestra imagen física.

Tal como ya mencioné anteriormente, los pensamientos poseen una realidad vital muy definida. Las creencias son pensamientos acerca de la naturaleza de vuestra realidad, reforzados por la imaginación y la emoción.

Ahora bien, los pensamientos en general poseen una realidad electromagnética y, lo sepáis o no, también tienen un valor de "sonido" interno.

Conocéis la importancia del sonido exterior. Se utiliza como método de comunicación, pero también es una consecuencia de muchos otros sucesos, y afecta el entorno físico. Lo mismo puede decirse sobre lo que llamaré "el sonido interno", el sonido de vuestros pensamientos dentro de la cabeza. No me refiero aquí a ruidos corporales, a pesar de que a menudo también sois ajenos a ellos.

Los sonidos internos tienen un efecto en el cuerpo aún mayor que los exteriores, ya que afectan a los átomos y moléculas que componen las células. En muchos aspectos, sería cierto afirmar que "habláis mediante el cuerpo", pero ese hablar es interior.

El mismo tipo de sonido construyó las pirámides, pero era un sonido que vuestros oídos físicos no podrían oír. Ese sonido interno da forma a vuestra estructura ósea y vuestra carne. El sonido está conectado con las palabras mentales que empleáis al pensar, pero separado de ellas.

Pausa a las 11.05. En meses pasados, Seth dedicó algunas sesiones a explicar los significados y usos del sonido interno y externo. El material era nuevo para nosotros, e incluía información sobre el uso que hicieron los egipcios del sonido «inaudible» que facilitó la construcción de las pirámides; según Seth, los romanos también utilizaron este sonido para erigir la enorme e impresionante ciudad de Heliópolis en Baal-bek, en lo que actualmente es el Líbano. Véase la continuación de estas notas al final de la sesión.

No importa en qué idioma os dirijáis a vosotros mismos, por ejemplo. El sonido se forma en virtud de la intención, y -dicho en términos sencillos- la misma intención tiene el mismo efecto sonoro en el cuerpo, al margen de las palabras utilizadas.

Pero normalmente pensáis en vuestra propia lengua, y por tanto en la práctica las palabras y la intención se entremezclan. A efectos prácticos, ambas "son" una. Cuando decís: «Estoy cansado», mentalmente no sólo os estáis dando mensajes silenciosos -y digo «mensajes» en vez de «mensaje» porque la afirmación general se descompone en distintas partes, ya que son muchas las partes del cuerpo que deben verse afectadas antes de que os sintáis cansados-, sino que además el sonido interno de los mensajes afecta automáticamente al cuerpo justo de esta manera.

¿Qué deberíais hacer, por tanto, si os sentís cansados? Esta es una valoración consciente de la realidad de vuestro cuerpo en cierto momento. Como queréis cambiarla, no la reforzáis. En lugar de ello le decís mentalmente al cuerpo que puede empezar a descansar y renovarse. Dais por sentada vuestra valoración inicial, de modo que, sin necesidad de reafirmarla, sugerís que se ponga en práctica el remedio.

Si las condiciones lo permiten, podéis descansar físicamente tumbándoos o efectuando los ajustes que os parezcan apropiados. Si esto no es posible, os pueden beneficiar la sugerencia de que el cuerpo puede renovarse solo. Si, en cambio, os decís una y otra vez que estáis cansados, el estado de cansancio se refuerza.

El valor del sonido interno de la sugerencia contraria empieza automáticamente a renovar el cuerpo. Actualmente está de moda hablar de la contaminación sonora, pero otro tanto ocurre con el sonido interno, en especial cuando los pensamientos internos se contradicen entre sí y son confusos y azarosos, pues en ese caso se le dan al cuerpo instrucciones diversas y contradictorias.

Como sabéis, el entorno interno del cuerpo cambia constantemente, y sois vosotros quienes lo cambiáis. El cambio es muy necesario, y por lo general se mantiene el equilibrio del cuerpo. Pero las instrucciones que le dais no siempre son claras o favorables, y vuestras creencias determinan en gran medida el tipo de información que enviáis a ese entorno.

El ser interior siempre trata de mantener el equilibrio y la salud del cuerpo, pero muchas veces vuestras creencias le impiden acudir en vuestra ayuda con tan sólo la mitad de la energía a su disposición. A menudo sólo abrís las puertas de esta gran energía cuando estáis en graves problemas, cuando se os hace evidente que vuestras anteriores creencias y conducta no han funcionado.

Tenéis a vuestra disposición los medios para asegurar vuestra salud. Mi amigo Joseph (tal como Seth me llama) sacó a colación antes de la sesión una cuestión que tiene que ver con ello. Quería saber por qué tantas personas en este país llevan gafas. Se preguntaba si una persona que no hubiera visto nunca unas gafas y de repente conociera su existencia, desarrollaría la necesidad de utilizarlas; ¡sí, la desarrollaría! A muchas personas se les receta un par de gafas para corregir un trastorno ocular a una edad muy temprana. Por sí solos, en muchos casos, los ojos se corregirían solos. Las gafas "pueden" dicha autocorrección al proporcionar una muleta que debilita aún más los músculos del ojo, por ejemplo, y refuerza ese estado. Si creéis que sólo las gafas corregirán una visión deficitaria, así será.

En vez de ello deberíais descubrir la razón de la creencia que se esconde tras el mal funcionamiento físico, en cuyo caso el problema ocular desaparecería automáticamente. Ahora bien, para la mayoría de personas es más fácil utilizar las gafas.

Nos estamos adentrando en el campo de la profesión médica, y es demasiado tarde para ello... Ahora Ruburt debería seguir con las sesiones de relajación cuando tengan lugar, e intentar conservar ese estado mental en condiciones normales. Os deseo unas muy buenas noches.

Dile a Ruburt que mi energía siempre ha estado a su disposición. Puede utilizarla libre y completamente. No negará mi existencia ni hará caso omiso de ella. Está disponible a todas horas, y es tanto suya como mía "por derecho". Pertenece a todos los seres por derecho. Simplemente se manifiesta de muchas maneras en muchos momentos. Y buenas noches.

Nota a los apuntes de las 11.05 sobre el sonido. Las sesiones anteriores que se mencionan contenían mucha información acerca del significado interno del sonido y el uso y desarrollo que Jane hace del material Sumari (una vez más, remito al lector a su Introducción). Tal como Seth nos explicó, «los Sumari impiden efectivamente la traducción automática de la experiencia interna en estereotipos verbales cotidianos». Una de sus utilidades será la de enseñar a Jane a liberar sus conocimientos internos lo suficiente para poder traducir manuscritos de Los que hablan [los Oradores] sin tergiversarlos.

Al igual que con los Sumari, esperamos que de vez en cuando se incluyan en este libro referencias a Los que hablan. Desde el punto de vista de la reencarnación, Los que hablan son personalidades que enseñan a lo largo de los siglos. Seth habló de ello en el capítulo 9 de Habla Seth II,(1) «Los que hablan».

(1) Habla Seth II, Ediciones Luciérnaga, 1999, pág. 155 y ss.

Irónicamente, muchos de los «manuscritos» más antiguos de Los que hablan son totalmente orales. No se escribieron debido a las creencias de esas épocas.



SESIÓN 623, 25 DE OCTUBRE DE I972 21.45 MIÉRCOLES
Extracto de Habla Seth III

A través de Jane Roberts



http://www.trabajadoresdelaluz.com.ar
26 de Junio 2017