Seth - Tormentas Internas y Tormentas Externas.

Entre cada individuo y la sociedad hay un intercambio constante. Las divisiones y características de cualquier civilización en particular son una representación exterior perfecta de los atributos generales de sus gentes, según cómo se relacionan mutuamente y cómo se consideran a sí mismos.
Las dimensiones exteriores reproducen las dimensiones interiores personales. Los grandes logros, las guerras, los problemas y las instituciones ocurren «después del hecho», es decir, son acciones externas de una existencia interna. En ciertas condiciones, el agua se convierte en hielo. De la misma manera, los sucesos internos pueden aparecer en la realidad física de una "forma" muy distinta de la original.

Como criaturas, sois parte de la naturaleza. El cambio de pensamientos, sentimientos y creencias en fenómenos físicos objetivamente percibidos es algo tan natural como el agua que se convierte en hielo, o una oruga que se transforma en mariposa. No sólo dais forma a la estructura de vuestras civilizaciones e instituciones sociales mediante la transferencia de creencias, pensamientos y sentimientos, sino que en este intercambio natural también contribuís a la «elaboración psíquica» del propio entorno psíquico, con toda su enorme y arrolladora variedad y a la vez su estabilidad estacional.

Los chamanes quizá bailen una danza ritual para atraer la lluvia, pues comprenden la relación innata que existe en todos los rincones de la naturaleza. Os han enseñado a creer que la fe mueve montañas, pero os suele resultar muy difícil aceptar vuestra relación con el entorno. Vuestras creencias (a menudo opuestas a vuestros deseos) provocan guerras. Vuestros sentimientos expresan la realidad interna en lo que veis como fenómenos puramente naturales, como el clima.

Las catástrofes, como los terremotos y las inundaciones, no son la acción de ciertos elementos de la naturaleza "contra" otras partes de ésta. Vuestros sentimientos poseen tanta validez natural como las mareas, y ejercen su propia atracción: la mente "mueve" la materia. Cuando se manipula un anillo en una sesión de espiritismo, no es más que una sencilla demostración de la gran capacidad de la mente para interactuar con materia. Cada uno de vosotros participa en la creación de cada tormenta, cada nueva primavera, cada inundación, terremoto o lluvia veraniega.

Una guerra es un tipo de suceso natural provocado por la interacción entre sentimientos y creencias. Una catástrofe natural representa el mismo tipo de fenómeno pero a un nivel distinto. Vuestra participación en estos sentimientos y creencias os coloca en vuestra posición «natural» dentro de esos sucesos.

18. TORMENTAS INTERNAS Y TORMENTAS EXTERNAS. LA «DESTRUCCIÓN» CREATIVA. LA DURACIÓN DEL DÍA Y EL ALCANCE NATURAL DE UNA CONCIENCIA CON BASE BIOLÓGICA

Vuestra realidad existe independientemente de vuestra conciencia orientada físicamente; pero, como criaturas que sois, vuestra conciencia debe expresarse mediante vuestra estructura neurológica y vuestra vitalidad corpórea. Hay diversos tipos de memoria, de modo que podáis disponer de inmediato de la información correcta siempre que la necesitéis. Hay otros datos que rara vez se precisan conscientemente, pero siempre deben estar accesibles a las partes inconscientes del ser. Biológicamente, el alcance y la capacidad de vuestra conciencia orientada físicamente están directamente relacionados con la duración de vuestros días y noches, y por supuesto con las estaciones del año. Desde el punto de vista físico, cuando se piensa se producen ciertas interacciones químicas, y los recuerdos "dependen" del flujo regular de los elementos químicos. El esquema de día y noche de vuestro planeta dio origen a una conciencia como criatura hecha a su medida. 

En otras palabras, la noche y el día representan los ritmos innatos de vuestra conciencia materializada físicamente a través de los fenómenos naturales, ya que por ahora no estáis equipados para percibir días más largos. Vuestro sistema nervioso tendría muchas dificultades con un ritmo en el que el día durara tres o cuatro veces más, por ejemplo. Los ritmos del cuerpo y de la conciencia siguen las pautas de vuestro planeta. El planeta en sí está compuesto de átomos y moléculas, cada uno con su "propia clase" de conciencia; y la estructura física se forma a partir de esa Gestalt y esa organización cooperativa de su naturaleza.

A medida que se producía esta formación, había un intercambio constante entre las realidades interiores y exteriores, tal como las entendéis. El desarrollo de los sentimientos, sensaciones, autoconciencia, conceptos y creencias fue paralelo a las manifestaciones exteriores resultantes de las especies animales, minerales y vegetales; con ellas se produjo el desarrollo de las estructuras neurológicas complementarias, y las formaciones físicas precisas, como las montañas, valles, mares y otros accidentes geográficos para sustentarlas.

En términos más generales, todos estos sucesos ocurren simultáneamente. Para que sea más fácil de entender, hablo ateniéndome a vuestro concepto del tiempo. Vuestros sentimientos son una parte tan natural del entorno como lo son los árboles, y tienen un gran efecto sobre el clima. Incluso se pueden relacionar, por ejemplo, la epilepsia y los terremotos, ya que en ambos fenómenos se concentra una enorme energía e "inestabilidad", lo que afecta a las propiedades físicas de la tierra.

Las creencias son creaciones de las mentes autoconscientes, al igual que los edificios lo son a otro nivel.

Las creencias dirigen, generan, enfocan y utilizan los sentimientos. Dentro de este contexto, los sentimientos pueden compararse con las montañas, los lagos y los ríos. Las ideas y creencias producen esas creaciones humanas que implican mentes autoconscientes y un sinfín de sucesos sociales interrelacionados.

Aun así, los sentimientos dependen de vuestra estructura neurológica y de su impacto en la realidad física. Un animal "siente" pero no "cree". Además de su realidad subjetiva, vuestros sentimientos y sus interacciones químicas poseen propiedades electromagnéticas, al igual que vuestros pensamientos. Pero vuestro cuerpo debe deshacerse de los excesos químicos así como la tierra debe deshacerse de un exceso de agua. Existen lo que llamaré sustancias químicas «fantasmas», aspectos de las sustancias químicas normales que no habéis percibido hasta el momento; al alcanzar ciertos umbrales, las sustancias químicas se transforman en propiedades puramente electromagnéticas, y se libera una energía que afecta directamente a la atmósfera física.

Así como vuestro cuerpo se encuentra en un estado de flujo e interacción química constantes, también lo está la atmósfera, que refleja a otro nivel todas las propiedades psíquicas, químicas y electromagnéticas que existen en el cuerpo.

No hay mucha diferencia entre la corriente sanguínea que circula por vuestras venas, y las corrientes de los vientos, excepto que una está dentro de vosotros y la otra fuera. Ambas corrientes son manifestaciones de la misma interrelación y movimiento. Vuestro planeta posee un cuerpo al igual que vosotros. Vuestra sangre sigue ciertas pautas establecidas, y también lo hace el viento. En este sentido, estáis "dentro" del cuerpo de la Tierra. Así como las células del cuerpo influyen en él, también vuestro "cuerpo" afecta al gran cuerpo de la Tierra. El tiempo refleja fielmente los sentimientos de los individuos en cualquier parte. Las pautas generales climáticas siguen profundos ritmos internos de emoción.

Las personas que viven en regiones propensas a terremotos son "atraídas" a esos lugares por su comprensión innata de la sorprendente relación entre las circunstancias exteriores y sus pautas privadas mentales y emocionales.

En estos lugares se encuentran personas con gran energía, de naturaleza inestable, «excesivamente» temperamental, y con una gran capacidad creativa y de innovación. Necesitan un fuerte estímulo o un impacto con la realidad que les permita medirse. A menudo hay una gran irritación por la situación social, y una vitalidad insólita. Estas personas funcionan en una tonalidad más alta, y emiten colectivamente una desmesurada cantidad de las citadas sustancias químicas fantasmas.

Estas cualidades no físicas emocionales son inestables, y afectan a la profunda integridad electromagnética de la estructura terrestre. Evidentemente, se han producido terremotos en lugares no habitados, "pero en todos los casos" los orígenes hay que buscarlos en propiedades mentales, no en estímulos exteriores.

Los terremotos se asocian a menudo con períodos de gran cambio o agitación social, ya que es en esos lugares donde se "originan" las fallas y se proyectan hacia afuera. Es posible que luego afecten a una zona no muy poblada u a otro continente, o a una isla, o que causen un maremoto en el otro lado del mundo, al igual que una hemiplejía puede «ectar una parte del cuerpo lejos del mal original.

No se necesita una mente autoconsciente para sentir, y en el «pasado», los terremotos representaron también las pautas de sentimiento de la especie: condiciones inestables de conciencia que iniciaron fenómenos naturales, lo cual alteró aún más el estado de conciencia y las condiciones de la especie.

A vuestro entender, la conciencia está unida con la materia, y todas sus experiencias se materializan físicamente mediante esa interacción. Hay una correlación significativa entre las tormentas físicas y las psíquicas, por ejemplo, y entre las propiedades electromagnéticas inestables tanto del sentimiento como del pensamiento, la capacidad del cerebro para procesarlas, y su necesidad de deshacerse de los excesos. No es que simplemente reaccionéis al tiempo: "contribuís a formarlo", incluso cuando respiráis el aire y luego lo espiráis de nuevo hacia el exterior. El cerebro alberga un sinfín de relaciones electromagnéticas que no comprendéis. En cierto modo, es una tormenta controlada.

De él surgen ideas que son tan naturales como los rayos. Cuando los rayos impactan en la tierra, la cambian. También se producen cambios por el impacto de vuestros pensamientos en la atmósfera. La gran "confianza" general interna con que nacéis conforma la base de esa "habilidad" envolvente de la Tierra física. Vuestro cuerpo mora en la Tierra al igual que vosotros moráis en vuestro cuerpo. Nacéis con una fe en vuestra existencia que automáticamente dirige el funcionamiento adecuado de vuestro ser corpóreo personal. Esto asegura las propiedades estabilizadoras necesarias "sobre las cuales" puede actuar vuestra conciencia, y mediante las cuales puede funcionar eficaz y creativamente. El más diminuto átomo posee su propia clase de integridad innata, en la que se basan todas sus organizaciones y alteraciones, así que por lo general existe una especie de permanencia «Gestalt» dentro del cuerpo de la Tierra.

Pero con todos estos elementos siempre se producen cambios, así como en la experiencia lineal del tiempo un suceso debe «desplazar» a otro. En función de vuestro "enfoque", un suceso particular «lleva tiempo». Sabéis que ocurren muchos sucesos que no percibís conscientemente, pero los aceptáis por lo que cuentan los demás. Así pues, el cambio es evidente. El cuerpo se altera.

Os dije que un malestar puede tener una base creativa. También puede tenerla un terremoto o un desastre natural.

Ahora bien, a un nivel no consciente, simplemente como criaturas, percibís la inminencia de tormentas, inundaciones, tornados, terremotos, etc.

Hay muchas pistas e indicios que el cuerpo capta: alteraciones en la presión del aire, la orientación magnética del equilibrio terrestre, diminutas diferenciaciones eléctricas que la piel percibe. A ese nivel, el cuerpo suele estar preparado para esas calamidades naturales antes de que ocurran, y se activan las defensas.

Pero hay muchas otras cuestiones que inciden en este tema y que tienen que ver con reacciones personales determinadas y con ciertas condiciones psicológicas. La gente que vive en regiones amenazadas por terremotos tiene un claro conocimiento consciente de éstos. Independientemente de lo que pudieran "decir", necesitan ese estímulo y excitación constantes; la misma naturaleza impredecible de las circunstancias los "impulsa" a la acción. Hay varias actitudes distintas y características que se aplican aquí, de modo que es difícil generalizar, pero siempre hay razones por las cuales un individuo se ve envuelto en una catástrofe natural.

En muchos casos, tiene lugar una comprensión casi consciente de las circunstancias antes de que ocurra la catástrofe. En otros casos la previsión del cuerpo se refleja en sueños, y altera de tal manera la vida diaria que provoca una huida de la persona. Algunos cambian de planes y abandonan el lugar un día antes de que suceda la desgracia. Otros se quedan.

Nada de esto es accidental. El material inconsciente se admite en la conciencia según las creencias que tenga un individuo sobre sí mismo, su realidad, y su lugar en ella. No hay nadie que muera en un desastre natural que no haya elegido hacerlo. Siempre hay "algún tipo" de reconocimiento consciente, aunque la persona se engañe a sí misma y finja que no lo tiene. Incluso los animales perciben su muerte antes de tiempo, y en este sentido el hombre no es distinto.

Los que deseen utilizar su precognición inconsciente de sucesos de esta índole se pondrán a salvo, y elegirán no implicarse en la catástrofe. Si no creen en estas advertencias y se niegan el conocimiento consciente, pero creen sin embargo en su seguridad general, actuarán inconscientemente sin conocimiento de sus razones. Habrá otros que serán parte de la catástrofe por sus propias razones.

Psíquica, mental y físicamente, serán parte de ese suceso como, digamos, el agua que arrasa una ciudad durante una inundación. Utilizarán la catástrofe física como una persona emplearía un síntoma de una enfermedad a modo de desafío, crecimiento o comprensión, pero elegirán su catástrofe al igual que elegirían un síntoma médico. Por tanto, serán conscientes de ese marco de referencia. No les vendrá impuesto.

Es posible que no acepten conscientemente esa información; pero, si supieran cómo autoexaminarse, descubrirían que sus creencias los encaminaron precisamente a esa clase de situación. Una enfermedad grave puede ser utilizada por una persona para entrar en contacto íntimo con los poderes de la vida y la muerte, para iniciar una crisis con el fin de movilizar instintos de supervivencia enterrados, representar vivamente grandes contrastes y recabar todas sus fuerzas.

De modo que una catástrofe puede emplearse consciente o inconscientemente, según la persona.


Extracto de Habla Seth III
A través de Jane Roberts



Fuente:
http://www.trabajadoresdelaluz.com
06 de Febrero 2018